Puerquitos y Coyotas, las Galletas Mexicanas entre las Mejores 50 del Mundo

Los puerquitos y las coyotas se colocaron en la lista de las mejores galletas del mundo

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Galletas marranitos

Las galletas marranitos son originarias de Veracruz. Foto: Taste Atlas

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Los puerquitos y las coyotas mexicanas figuran entre la lista de las 50 mejores galletas del mundo 2024 del ranking de Taste Atlas, también conocido como El Atlas de la comida mundial.

El sitio, coloca a los puerquitos o marrranitos -originarios del estado de Veracruz- en la posición número 6, por su gran popularidad a nivel mundial.

Puerquitos

Los puerquitos, con su peculiar forma, son una variedad del tradicional pan dulce mexicano, con sabor a piloncillo. 

Taste Atlas señala que están hechos con una combinación de harina, canela, jengibre, pimienta de jamaica, levadura en polvo, bicarbonato de sodio, mantequilla, sal, azúcar, leche y huevos. Los marranitos se hornean hasta que estén dorados, y se recomienda acompañarlos con leche o chocolate caliente al momento de servir.

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Coyotas de Sonora

Mientras que las coyotas, galletas tradicionales de Hermosillo, Sonora, que surgieron en el siglo XIX, y que ocupan el lugar 24 de la lista, están hechas de masa de harina y rellenas de piloncillo.

El nombre coyotas se traduce literalmente como coyote hembra, pero también es un término coloquial sonorense para una mujer de ascendencia mixta, india y española. Se dice que las coyotas saben mejor cuando se combinan con café o té, y se pueden cubrir con una bola de helado o mojarlas en leche como si fueran una galleta. 

Abundan las variaciones, por lo que además de piloncillo, las coyotas se pueden rellenar con caramelo, dátiles, guayaba, higos, duraznos o piñas.

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Las 5 mejores galletas del mundo

El primer lugar del ranking de Taste Atlas lo tiene Petticoat Tails, de Escocia, que obtuvieron su peculiar nombre y forma distintiva al parecerse a los trozos de tela utilizados para crear las elaboradas enaguas del siglo XVI, incluida la de María, Reina de Escocia, a quien se decía que le gustaban especialmente estas dulces y mantecosas galletas de mantequilla. .

Sin embargo, otra teoría menos romántica afirma que su nombre podría derivar de petits cotés, el antiguo término francés para galletas pequeñas.  Sin importar sus orígenes reales, las colas de enagua siguen siendo las favoritas de los escoceses hasta el día de hoy.

El segundo lugar lo tiene Makroud el louse, que son galletas argelinas sin harina que se componen de almendras, huevos, azúcar y un aroma de agua de azahar. Horneadas hasta que están ligeramente doradas, estas galletas generalmente se mezclan con azúcar en polvo para que queden completamente cubiertas.  Se recomienda servir estas galletas con una taza de té o café como acompañamiento.

El tercer lugar lo ocupan los Alfajores argentinos, que son galletas tipo sándwich que consisten en dos galletas dulces redondas y desmenuzables con un relleno de dulce de leche o mermelada de leche entre ellas. Luego, la combinación se recubre con una capa de chocolate o se espolvorea con azúcar glas.

El nombre alfajor proviene de la palabra árabe al-hasú, que significa relleno. Aunque las galletas se pueden encontrar en toda América Latina, son originarias de Andalucía, España. Cuando los españoles llegaron a América, trajeron sus comidas y tradiciones a lo largo del camino y, con el tiempo, casi todos los países de América Latina han adaptado el alfajor español para hacerlo suyo.

El cuarto lugar es para Stroopwafel, que son deliciosas galletas holandesas consisten en una capa muy fina de almíbar, azúcar, mantequilla y canela que se intercala entre dos finas galletas. Los Stroopwafels se inventaron a finales del siglo XVIII en la ciudad de Gouda, y muchas fuentes dan crédito a un panadero llamado Gerard Kamphuisen como su inventor.

El quinto lugar es para Melomakarona, galletas griegas, se cree que se originaron en la antigua Fenicia y son hoy en día un regalo navideño típico griego. Estas deliciosas galletas de sémola se aromatizan tradicionalmente con miel, ralladura de naranja, canela, aceite de oliva y, a veces, coñac.

Inmediatamente después de hornearlas, las galletas melomakarona se rocían con almíbar de miel y luego se espolvorean con nueces molidas.

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