Un video que circula en redes sociales muestra a presuntos integrantes de la llamada "Patrulla Espiritual" golpeando a un hombre en múltiples ocasiones en plena vía pública, en la zona de Otay, en Tijuana, Baja California. El material ha generado indignación entre los usuarios que lo han visto.
Hasta el momento, no se tiene conocimiento de una denuncia formal interpuesta contra los supuestos agresores. Por su parte, las autoridades no han emitido un pronunciamiento oficial sobre el caso ni confirmado si se realizará una investigación al respecto.
El video ha generado controversia entre los usuarios en redes y ha causado que varios pongan en duda las acciones de la "Patrulla Espiritual", un grupo cuya naturaleza y actividades han sido objeto de debate en el pasado.
La Patrulla Espiritual emitió un comunicado por el video
Tras la difusión del video, Jesús Osuna, conocido como "El Chikilin" y director de la Clínica de Rehabilitación Cristiana Jireh, siendo el líder visible de la "Patrulla Espiritual", publicó un mensaje en las redes sociales oficiales del grupo. En el video, Osuna aseguró haber tomado acciones relacionadas con el incidente, aunque no especificó cuáles fueron estas medidas.
Se espera que en los próximos días se conozcan todos los detalles de lo acontecido en la zona de Otay y se determine si los involucrados serán sujetos de alguna acción legal por parte de las autoridades competentes para brindar justicia por el acto de violencia.
¿Qué es la Patrulla Espiritual?
La "Patrulla Espiritual", un grupo vinculado a la Clínica de Rehabilitación Cristiana Jireh, se ha viralizado en redes sociales por su labor de rescate de personas en situación de calle, adicciones y alcoholismo. Encabezada por Jesús Osuna, conocido como "Chikilin", la patrulla recorre la ciudad ofreciendo “becas” de seis meses que presuntamente incluyen techo, comida y un proceso de desintoxicación acompañado de predicación cristiana, sin costo alguno.
Aunque su labor ha sido mayormente elogiada en redes sociales, algunos cuestionan las prácticas del grupo, ya que en ocasiones pareciera que se recurre al uso de la fuerza para llevar a las personas al anexo. Mientras que muchos consideran esta intervención como un acto noble, otros la califican como una posible privación ilegal de la libertad. A pesar de las críticas, los videos de los resultados positivos documentados en la clínica han generado apoyo hacia su trabajo.
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