El anfitrión, cercano a los 60 años, no quiso enfrentar al oso, de unos 90 centímetros de largo, y prefirió refugiarse en la casa de su vecino.
Desde ahí alerto a la policía sobre la presencia del animal. Sin embargo, su curiosidad lo llevó de regreso a su casa.
Para su suerte, el oso seguía dentro y además había sacado la comida, la cual yacía sobre todo el hogar.
Ante tal hecho, la policía pidió a los habitantes de las zonas cercanas que evacuaran o cerraran sus inmuebles con llave.
Oso sale asustado de la casa
De acuerdo con la cadena NHK, el oso salió despavorido antes del mediodía de Japón, luego de que la policía y miembros de una asociación de caza lanzaran fuegos artificiales.
Esta serie de encuentros entre humanos y osos ha desatado una polémica flexibilización de las leyes de caza, que podrían entrar en vigor el año venidero, y que permitirían hacer disparos de emergencia.