Semar Asegura 100 Ejemplares de Pez Totoaba, Especie en Peligro de Extinción, en BCS

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Marina, CONAPESCA y PROFEPA aseguraron ocho redes totoaberas y 100 ejemplares del pez en peligro de extinción durante patrullaje en San Felipe; siete fueron liberados vivos al mar

La pesca ilegal de totoaba también genera daños colaterales a la vaquita marina.

La pesca ilegal de totoaba también genera daños colaterales a la vaquita marina. Foto: Semar.

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La Secretaría de Marina, en colaboración con la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (CONAPESCA) y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), logró el aseguramiento de ocho redes totoaberas y aproximadamente 100 ejemplares de pez Totoaba durante un operativo realizado en San Felipe, Baja California Sur.

"Esta acción se llevó a cabo durante recorrido de patrullaje y vigilancia marítimo, en el marco de las actividades destinadas a proteger y evitar la pesca ilegal", informó la dependencia mediante un comunicado.

El operativo contó con la participación de personal naval a bordo de dos patrullas interceptoras, dos embarcaciones menores y una embarcación perteneciente a la organización Sea Shepherd.

Video: ¿Por qué Pez La Totoaba es Tan Codiciado?

De acuerdo con la información proporcionada, se lograron asegurar ocho redes denominadas "Totoaberas", de aproximadamente 15 mil metros de longitud y cerca de 100 ejemplares de la especie de pez "Totoaba", de los cuales siete fueron liberados por encontrarse con vida.

Totoaba: un pez único

La totoaba (Totoaba macdonaldi) es considerada el pez más grande del Alto Golfo de California, único en la región. Este ejemplar pertenece a la familia Sciaenidae en el orden de los Perciformes, también conocida como corvina blanca, curvinas, roncadores o tambores por su habilidad de producir sonidos con su vejiga natatoria.

Este pez puede alcanzar los 2 metros de longitud y pesar más de 100 kilogramos. Es una especie muy longeva, pues llega a vivir entre 25 y 50 años de edad. Su alimentación varía según su etapa de desarrollo: los adultos se alimentan de cangrejos grandes y sardinas, mientras que los juveniles consumen peces pequeños, anfípodos, camarones y cangrejos pequeños.

La totoaba presenta madurez sexual alrededor de los 6 o 7 años. Las hembras adultas migran al Delta del Río Colorado para desovar entre los meses de marzo y mayo, lugar donde permanecen los peces jóvenes. Su época reproductiva se extiende de marzo a junio.

La pesca ilegal de la totoaba se ha intensificado debido al alto valor de su vejiga natatoria, también llamada buche, en el mercado asiático.

En Asia, el buche de totoaba es considerado un alimento gourmet al que se le atribuyen diversas propiedades afrodisíacas, curativas y de salud. Su precio puede alcanzar aproximadamente 8 mil dólares por kilogramo, cantidad imposible de obtener en la pesca legal.

Esta situación ha provocado un decremento alarmante en su población, acercándola peligrosamente a su extinción. Existen registros de captura comercial desde 1929 a 1975. Durante los primeros años fueron capturadas comercialmente 500 toneladas de totoaba, alcanzando su mayor pico en 1942 con 2,261 toneladas.

Posteriormente, se produjo un desplome en la captura y, a pesar de un aparente repunte en los años de 1960, la caída continuó hasta 1975 con solo 58 toneladas, lo que llevó al gobierno mexicano a instalar una veda indefinida y permanente para la pesca de esta especie.

En 1991, la totoaba fue declarada oficialmente en Peligro de Extinción y actualmente continúa enlistada en la NOM-059-SEMARNAT-2010 en la categoría de en peligro de extinción (P). También figura en el Apéndice I de la CITES y en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN como en Peligro Crítico de Extinción.

La pesca ilegal de totoaba también genera daños colaterales a la vaquita marina (Phocoena sinus), uno de los mamíferos marinos más amenazados del mundo. La vaquita marina es frecuentemente capturada de manera incidental en las redes agalleras utilizadas para la pesca ilegal de totoaba.

Los pescadores clandestinos utilizan redes de enmalle ilegales de gran longitud, con luz de malla superior a las 8 pulgadas y palangres o cimbras, con anzuelos grandes colocados a media agua o en el fondo para ocultarlas. Estas redes, debido a sus dimensiones, tienen una nula selectividad, lo que ocasiona que varias especies marinas protegidas resulten afectadas.

La Secretaría de Marina reafirmó su compromiso para "garantizar el mantenimiento del estado de derecho en los mares y costas nacionales, logrando conservar y proteger sus recursos naturales", concluyó en su comunicado.

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CT