Padres de Normalistas Viven una Década de Dolor y Lucha Sin Conocer la Verdad

A 10 años de la desaparición de los 43 normalistas, la vida de los familiares ha sido trastocada por enfermedades, muertes y divisiones en el movimiento

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Andrés M. Estrada

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Padres de normalistas

Los padres de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa en la CDMX, 26 de junio de 2024. Foto: Cuartoscuro

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El placer que sentía al acudir a las fiestas o disfrutar los bailes y los jaripeos llegó a su fin después de que su hijo no volvió a casa. “Se me fue acabando, y ahora me invitan a ir pero ya no tengo el mismo gusto”, platica Clemente Rodríguez, padre de Cristian, uno de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos la noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero.

Al paso de los primeros días del evento Clemente creía que su hijo pronto volvería. Apenas escuchaba un ruido afuera de su hogar corría hacía la puerta a abrirla.”Pensaba que en cuestión de horas iba a llegar a la casa”, recuerda. Luego le entró la preocupación y con el paso del tiempo comenzó a entristecerse al no saber nada más de él.

“Me deprimí pues… Como que decir me voy a quitar la vida, no soportaba tanto peso, tanto dolor y me quería matar”, cuenta el hombre que rebasa los 50 años de edad, pero enseguida sintió el apoyo y solidaridad de las personas que lo levantaron. Agotado continúa en pie para encontrar la verdad y saber qué pasó con su hijo al igual que otros padres de los normalistas.

Video: A 10 Años de la Desaparición de Normalistas de Ayotzinapa Continúan las Protestas

Los familiares han mantenido una presencia activa con protestas y movilizaciones en las calles alrededor del país, exigiendo justicia para conocer qué ocurrió con los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos.

Sin embargo, sus vidas han sido un vericueto de mentiras, verdades a medias y manipulación, con detenciones y liberaciones de presuntos implicados en la desaparición, identificación de unos cuantos fragmentos de huesos, enfermedades, muertes, divisiones en el movimiento y una década de dolor.

“Ya vamos a hacer 10 años de la desaparición forzada de nuestros hijos, seguimos en pie aquí las madres y padres. Cuatro años de su gobierno de Enrique Peña Nieto, nos llevaron con puras mentiras y trató de cerrar el caso construyendo su versión, la verdad histórica y ahí estábamos desmintiendo”, recuerda Cristina Bautista, madre de Benjamin Ascencio. Poco después esa versión se fue abajo.

Con el arribo del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador les llegó la esperanza, en la que se prometió que se esclarecería el caso, pero que la fecha no ha sido así.

Una vida antes y después de las desapariciones

La vida de Cristina, así como la de los otros padres no ha sido fácil, al estar fuera de sus comunidades, lejos de sus familiares y continuando en la lucha que los lleve a conocer qué pasó con sus hijos.

Como madres y padres no podemos olvidar a nuestros hijos. Queremos saber qué pasó realmente esa noche en Iguala, Guerrero. Tenemos ese derecho.

Luego agrega que mucha gente les ha dicho que sus hijos ya no están vivos, pero si es así quiere que les digan.

Antes de que le arrebataran a su hijo, su felicidad era trabajar en el campo y en su casa, vendía pozole los jueves y hacía pan.

La vida de Clemente también se trastocó. Antes de ese septiembre de 2014 vendía agua en garrafón en las calles de su pueblo, en Tixtla, Guerrero

“Tenía mis porquerizas, mis gallinas, una vida feliz porque terminaba de vender agua y en las tardes me iba a dar vuelta a un terreno de mi papá. Hoy en día tengo como unas dos  gallinas”, cuenta. Ahora se dedica a vender artesanías para solventar los gastos de su familia y los que implican mantenerse en lucha.

Morir sin conocer la verdad

En el movimiento que se ha gestado alrededor de conocer qué pasó con sus hijos, los padres se han encontrado con miles de personas que también buscan a sus familiares desaparecidos, en un país con una crisis en la que suman más de 100 mil desapariciones.

“No somos los únicos que buscamos a nuestros queridos, hay miles de familiares que han buscado y siguen buscando”, dice Cristina Bautista.

Video: A 10 Años del Caso de la Desaparición de los Normalistas de Ayotzinapa

Clemente expone que “esta lucha no es de los padres (de los normalistas). Yo creo que esta lucha es de todos los mexicanos. Hemos encontrado en este caminar a mucha gente que anda buscando un desaparecido, a un familiar”.

Luego recuerda que también ha habido padres de los 43 que han fallecido sin conocer la verdad. “Han fallecido compañeros y compañeras en esta lucha sin saber de sus hijos y la verdad”, dice.

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“Han fallecido una mamá y unos papás, pero los que nos quedamos ahí seguimos enfermas y enfermos, pero ahí estamos”, lamenta Cristina. Ella ha padecido de colitis, dolores de huesos y otras enfermedades.

Los padres a los que se refieren son Minerva Bello Guerrero, madre del normalista Everardo Rodríguez Bello, que falleció el 5 de febrero 2018; también perdió la vida Saúl Bruno García, padre de Saúl Bruno Rosario, por de diabetes el 24 de agosto de 2021.

Ese mismo año, el 3 de septiembre se fue Bernardo Campos Santos, padre de José Ángel Campos Cantor y un año después, el 28 de agosto de 2022, murió Ezequiel Mora, padre de Alexander Mora Venancio.

Se cumple una década de la ausencia de los normalistas y Cristina Bautista, aún tienen la esperanza de que alguien les diga qué pasó con ellos.

“Que alguien se anime a dar esa información, que lleguemos a la verdad porque son años de caminar y luchar. No es fácil de decir son 10 años sin saber nada de nada de nuestros hijos, sin saber cómo están”, lamenta.

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