¿Por Qué Dormimos Menos Mientras Más Edad Tenemos?
Aquí te explicamos por qué duermes menos mientras más envejeces.
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Si piensas que ahora duermes menos que en tu tierna infancia, déjame decirte que es cierto, ahora duermes menos horas que cuando eras un bebé, y los seguirás haciendo conforme te vuelvas más viejo.
A continuación te explicamos el por qué de esta curiosidad biológica.
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¿Cuánto duerme un bebé?
En nuestros primeros meses de vida, los seres humanos dormimos al menos 16 horas por día, aunque hay bebés que llegan a hacerlo durante veinte horas al día. Ese número de horas se va reduciendo durante la infancia de manera gradual, hasta que las horas de sueño recomendadas para la adolescencia es de nueve horas, mientras que a partir de la adultez lo aconsejable es dormir entre siete y ocho horas diarias (aunque muchas veces queramos dormir más).
Sin embargo, a medida que envejecemos, cada vez cuesta cada vez más dormir, despertando a las siete de la mañana en domingo sin ninguna razón aparente. Y no es solo de una cuestión de cantidad, sino también de calidad del sueño.
¿Por qué dormimos menos a medida que envejecemos?
Según un estudio publicado en la revista Neuron, esta falta de sueño, se debe a una pérdida de conexiones neuronales.
Los investigadores refieren que no existe un consenso absoluto en cuanto a este asunto, pero sostienen que “la evidencia actual parece respaldar la hipótesis de que los adultos mayores no necesitan dormir menos, sino que tienen una capacidad limitada para registrar o generar esa necesidad de sueño insatisfecha”.
Para llegar a esta conclusión, analizaron las diferencias a nivel cerebral que se producen durante el sueño en jóvenes y adultos mayores. Hallaron que:
- La calidad de sueño de una persona con 20 años es ideal.
- Alrededor de los 50 años, esta se reduce a la mitad.
- Y al llegar a los 70 años, la calidad en el sueño se ha perdido prácticamente por completo.
La razón: las neuronas, con el paso del tiempo, pierden -siempre según esta teoría- su eficacia para detectar esta necesidad.
El misterio del sueño
Hay, por otra parte, problemas de salud que son mucho más frecuentes a partir de los 65 años y que se asocian a dificultades para dormir en cantidad y calidad adecuadas: problemas cardíacos, enfermedades pulmonares, artritis, dolor crónico, incontinencia urinaria, demencia, etc.
El sueño sigue siendo en gran medida un misterio para los investigadores. La ciencia aún no puede responder de forma concluyente por qué dormimos.
Pero el sueño es necesario para todos los animales, una condición en la que se vuelven vulnerables, y sin embargo la evolución no ha suprimido esta actividad. Está claramente vinculada a funciones extremadamente importantes.