Hace unos días, la Fiscalía General de Justicia (FGJ) de la CDMX informó sobre el desmantelamiento de una fábrica clandestina en la que se elaboraba y comercializaba en diversas partes de la capital del país y el Estado de México refresco pirata.
De acuerdo con Ulises Lara, vocero de la FGJ de la CDMX, en el inmueble, ubicado en la colonia Santa Martha Acatitla Norte de la alcaldía Iztapalapa, se localizaron cientos de cajas con botellas de refresco de cola y se detuvo a dos personas.
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La Fiscalía detalló que el refresco pirata era vendido, principalmente, en puestos ambulantes de comida establecidos en la zona centro de la CDMX y en la Central de Abasto, pero también en comercios en los municipios de Chalco y Nezahualcóyotl del Edomex.
Según las indagatorias de la Policía de Investigación y los testimonios de los vecinos del lugar, se cree que en el lugar trabajarían en promedio diez personas, entre lavadores de botellas, envasadores, selladores, transportistas y encargados.
¿Cuánto ganaban por fabricar y vender refresco pirata?
Las investigaciones de la FGJ indican que la caja rellenada con refresco de cola pirata era vendida, en promedio, entre 200 y 210 pesos, por lo que se estima que la fábrica producía ganancias diarias que oscilarían entre los 10 mil y los 12 mil 600 pesos, pues cada día se comercializaban de 50 a 60 cajas.
Sin embargo, los trabajadores del inmueble, quienes se encargaban de lavar, sellar y repartir los envases de vidrio, aparentemente, ganaban alrededor dos mil 500 pesos por semana.
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