¿Por Qué Se Va la Luz en Mi Colonia? Así Impacta el Kilométrico Robo de Cables de CFE
Andrés M. Estrada
El mercado negro del robo de cable de luz ha dejado pérdidas millonarias y muy pocos detenidos pese a las miles de denuncias de la CFE.
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La Comisión Federal de Electricidad (CFE) ha perdido 893.3 millones de pesos por el robo de 5001 km de cables de cobre y aluminio, desnudo y con recubrimiento, entre diciembre de 2006 y julio de 2024, según un documento de la dependencia obtenido por la unidad de investigación de N+ vía Transparencia.
No se trata de una pérdida menor. Si se extendiera en una línea todo el cableado que se ha robado de la institución, podría recorrer desde la Ciudad de México hasta Alaska.
Por este ilícito la compañía de luz ha interpuesto 7 mil 355 denuncias de enero de 2016 a julio del 2024.
En tanto la Fiscalía General de la República (FGR) y las Fiscalías de cada entidad abrieron un total de 2 mil 218 investigaciones por este delito –que se sanciona de 3 a 10 años de prisión, que resultaron en apenas 29 detenciones -23 de éstas en consignaciones-, de 2012 a julio de 2024.
Entre éstas se incluye la de un trabajador de la compañía, acusado de robar 60 metros de cable calibre 23 en la alcaldía Benito Juárez, en la Ciudad de México, en 2019.
En el robo de cable a la CFE participa toda una estructura que abarca desde quienes lo sustraen, chatarreras que lo compran, bodegas donde se resguarda, hasta llegar a su destino final que son las fundidoras. Un ilícito que se triangula para volverlo legal.
Es un delito con varias capas, donde hay muchos actores: son los habitantes que están en condición de calle y personas dedicadas al reciclaje; hay personas con conocimiento del uso de medios y el acceso privilegiado a la información donde van las redes del cable”, apunta Giovanni Antonio Madariaga, gerente de investigaciones y delitos de alta complejidad en ALTO Colombia, organización que realizó una investigación sobre este delito en ese país.
Aunque cometer este delito puede implicar riesgos a la salud. Alrededor del país se han registrado algunos accidentes donde personas se han electrocutado, incluso muerto, por manipular la red de cableado de CFE al intentar robarlo.
El robo de este material no solo se comete en México, sino en Estados Unidos, España, Puerto Rico o Chile y esto se debe al valor económico que representa en el mercado negro y sus distintos usos, agrega Madariaga.
Afectaciones a servicios básicos y de gobierno
Esto tiene no sólo consecuencias económicas para el erario, también afecta a miles de personas en sus servicios de energía eléctrica debido a estos robos.
Giovanni Antonio Madariaga expone que además de las afectaciones a servicios esenciales que requieren energía eléctrica, el problema se agrava cuando afecta a centros hospitalarios o instalaciones de seguridad pública.
Juan Manuel Chaparro Romero, vicepresidente de Fomento Industrial del Sector Metal Mecánico de la Canacintra, apunta que quienes lo sustraen les da buena rentabilidad “porque los centros chatarreros no verifican la procedencia.
No les preguntan ‘¿dónde lo obtuviste?’ Ni nada. Aquí pesa el kilo, está tu dinero y ya te vas”, dice.
En los negocios de desperdicios industriales el kilogramo de cable de cobre pelado se compra entre los 120 a 150 pesos dependiendo si es de primera o segunda, y cómo se cotiza en esos días a nivel internacional. Sin embargo, hay algunos que incluso lo adquieren forrado con el recubrimiento de plástico y su valor disminuye a menos de la mitad.
Una tonelada de cobre se cotiza en 9,500 dólares aproximadamente.
El kilo (se compra) como en unos 40 pesos sin pelar, y ya pelado más o menos es de 120, 130 el kilo”, explica Carlos, quien labora en una chatarrera al poniente de la Ciudad de México.
El gerente de investigaciones y delitos de alta complejidad en ALTO Colombia, detalla que los receptores clandestinos son un eslabón importante en esta cadena, que termina en un fenómeno transnacional de comercio exterior de cobre ilegal. “Son los que al final reciben el cobre y con otras capas le van dando esa apariencia de legalidad a ese material obtenido de forma ilegal, incluyendo la economía legal a través de exportaciones, de desperdicio de materiales entre otros”, asegura.
*Se buscó la postura de la CFE a través del área de comunicación, pero al cierre de esta edición no hubo respuesta.
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