Se Fue a Dormir 40 Minutos y Despertó Ciego
El joven firmó que unos parásitos prácticamente se comieron su ojo; esta es la enfermedad que le produjo el daño
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A través de redes sociales se dio a conocer el caso de Mike Krumholz, un joven de 21 años que perdió la visión de su ojo luego de despertar de una siesta de 40 minutos.
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“Parásitos se comieron mi ojo”, dijo en un video.
De acuerdo con Mike, se fue a dormir con lentes de contacto y una vez que acabó su descanso, se percató de que su ojo se encontraba rojo, sin embargo, pensó que se trataba sólo de una irritación común.
“Me trataron durante un mes entero por el virus (herpes)”, contó
Aunque se sometió a varios tratamientos, no notaba ninguna mejora y el dolor ya era demasiado fuerte. “Me cansé de escuchar ‘este es solo un virus muy terco, pero se irá’”, señaló.
Entonces, recibió una llamada en la que le indicaron que su padecimiento era una queratitis por Acanthamoeba.
Un género de amiba libre, cuya característica principal es que su trofozoíto es muy activo. Es decir, que la etapa activa, de alimentación y reproducción de la especie es bastante rápida.
Además, la Acanthamoeba es capaz de sobrevivir a cambios extremos de temperatura, desecación y agentes desinfectantes.
De acuerdo con especialistas en oftalmología, hay factores que pueden influir en la infección.
Se trata del uso de lentes de contacto, soluciones para lentes de contacto (en especial de fabricación casera), así como la exposición a aguas contaminadas y traumatismos corneales.
Asimismo, esta variedad de queratitis es considerada un problema de diagnóstico y terapéutico.
Esto se debe a que carece de signos patognomónicos, o sea, aquellos síntomas en específico que permiten establecer un diagnóstico médico certero.
Por esta razón, se suele confundir con queratitis relacionada con otros agentes como herpes, hongos o bacterias.
Debido a su gran capacidad de daño a los tejidos, produce lesiones severas en la córnea que pueden poner en riesgo la función y el órgano.
Para el tratamiento de Acanthamoeba, se utilizan diversos medicamentos, no obstante, si la enfermedad evoluciona de manera riesgosa, es necesario practicar una queratoplastia penetrante o trasplante de córnea.
Esta es la cirugía por la que está esperando Mike Krumholz, con la finalidad de eliminar todos los parásitos que se mantienen en el tejido.
EPP