El herpes zóster, conocido en México como culebrilla, es una infección viral causada por el virus varicela-zóster, el mismo que provoca la varicela. Después de haber tenido varicela, el virus permanece latente en el cuerpo y puede reactivarse años más tarde, causando una erupción dolorosa y ampollas en la piel, de acuerdo con la información del Dr. Javier Gómez Núñez, médico del IMSS en Matamoros, Tamaulipas.
Es un virus muy similar al que aparece en la boca cuando la gente dice que le salió un fuego. Es un virus cuyas vesículas pueden romperse y generar secreción. Estas vesículas son muy dolorosas, arden mucho y, en particular, el herpes zóster suele aparecer en la región costal. Por lo tanto, mucha gente que empieza con un dolorcito en las costillas debe revisarse.
¿Por qué incrementan los casos de herpes zoster?
Aunque el herpes zóster puede aparecer en cualquier época del año, es más común en personas mayores de 50 años y en aquellas con sistemas inmunitarios debilitados. Factores como el estrés y enfermedades que debilitan el sistema inmunológico pueden desencadenar su aparición.
Puede llegar a generar problemas importantes de visión, incluso lesiones graves cuando no se atiende de manera oportuna. Por lo tanto, hay que estar atentos, principalmente en estas épocas, en los meses de julio y agosto, cuando el calor es más intenso y se presenta con mayor frecuencia. Los casos se han incrementado nuevamente y también tenemos casos de otras enfermedades relacionadas con la época de calor, como el dengue. Por eso, es importante estar muy atentos.
En los últimos días, se ha observado un aumento en los casos de herpes zóster en la ciudad de Matamoros. Las autoridades sanitarias locales han emitido alertas para que la población esté atenta a los síntomas y busque atención médica inmediata si sospechan de la enfermedad.
¿Cuáles son los síntomas del herpes zóster?
Es crucial acudir al médico ante los primeros signos de herpes zóster como:
- Dolor, ardor u hormigueo.
- Sensibilidad al tacto.
- Sarpullido rojo que aparece unos días después del dolor.
- Ampollas llenas de líquido que se abren y forman costras.
- Picazón.
Algunas personas también pueden presentar otros síntomas como:
- Fiebre.
- Dolor de cabeza.
- Sensibilidad a la luz.
- Fatiga.
El tratamiento temprano puede reducir la duración de la infección y disminuir el riesgo de complicaciones.
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