¿Tomar Vitamina C Cura la Gripa?

Según el dicho popular, tomar vitamina C sirve para prevenir la gripe y el resfriado, así como para combatir la los síntomas de la enfermedad. Sin embargo, según una revisión sistemática a 29 estudios realizado por Harri Hemilä, científica de la Universidad de Helsinki, a probado que esto es falso.

Después de analizar las pruebas realizadas a 11.350 participantes la conclusión de los académicos demostró que "hay claras evidencias que muestran que no tiene sentido tomar suplementos de vitamina C todo el año, ya que no reduce la incidencia de los resfriados".

¿Cuál es el origen del mito?

Todo comenzó por el libro “Vitamin C and the Common Cold” publicado por el químico Linus Pauling, galardonado con dos premios Nobel, que ayudó a descubrir la naturaleza de los enlaces químicos e identificó un tipo de anemia -la drepanocitosis- como una enfermedad esencialmente molecular. El considerado "padre" de la biología molecular desarrolló en este tema en este libro, con lo que se extendió el rumor dándolo como cierto.

En otros libros sucesivos siguió sugiriendo dosis mayores, de hasta 12 gramos diarios en circunstancias normales y de 40 gramos frente a los síntomas de un resfriado. Estos libros tuvieron gran éxito y motivaron la comercialización de suplementos de vitamina C. Sin embargo, nunca hubo resultados concluyentes que probaran sus beneficios contra esta enfermedad.

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¿Para qué sí sirve la vitamina C?

Las vitaminas son sustancias orgánicas presentes en cantidades muy pequeñas en los alimentos, pero necesarias para el metabolismo. Los seres humanos somos incapaces de sintetizarla, por lo que es necesario incluirla en nuestra dieta.

La vitamina C (ácido L-ascórbico) desempeña varias funciones biosintéticas y antioxidantes y tiene un papel importante en la función inmunitaria, entre otras. La deficiencia aguda de vitamina C conduce al escorbuto y justamente esta enfermedad fue la que llevó a su descubrimiento.

En el cuerpo, actúa como antioxidante, al ayudar a proteger las células contra los daños causados por los radicales libres. Los radicales libres son compuestos que se forman cuando el cuerpo convierte los alimentos que consumimos en energía.