En México, 20% de Niñas en Pobreza Faltan a la Escuela por Menstruación

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Laura Alanís Villafuerte | N+

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En algunas escuelas rurales las maestras piden a niñas usar papel higiénico a falta de toallas sanitarias, pero a veces "ni siquiera hay acceso a papel"

En México, 20% de niñas en pobreza faltan a la escuela por menstruación

Mujeres en CDMX exigen retiro de impuesto al IVA a productos de higiene íntima, en 2021. Foto: Cuartoscuro | Archivo

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Andrea Díaz recuerda lo caótico que fue el primer día que menstruó: estaba en la escuela, en San Juan Chamula, Chiapas. Nadie le había hablado sobre este proceso biológico.

“Me manché bastante, no sabía qué hacer en ese momento. Gracias al color rojo de las sillas de la escuela no se notó tanto”, explica.  El problema, dice, es que en las zonas rurales y comunidades indígenas hay poco acceso a toallas sanitarias, así como al papel higiénico, e incluso a veces ni siquiera se hacía uso de ropa interior.

“Estando en clases algunas maestras nos decían que ‘por lo menos dobláramos un poco de papel para evitar más accidentes’, pero cómo hacer eso, si ni siquiera había acceso a papel higiénico en la escuela. Entonces ¿qué hacíamos? Pues simplemente dejar que ya las cosas pasaran. Y si te criticaban o molestaban, pues ni modo. Así fue el caso de muchas niñas”, relata.

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“Aún recuerdo a una compañera de la escuela que le bajó la primera vez estando en sexto de primaria y fue burlada y criticada por los varones del salón… y nosotras sin saber cómo cuidarnos”, comenta.  

La situación económica de muchas familias era muy precaria, Andrea recuerda que algunas niñas o adolescentes pedían a sus maestras que les compraran toallas sanitarias y cuando esto sucedía las cuidaban mucho para que no se les acabaran. 
 
Ahora, la estudiante tzotzil recientemente aceptada en la maestría de Diversidad Cultural y Espacios Sociales reflexiona y dice que tal vez la única ventaja que tienen las adolescentes de San Juan Chamula es que las faldas que usan son de lana virgen de borrego y de color negro, lo que a veces impide ver cuando se manchan durante el periodo menstrual. 

Cómo se vive la menstruación en zonas rurales

Lo que vivió Andrea en su niñez no es muy diferente a la actualidad: cuatro de cada 10 niñas y adolescentes viven en situación de pobreza multidimensional, según el Informe Cuantitativo sobre Salud e Higiene Menstrual publicado en noviembre 2022 por Unicef México.

Esta pobreza, prosigue el informe, se puede traducir en ausentismo escolar debido a la falta de toallas y otros artículos de higiene, para gestionar su periodo menstrual. 

“Recientemente levantamos una encuesta con representatividad a nivel nacional y vimos que el 20% de las niñas y el 21% de las mujeres, dejan de asistir a la escuela o al trabajo, durante su menstruación”, dice Viridiana Zamora, jefa del área de Agua, Saneamiento e Higiene de Unicef México.

Consideró que la falta de “acceso gratuito a productos de gestión menstrual” en primarias y secundarias —como toallas sanitarias, e incluso papel higiénico— puede ser uno de los principales factores por los cuales niñas y adolescentes tienden a evitar la escuela durante la menstruación. 

Las zonas de nuestro país donde menstruar se convierte en un obstáculo mensual son las poblaciones de poco o nulo acceso a educación y con ingresos económicos muy bajos, como por ejemplo zonas rurales o indígenas del país, explicó Tania Martínez, coordinadora de Innovación Social,  del Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir (ILSB), e integrante del colectivo Menstruación Digna

Según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) de los 64 millones de mujeres que viven en México, el 44% vive en situación de pobreza, siendo las indígenas las más afectadas. 

La falta de infraestructura como falta de agua potable, baños insuficientes, lavabos o lavaderos, incluso sanitarios sin puertas, son otros factores por los cuales niñas y adolescentes dejan de asistir a clases durante su periodo menstrual.

En el Informe Cuantitativo sobre Salud e Higiene Menstrual encontramos que “el 30% de niñas y mujeres no cuentan con acceso a servicios de agua, baños funcionales y privados para hacer el cambio de productos menstruales y tampoco se cuenta con instalaciones para el lavado de manos con agua y con jabón”, explicó Viridiana Zamora de Unicef.

Cuando no se habla de menstruación

Susana Bentzulul, joven con raíces tzotziles, originaria de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, recuerda que a ella nadie le habló sobre la menstruación. “De esto no se hablaba ni en casa, ni en la escuela", comenta. 

Esta ausencia de información provocó que el día de su graduación de sexto de primaria tuviera un ataque de pánico al verse manchada y corriera al baño a encerrarse. “Fue un proceso doloroso”, dice.

“Minutos antes del vals corrí al baño y comencé a llorar. Le dije a mi mamá que no sabía qué me había pasado. Yo creía que iba a morir.  Le dije ‘estoy sangrando de ahí’ [...] ella me dijo que me tranquilizara y que cada mes nos pasaba eso [a las mujeres], pero no hubo una explicación a profundidad”. 

La ahora estudiante del Doctorado en Estudios de Intervención Feminista, recuerda que fue en la secundaria cuando ella comenzó a saber un poco más sobre el periodo menstrual. No fue a través de su madre o de sus maestras, sino gracias a sus compañeras de aula.

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Se sintió aliviada cuando entendió que esto le sucedía a todas las mujeres y más cuando se lo explicaron en su lengua materna, el tzotzil.

“Si de por sí el sistema educativo no es claro en este tema, que te lo digan en español, una lengua que no es tu lengua. Cómo entender que vas a menstruar cada mes cuando a duras penas estás entendiendo el español. Eso lo vuelve mucho más complejo, siendo indígena” señaló. 

Viridiana Zamora explicó que en las escuelas esta información “por lo general se limita sólo a mujeres”. No se cuenta con herramientas para abordarlo y sólo se le vincula con “salud sexual reproductiva”. Es decir, se le aborda desde lo biológico y no desde una perspectiva de “género y derechos humanos”.

En un intento por incluir a la menstruación dentro de los programas educativos de la Secretaría de Educación Pública, diputadas de la legislatura pasada (LXIV, Cámara de Diputados) impulsaron el dictamen llamado de “Menstruación Digna”, que incluyó reformas a la Ley General de Educación, a fin de introducir el término específico de “salud e higiene menstrual” dentro de los planes de estudio en escuelas del país. 

También propusieron la entrega gratuita de toallas sanitarias a estudiantes de nivel básico y medio superior en todo el país. Sin embargo, ambas iniciativas, al ser turnadas al Senado, fueron enviadas a la congeladora desde el 2021.

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Legislación y políticas públicas sobre la menstruación

Desde el 1 de enero del 2022, en México, los productos de gestión menstrual como toallas sanitarias, tampones y copas menstruales pasaron de tener 16% de IVA a 0% de este impuesto, con el fin de apoyar a las mujeres de nuestro país, especialmente las más desfavorecidas económicamente hablando. Esta reforma —a la Ley del Impuesto al Valor Agregado— fue considerada una acción con perspectiva de género dentro de la política tributaria. 

Y aunque esto fue un primer avance en materia de gestión menstrual, falta mucho por hacer, señaló Martha Tagle, exlegisladora federal del Partido Movimiento Ciudadano.  Fue “sólo un primer paso”, sostuvo. Hacen falta medidas para que las mujeres —sobre todo las de escasos recursos— gestionen su menstruación de manera “digna, higiénica y con información”. 

Tagle recordó que tras muchos esfuerzos, legisladoras de todas las fracciones parlamentarias lograron en la legislatura pasada de la Cámara de Diputados, la aprobación de dictámenes de reforma a la Ley General de Educación con el fin de dar gratuidad en productos menstruales en escuelas de todo el país. 

¡Y qué fue lo que sucedió cuando este dictamen llegó al Senado de la República?: no avanzó. “Simple y sencillamente le dieron carpetazo”, dijo. 

Por esta razón las feministas están ya trabajando por su cuenta impulsando sus propias reformas en los congresos estatales.

Hasta el momento son nueve los estados que han aprobado leyes sobre la entrega de productos de higiene menstrual. Los Congresos de: Michoacán, Tamaulipas, Oaxaca, Aguascalientes, Puebla, Jalisco, Colima, y Morelos, aprobaron modificaciones a distintas leyes a fin de entregar de manera gratuita productos de higiene menstrual como toallas sanitarias, o artículos de gestión menstrual. 

Cabe decir que más allá de la aprobación en estos nueve congresos, poco se sabe sobre las gestiones relacionadas a productos menstruales que se han hecho al interior de tales entidades. 

De hecho, la especialista de Unicef Viridiana Zamora, precisó que sólo los congresos de Michoacán y Jalisco, han aprobado “presupuestos específicos” para la distribución de toallas sanitarias y copas menstruales. 

Esto va a permitir apoyar a “85,000 niñas y adolescentes”, en ambas entidades, sostuvo. Y aunque estamos en el camino, es importante seguir impulsando este tipo de programas, sobre todo, focalizando “a la población más vulnerable del país”, finalizó.