¿Por Qué le Decían ‘La Dama del Buen Decir’ a Talina Fernández?
Estas son las razones por las que a Talina Fernández le decían "la dama del buen decir"
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Luis de Llano fue quien nombró así a Talina Fernández. Foto: Cuartoscuro | Archivo
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Este miércoles 28 de junio murió Talina Fernández, periodista y conductora de televisión, a los 78 años luego de haber sido ingresada de emergencia al hospital esta misma tarde.
Además de decirte de qué falleció te vamos a contar cómo fue que se le empezó a conocer como “la dama del buen decir”.
¿De qué se murió Talina Fernández?
Como ya mencionamos, Catalina María del Sagrado Corazón Fernández-Vero Vela, nombre real de Talina, fue ingresada a terapia intensiva este miércoles 28 de junio al presentar algunas complicaciones de salud a causa de la leucemia que padecía.
Si bien resistió tanto como pudo, con su hijo Coco Levy a su lado, lo cierto es que el cuerpo de la conductora no resistió y falleció en la Ciudad de México (CDMX).
Cabe recordar que la leucemia, causa de la muerte de Talina Fernández, es el cáncer en los tejidos de la sangre, lo que incluye la médula ósea.
A Talina Fernández le sobreviven dos hijos: Gerardo Patricio y Juan Jorge. Su única hija, Mariana Levy murió en el año 2006 resultado de un paro cardíaco tras un asalto. Esta desgracia la calificó Talina como uno de los momentos más duros de su vida.
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¿Por qué le decían “La dama del buen decir” a Talina Fernández?
Por más de 40 años, a Talina Fernández se le conoció como “la dama del buen decir”. El sobrenombre le fue otorgado cuando trabajaba en el programa Noche a Noche.
En algún momento, Luis de Llano, quien era productor de dicho programa, recordó que en esa emisión Talina era la única que no tenía un apodo, y al mismo tiempo se les había prohibido referirse a ella como “joven”, “preciosa” o “señorita”.
En la insistencia de encontrar una forma cariñosa y respetuosa de referirse a ella, De Llano recordó que Talina había participado de un programa en el que no podía decir palabras en español como OK, por ejemplo.
Y así es que se le encontró como apodo “la dama del buen decir”, puerto que siempre estaba cuidando su forma de hablar. Esto causó cierta extrañeza en la conductora ya que no prescindía de las groserías en su día a día.