Etiquetado en Productos, Pilar en la Lucha contra la Obesidad
Roberto Hernández | N+
El presidente electo de la Federación Mundial de la Obesidad asegura que el etiquetado frontal ayudará a que haya 1.5 millones de personas menos con obesidad

Ambientes alimentarios positivos, vitales contra la obesidad. Foto: Pexels | Ilustrativa
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El doctor Simón Barquera Fernández expone tres pilares con los que busca combatir la obesidad: los sellos que alertan de los contenidos de productos procesados, es más caro comprar comida que hacerla y se necesitan ambientes construidos que ayuden a las personas a mejorar sus hábitos, principalmente los alimenticios.
“Si usted compra (sus alimentos en tiendas) donde (los productos) tienen sellos está comprando en el lugar equivocado (…) Además, siempre es mucho más caro comprar un alimento que prepararlo en casa”.
Barquera Fernández es director del Área de Investigación en Políticas y Programas de Nutrición, del Centro de Investigación en Nutrición y Salud del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), además, es el primer mexicano electo presidente de la Federación Mundial de la Obesidad (WOF, por sus siglas en inglés).
Es un reto y también es toda una oportunidad de transmitir el mensaje por el que hemos estado trabajando por 25 años en el INSP: identificar las oportunidades de corregir cosas en el ambiente que permitan a la población tener más salud y bienestar
Simón Barquera señala que la primera tarea al asumir la presidencia de la WOF es poner en marcha el plan de aceleración mundial para la prevención y control de obesidad.
Por otra parte, destaca que el nombramiento de un mexicano al frente de la Federación es un reconocimiento a las políticas que se han implementado en el país para reducir el consumo de productos procesados.
“Vieron que México tiene mucho liderazgo y ha puesto políticas que se replican en todo el mundo, por ejemplo, el etiquetado se hizo en Chile, pero aquí lo mejoramos; el impuesto al refresco se hizo aquí y luego se fue a 30 países, se publicaron 11 millones (de copias) del libro que hicimos de salud escolar, las nuevas guías alimentarias, entonces, yo creo que es un reconocimiento a ese liderazgo”.
El impacto de los sellos en el consumidor
En México, el etiquetado para alimentos y bebidas no alcohólicas preenvasadas de fabricación nacional o extranjera es obligatorio de acuerdo con la NOM 051.
Dicho etiquetado consta de cinco sellos que indican cuando un producto contiene exceso de calorías, grasas saturadas, grasas trans, azúcar y sodio.
“Según encuestas (que realizamos), más de 20% de la población dejó de consumir al menos un producto por los sellos, 60% ha referido que ha cambiado productos y 80% señala que toma los sellos como referencia para consumir algún producto”, explica Barquera.
Sin embargo, empresas de alimentos procesados han buscado amparos en contra del etiquetado frontal.
Creo que está teniendo un impacto increíble porque todas esas compañías de comida chatarra se están amparando y quieren quitarlos, o sea, que está funcionando
Además, prevé que el etiquetado generará 1.5 millones de personas menos viviendo con obesidad en cinco años.
“Posiblemente seremos el primer país del mundo en mostrar que hay un control de obesidad”.
Lo bueno y lo malo del confinamiento
Hace un par de años, el inicio de la pandemia mantuvo a gran parte de la población resguardada en sus casas.
“Durante la pandemia se redujo la actividad física y se pasó más tiempo frente a la pantalla, que se traduce en sedentarismo y exposición de los niños a publicidad de comida chatarra”.
Sin embargo, Barquera Fernández considera que también hubo un aspecto positivo para la salud de las personas.
La gente se preocupó más por su salud e incluso se dejó de consumir algún producto calórico, como el refresco
Ambientes alimentarios positivos, vitales contra la obesidad
Simón Barquera considera que al hablar de obesidad cada persona tiene una perspectiva distinta, pues es una enfermedad compleja y multicausal que abre espacio para diversas opiniones.
“Antes se decía que era un desequilibro entre lo que uno gasta y consume y eso termina por culpar al individuo, pero tiene que ver con decisiones políticas y una serie de políticas públicas que, incluso, permean a las personas”.
Como pilar para combatir la obesidad pone sobre la mesa la importancia de ambientes construidos que propicien una alimentación saludable y permitan a la población la generación de hábitos en beneficio de su salud.
Se requiere de disponibilidad de alimentos saludables, banquetas bien construidas y con iluminación. Es necesario que los intereses empresariales no estén por encima de la salud pública
Y remata: “Es necesario un enfoque centrado en la persona y reconocer que es una enfermedad compleja. Además, garantizar tratamientos asequibles y con accesibilidad y fortalecer y desarrollar un ambiente construido”.
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