Grupos Criminales de Michoacán Fabrican Sus Explosivos Caseros en Talleres Clandestinos
Servicios de inteligencia afirman que los talleres son levantados en comunidades rurales; se trata de construcciones pequeñas y rústicas
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Los grupos criminales en Michoacán están construyendo talleres clandestinos de explosivos donde fabrican las bombas que utilizan en drones, minas, cilindros y otro tipo de dispositivos como granadas caseras.
Este fin de semana, el Ejército se enfrentó a un grupo criminal en La Ruana, Michoacán. Ahí detuvieron a José Lisandro ‘N’, un exmilitar colombiano, de 53 años.
Militares asociados con criminales
No es la primera vez que las autoridades mexicanas detienen en Tierra Caliente a exintegrantes de milicias extranjeras, muchos con conocimientos de uso y fabricación de explosivos.
Los grupos criminales en Michoacán están construyendo cada vez más talleres clandestinos de explosivos donde fabrican las bombas que utilizan en su lucha con grupos rivales, efectivos de seguridad y población civil.
Instalaciones rústicas
De acuerdo con un integrante de la Subsecretaría de Investigación Especializada en Michoacán, “son instalaciones bastante rústicas, sin embargo, es destacable el tipo de ventanas que se utilizan”.
Informes de inteligencia señalan que en comunidades rurales están adaptando construcciones pequeñas y rústicas, como la ubicada en el poblado de Eréndira, municipio de Buenavista, en los límites con Apatzingán y Aguililla.
Esta es una zona estratégica para la distribución de armas y explosivos en Tierra Caliente, región de Michoacán disputada por varios cárteles.
Carlos Torres Piña, secretario de Gobierno de Michoacán, señaló:
Lo hacen en casas de seguridad, así como en lugares donde guardan armamento o droga. Es peligroso para los que la manipulan y peligroso para el entorno donde puedan estar estas casas de seguridad, pudieran dañar a personal civil
Actualmente, las autoridades detectaron que los talleres de elaboración de explosivos están dentro de una zona densamente habitada.
Cuando nosotros arribamos, había niños y señores de la tercera edad, representando un riesgo enorme”
En los últimos dos meses, elementos de la Subsecretaría de Investigación Especializada en Michoacán, aseguraron dos talleres clandestinos: uno, el de Eréndira, en Buenavista, y el otro, en la comunidad de Cenobio Moreno, en Apatzingán, en este último murieron siete presuntos delincuentes por el manejo inadecuado de los explosivos.
Guadalupe Mora, activista de La Ruana, Michoacán destacó que los vecinos sabían de ese taller de explosivos.
Muchos de ellos, a veces, están obligados, están amenazados, por los Viagras, de que no digan nada y que se pongan a hacer eso, muchos están por paga, otros están por amenazas
Agricultores temen pisar explosivos en sus huertas
Aunque el Ejército y la Guardia Civil estatal han decomisado más de 400 explosivos en los últimos dos meses, estas bombas artesanales son un riesgo para los agricultores en la zona.
Productores de limón temen incluso acercarse a sus huertos por el riesgo de que haya algún artefacto explosivo.
Nos da miedo ir a traer el limón porque andamos con miedo de que nos topemos con algún explosivo o una mina y la tocas y explota
Guadalupe Mora afirma que el temor no es solo de los limoneros, sino de la población en general.
Mucha gente está atemorizada. Les da temor también ir a las parcelas. Han visto ahí drones, unos tirados, otros colados de algún árbol que lo lanzaron
Lo paradójico, aseguran los limoneros en Michoacán, es que la cuota que deben pagarle a los grupos criminales está contribuyendo a fabricar estos explosivos.
A nosotros, los limoneros, nos están cobrando un peso por kilo el crimen organizado, Los Viagras, y no ha parado, no ha parado esa extorsión, ya estamos hartos aquí en Tierra Caliente, Michoacán
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Con información de Marco Antonio Coronel y Carlos Moreno
KAH | ICM