Comida Chatarra Usa Redes Sociales para ‘Atrapar’ a Niños
Roberto Hernández | N+
Un estudio del Centro de Investigación en Nutrición y Salud reveló que 93% de productos que aparecían en publicaciones dirigidas a las infancias era no saludables

Puesto con comida chatarra afuera de la estación del Metro Tacuba, en la CDMX, en 2020. Foto: Cuartoscuro | Archivo
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Al ir por la calle, sentarse en un restaurante o café, incluso en el transporte público o en la misma mesa de las familias cada vez es más común encontrarse con la siguiente imagen: una niña o un niño consumiendo algún tipo de contenido en un teléfono celular inteligente o un tablet sin mayor restricción o guía que la que dicta el algoritmo.
En México existen alrededor de 84 millones de usuarios de internet, de los cuales más del 10 por ciento tienen entre seis y 11 años de edad, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), todos expuestos a anuncios indiscriminados de comida chatarra que se pueden colgar en los contenidos dirigidos a ellos.
El doctor Simón Barquera Fernández, director del Área de Investigación en Políticas y Programas de Nutrición, del Centro de Investigación en Nutrición y Salud (CINyS) del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), dio a conocer un estudio que enciende un foco: 93 por ciento de productos que aparecían en publicaciones dirigidas a las infancias, en redes sociales, fueron no saludables.
Monitorear sus prácticas agresivas es fundamental para proteger la salud
Barquera Fernández, quien ha emprendido una batalla desde hace años en contra del sobrepeso y la obesidad y sus consecuencias mediante el impulso de los sellos que informan de los excesos que contienen ciertos productos, insiste en la necesidad de regulaciones para detener el abuso en contra de la salud tanto del planeta como de las personas.
El estudio que señala Simón Barquera, realizado por el CINyS, analizó 926 publicaciones realizadas en redes sociales por 20 productos y marcas de alimentos y bebidas más populares y vendidos en México. El resultado puede ayudar a tomar medidas para un futuro con menos enfermedades crónico degenerativas, como la diabetes.
Del total de publicaciones, 50 por ciento se dirigían a niñas y niños; 66 por ciento, a adolescentes, y 80 por ciento a niños o adolescentes. Sin embargo, lo más alarmante es que el 93 por ciento de los productos que aparecían en publicaciones dirigidas a la infancia se clasificaron como no saludables.
En México, la Ley General de Salud en Materia de Publicidad es la encargada de poner en orden la manera en las empresas llevan a cabo campañas para promocionar alimentos y bebidas.
Y aunque el artículo 24 Bis habla de que la publicidad de los alimentos y las bebidas no alcohólicas preenvasados que en su etiqueta incluyan uno o más elementos del sistema de etiquetado frontal no deberá incluir personajes infantiles, animaciones, dibujos animados, celebridades, deportistas o mascotas, elementos interactivos, tales como juegos visual-espaciales o descargas digitales, dirigidas a niñas y/o niños que inciten, promuevan o fomenten el consumo, compra o elección de dichos productos, lo cierto es que el artículo 10 de dicha ley, que habla de la difusión de los mensajes sanitarios o leyendas, no especifica los tiempos y características que se deben cumplir en las redes sociales.
Casi uno de cada cuatro niños, con sobrepeso u obesidad
Aunado al sedentarismo, la mala alimentación es de las principales causas que llevan a que México ocupe los primeros lugares en obesidad infantil, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Según datos del Gobierno de México, las dietas deficientes provocan malnutrición en la primera infancia, el 44 por ciento de los niños de seis a 23 meses de edad no consume frutas ni verduras y el 59 por ciento no consume huevos, leche, pescado ni carne y únicamente dos de cada 10 niños a nivel escolar (de 5 a 11 años) consume verduras y leguminosas.
Por su parte, la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición-Continua 2021 señala que la prevalencia de sobrepeso en menores de nueve años es del 23 por ciento, y en la adolescencia, el 24.7 por ciento a nivel nacional.
En el caso de la obesidad es: menores de 10 años con el 25 por ciento y en adolescentes el 18 por ciento.
La mentira de los endulzantes artificiales
El Centro de Investigación en Nutrición y Salud (CINyS) alerta del engaño que algunas empresas llevan a cabo para alentar el consumo de bebidas azucaradas: endulzases artificiales supuestamente inofensivos o incluso promocionados como sustitutos del azúcar.
Simón Barquera alerta que se debe desconfiar tanto de aquellos profesionales de la salud como de posibles publicaciones que recomienden edulcorantes no calóricos.
(Edulcorantes no calóricos como aspartame o acesulfame para niños) Unicef, la OMS, la FAO y la academia no los recomiendan
Por su parte, el CINyS sugiere evitar, además del aspartame y acesulfame, los productos que contengan sucralosa y sacarina usados para endulzar alimentos y bebidas.
“Hasta ahora no se conocen los efectos de su consumo a largo plazo y no se recomienda en niños pequeños”.
Asegura que los estudios que respaldan su consumo han sido publicados en revistas con conflicto de intereses, por lo cual carecen de objetividad.
Los estudios financiados por la industria de endulzantes (artificiales) aseguran que su consumo es seguro
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