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Episcopado Mexicano se Une a Jornada de Oración por Crisis Electoral en Venezuela
El Episcopado Mexicano expresó su solidaridad con Venezuela y pidió a todos los actores de la sociedad venezolana a buscar caminos de diálogo y encuentro
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Una mujer levanta su puño al aire en señal de apoyo a la líder opositora María Corina Machado durante una concentración convocada este sábado en Caracas, Venezuela. Foto: EFE
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La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) expresó su "solidaridad fraterna con el pueblo de Venezuela" en medio de la crisis política que atraviesa por los resultados que dan el triunfo electoral a Nicolás Maduro.
Sigue toda la cobertura sobre la crisis en Venezuela por la reelección de Nicolás Maduro en el LIVEBLOG de N+
En este sentido, expresó su apoyo espiritual:
Nos unimos espiritualmente a la jornada de oración convocada para el domingo 4 de agosto por el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), la Conferencia Episcopal Venezolana y la Conferencia Episcopal de Colombia
También hizo un llamado a todos los fieles mexicanos a sumarse a esta iniciativa, recordando las palabras del papa Francisco.
Reafirmamos la importancia de la democracia como expresión de la participación de los ciudadanos en la construcción del bien común. Como nos enseña la Doctrina Social de la Iglesia, una auténtica democracia es posible solamente en un Estado de derecho y sobre la base de una recta concepción de la persona humana
Pide resolver en paz conflicto electoral en Venezuela
El Episcopado Mexicano pidió a todos los actores de la sociedad venezolana a buscar caminos de diálogo y encuentro. Como nos recuerda el papa Francisco en Fratelli Tutti:
El auténtico diálogo social supone la capacidad de respetar el punto de vista del otro
También exhortó a que cualquier diferencia o controversia se resuelva por vías pacíficas e institucionales, respetando siempre la dignidad de cada persona y buscando el bien común de toda nación.
Nos unimos a las palabras de nuestros hermanos obispos venezolanos: ¡Es Cristo mismo quien sostiene nuestro país! Que el desaliento y la desesperanza no encuentren lugar en la vida del cristiano. Esta afirmación nos recuerda que nuestra fe debe ser una fuente de esperanza y transformación social