¿Tienes la Presión Alta? Un Mal Tratamiento Podría Ser Mortal
El especialista Enrique Díaz y Díaz señala que la hipertensión no controlada tiene un pronóstico más adverso que cualquier tumor agresivo
Roberto Hernández | N+
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Es probable que en nuestra familia hay una persona con hipertensión, pero el problema no es padecerla sino que desconocerla o tratarla de forma incorrecta puede tener consecuencias fatales.
En México, según cifras de la Secretaría de Salud, se estima que más de 30 millones de personas viven con hipertensión arterial, lo cual se traduce en alrededor de una de cada cuatro personas, aunque señala también que casi la mitad de quienes la padecen lo desconoce.
Al respecto, Enrique Díaz-Díaz, jefe de la División de Cardiología de la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) del Centro Médico Siglo XXI, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), y miembro del GREHTA (Grupo de Expertos en Hipertensión Arterial), considera que el número es mayor y cada vez afecta más a personas jóvenes.
“A nivel mundial, el promedio sí es de una de cada cuatro personas, aproximadamente, pero en México la prevalencia es mayor, de alrededor del 35%”, y remarca que en los estados del norte aumenta por la convivencia más cercana con alimentos ultraprocesados en cadenas de comida rápida.
Tras alertar que en México la hipertensión se presenta prácticamente en una de cada tres personas, remarca que esto la convierte en la primera causa de enfermedades crónico-degenerativas no transmisibles más prevalente.
Es algo sumamente grave porque es una enfermedad muy prevalente y es la primera enfermedad con más carga para la enfermedad cardiovascular. Es el asesino silencioso porque más del 70% de los pacientes no tiene síntomas característicos
Enrique Díaz-Díaz señala que el 95% de los pacientes desarrollan hipertensión por factores ajenos a su persona.
No es una enfermedad que se herede, pero el que tus padres tengan hipertensión incrementa 30% el riesgo de que seas hipertenso
Además, explica que el estilo de vida, en especial en países occidentales, está ligado con la hipertensión por temas de obesidad, diabetes y mala alimentación.
“(En México) somos el segundo país en hombres y el primero en mujeres y niños con mayor obesidad en el mundo. Lo triste y grave que tenemos hoy en día es que cada vez tenemos pacientes más jóvenes. En personas de 15 o 16 años estamos viendo cada vez más hipertensión relacionada con factores relacionados, incluso, con el medio ambiente
¿Cómo obtener un buen diagnóstico?
Enrique Díaz-Díaz define a la hipertensión como una enfermedad crónica, incurable y si no se controla es mortal, por lo que diagnosticarla conlleva una responsabilidad muy grande.
Para llegar a ese diagnóstico se tiene que ir con un médico, que tome la presión de forma adecuada. Idealmente recomendamos hacer un estudio de un monitoreo ambulatorio de la presión arterial que registra la presión cada 20 o 30 minutos por lo menos durante 24 horas, y ahí da ciertos parámetros que permiten determinar si la persona es hipertensa
De acuerdo con la Secretaría de Salud, las personas mayores de 40 años deben realizarse una medición anual de la presión arterial, así como exámenes de sangre, colesterol y glucosa para detectar cualquier anomalía médica.
Pero Díaz y Díaz alerta que se debe revisar con mayor frecuencia, incluso si se asiste a una consulta de rutina y, además, no todas las maneras de medirla son las adecuadas y se necesita de ciertas características para tener un diagnóstico adecuado.
Hay tomas de presión en forma esporádica no adecuada, por ejemplo, llegas al centro comercial y hay un vehículo de algún laboratorio ofreciendo la toma de presión, pero llegas después de hacer las compras o luego de haber vivido alguna experiencia que te alteró, entonces, estás nervioso, te tomas la presión, la encuentran alta y te dicen que eres hipertenso
Para evitar lo anterior, da una serie de características generales que se deben cumplir para la toma de presión y con ello lograr un diagnóstico efectivo: evitar algún evento cercano que altere a la persona, estar en reposo, sin hacer alguna actividad en los 20 minutos previos a la toma de la presión; estar sentados, apoyados en el respaldo, con el brazo estirado y el pliegue del codo a la altura del corazón apoyado en una superficie dura; el manguito del baumanómetro debe ser de acuerdo con el diámetro del brazo del paciente y debe estar por arriba del pliegue del codo, además, el manguito se debe poner sobre el brazo descubierto, no sobre la ropa.
Se tiene que tomar tres veces, la primera ocasión se descarta, se toma una segunda vez y una tercera, con una distancia de un minuto entre cada toma y se hace un promedio. En el caso de que sea la primera vez que se toma la presión con un médico, éste debe hacerlo en ambos brazos y se debe registrar la del brazo que tiene la presión más alta
¿Sirven los aparatos que se utilizan en casa?
En la actualidad existe en el mercado una gran oferta de baumanómetros digitales que permiten a las personas tomarse la presión en casa, sin embargo, no todos son confiables y ello puede detonar en un mal diagnóstico e incluso en un tratamiento inadecuado con un desenlace fatal.
Buscamos enseñar a nuestros pacientes la forma adecuada de tomar la presión, cómo se debe tomar y cuántas veces. Buscamos que lleven una bitácora y nos la presenten para conocer cómo llevan la presión en su domicilio, que a veces es mucho más importante la que se miden ahí a la muestra que se toma en el consultorio
Sin embargo, de manera tajante, Díaz-Díaz asegura que los baumanómetros de pulsera, de muñeca, no sirven.
No los compren. Esos no sirven. No son confiables, el que se debe tomar es el del brazo
‘Tsunami’ cardiovascular
Enrique Díaz-Díaz descarta que el pico por la pandemia de COVID-19 haya detonado de manera alarmante casos de hipertensión.
Si bien aumentaron por temas de mala alimentación y sedentarismo, la realidad también es que los hospitales centraron su atención en pacientes con COVID-19 o enfermedades respiratorias y se relegó la atención de otras enfermedades.
Lo que llamo ‘tsunami cardiovascular’ es resultado de que durante estos dos años y medio los pacientes con patología cardiovascular no iban al hospital porque estaban atendiendo pacientes con COVID y se recomendaba que no salieran y, por ende, no iban ni a consulta ni por sus recetas. Lo que hemos visto son pacientes que empeoraron su enfermedad, pero la prevalencia no se ha modificado en forma importante
¿Cuál es el riesgo de no atenderse correctamente?
La Secretaría de Salud señala que en México 46% de las personas que tiene hipertensión lo desconoce, aunque el doctor Enrique Díaz y Díaz señala que esa cifra puede ser del 50%, lo que deriva en un alto riesgo de un mal tratamiento.
“Como no hay molestias clásicas, no hay síntomas, el 50% de los 25 millones de mexicanos con la enfermedad no se conoce hipertensa y si no se conoce así estará malamente controlada. El control de la enfermedad tanto en México como en el mundo es sumamente bajo, es de alrededor de un 10 o 12% de los pacientes”.
Lo anterior, implica que un paciente que no está dentro de las metas del tratamiento tiene un alto riesgo de padecer un infarto cerebral o al corazón, insuficiencia renal o cardiaca, embolias, incluso, problemas vasculares.
Es tan grave no dar medicinas como darlas de forma errónea
Por otra parte, asegura que en ocasiones los pacientes se toman la presión y la encuentran alta, o les duele la cabeza y tras tomarse la presión y encontrarla alta, se automedican para bajarla de forma radical, lo cual es muy peligroso y puede terminar en un desenlace fatal
Bajo ningún concepto y ningún motivo, tras tomarse la presión y salga alta, se debe tomar una medicina que baja la presión de forma aguda, no se debe hacer. Bajo ningún concepto, ni siquiera si lo dice un médico. No se trata así
Sin embargo, aclara que son contadas las causas que requieren bajar la presión de forma aguda y básicamente es cuando se presenta una emergencia hipertensiva.
Por lo tanto, explica que las demás condiciones en las cuales se presenta la hipertensión de debe recurrir a un tratamiento estándar, crónico, y no debe utilizarse uno sublingual o para bajar la presión de forma aguda.
Entre las recomendaciones que señala en caso de presentar síntomas de presión alta están: descansar, aislarse de ruidos, apagar la luz, relajarse y esperar a que baje la presión.
Los mitos que rompe el doctor Enrique Díaz-Díaz:
- La hipertensión no es una enfermedad grave. Como no da síntomas, se asocia con que no tiene un mal pronóstico, sin embargo, la hipertensión cuando no está controlada tiene un pronóstico más adverso que el tumor maligno más grave, como el cáncer de pulmón. Los pacientes hipertensos controlados tienen un pronóstico de vida casi igual al de quien no es hipertenso.
- En la Ciudad de México hay más hipertensos. La altura a la que se encuentra una ciudad con respecto al mar no tiene que ver con la prevalencia de la hipertensión. De hecho, la Ciudad de México está debajo del promedio.
- El derrame conjuntival se asocia con hipertensión. La hipertensión es consecuencia y no causa del derrame conjuntival. Al ver el derrame, el paciente se asustó, se preocupó, y con ello viene una liberación de catecolaminas y con ello se elevó la presión.
- Tomar un medicamento que consume otra persona. Tomar una medicina porque alguien que no es médico dijo que es bueno o le sirvió no es lo adecuado. Se debe ir con un profesional de la salud y que recete la medicina de acuerdo con cada persona. Las medicinas deben ser individualizadas, de precisión, no son recetas de cocina. Automedicarse puede perjudicar a un paciente o, incluso, causarle la muerte.
- Es suficiente con modificar los hábitos alimenticios. Hacer una dieta balanceada es muy útil, evitar el exceso de sal, mantenerse en peso y hacer ejercicio es muy importante, pero el 80 por ciento de los pacientes hipertensos debe tomar un tratamiento farmacológico combinado, y no solo una sola medicina.
- El tratamiento de la hipertensión puede esperar. El paciente se debe controlar pronto, no deben pasar más de tres meses para que el tratamiento que recibe le permita estar dentro de la meta de tratamiento. Si se espera de más el paciente puede sufrir parálisis o infarto.
- Solo afecta a adultos. La hipertensión, aunque con baja prevalencia, puede presentarse en las infancias, los pediatras deben tomarle la presión a los bebés para descartar causas secundarias, y el médico general, al tomar la presión de todos los pacientes, puede ayudar a que haya un mejor control de la enfermedad.