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Los zoológicos mexicanos han encontrado una ingeniosa forma de refrescar y nutrir a sus animales con paletas de hielo de hasta 20 litros, ante la ola de calor que azota al país
Pantera negra come una paleta de hielo en Mérida ante ola de calor. Foto: Facebook Renán Barrera
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Las altas temperaturas que se han registrado en México durante las últimas semanas mantienen a las autoridades en alerta y han provocado que se busque la forma de evitar un golpe de calor, no solo en humanos, también en los animalitos que viven en los zoológicos.
Al igual que las autoridades han priorizado el bienestar de los mexicanos con una serie de recomendaciones para combatir el calor, el Zoológico de Chapultepec y los Parques Zoológicos de Mérida: Centenario y Animaya han hecho lo propio con sus animales en cautiverio, a quienes les dan paletas de hielo elaboradas según los requerimientos de sus dietas para mantenerlos hidratados y bien alimentados pese a las duras condiciones climáticas.
Las paletas de hielo, no solo preparadas bajo un estricto asesoramiento veterinario, son acomodadas entre los juguetes y espacios que cada animal ocupa para hacer dinámico y entretenido su consumo, algo que según los expertos mantiene a monos, aves y otros ejemplares activos y entusiastas en medio del calor.
Las únicas especies a las que no se les da este delicioso manjar son los reptiles, quienes no necesitan paletas congeladas para regular sus temperaturas, pues la ingesta de hielo podría resultar contraproducente.
En los zoológicos de Mérida se tienen hasta 600 animales pertenecientes a más de 80 especies diferentes en cautiverio.
La capital de Yucatán ya alcanzó temperaturas históricas de hasta 44° C y se espera que en los próximos días este pronóstico aumente hasta los 45° C, según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
Aunque la estrategia de las paletas de hielo ha conmovido a miles de usuarios en redes sociales, Arturo Antuña, subdirector de Servicios Generales del Zoológico de Chapultepec, pidió "no romantizar" estas acciones sino recordar que los animales salvajes podrían adaptarse con gran facilidad a las condiciones climáticas en sus hábitats naturales, pero no así en cautiverio o en la ciudad.
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Con información de N+
JCG