Huachicol le Cuesta a Pemex 4,000 MDP en Reparaciones de Tomas Clandestinas

A varios kilómetros de distancia se observan las llamas, de más de 20 metros de altura, que envuelven un par de camionetas y una retroexcavadora de Petróleos Mexicanos (Pemex). Es 8 de marzo de 2023. Tres empleados de la paraestatal que acudieron a reparar una toma clandestina de huachicol en la localidad de Bomintzha, Tula de Allende, Hidalgo, resultan gravemente heridos al momento que explota.

El siniestro ocurrió en una de las casi 100 mil tomas ilegales de hidrocarburos localizadas en todo el país, y por las que la paraestatal gastó en su reparación 4 mil 253 millones de pesos entre enero de 2010 y marzo de 2023, de acuerdo con datos obtenidos vía Transparencia en poder de N+.

Eso no es todo. Los huachicoleros cada año suman un mayor número perforaciones de ductos alrededor del país, sobre todo en las entidades que para el Gobierno federal han sido prioridad en estrategia de combate: Hidalgo, Guanajuato y Puebla.

Datos de Pemex muestran que la ordeña de ductos para extraer el combustible no tiene freno en ninguna de las últimas tres administraciones: panista, priista y morenista. Sin embargo, desde 2019 al primer trimestre de este 2023, las tomas clandestinas se duplicaron, lo mismo que el gasto ejercido para su reparación, respecto a los años anteriores.

Por ejemplo, se localizaron 629 tomas ilegales, en 2010; en el 2013 se encontraron 2 mil 680; luego pasaron a 5 mil 574, en 2015 y después 10 mil 293, en 2017.

En tanto en el primer año del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, en 2019, se registraron 13 mil 54, en los siguientes dos años se redujeron a alrededor de 10 mil en cada uno, pero para el 2022 de nuevo subieron a 13 mil 832, siendo el año con el número más alto de tomas clandestinas, mientras que para los 3 primeros meses de este año van 2 mil 725, casi comparadas con las de 2013. Es decir que se dieron más de 50 mil en este periodo.

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La guerra contra el huachicol

El 27 de diciembre de 2018, el presidente le declaró la guerra al huachicol. Ese día presentó el Plan Conjunto del Gobierno de México para Combatir el Robo de Hidrocarburos de Pemex, en el que afirmó no habría tolerancia, pues operaban en conjunto autoridades corruptas y criminales.

Sin embargo, a pesar de la estrategia en la que se instauró una mayor vigilancia por parte de las fuerzas de seguridad en las instalaciones y los ductos principales de transportación de combustible, las tomas ilegales se incrementaron en 2019 como muestran los datos.

Pero los huachicoleros no dan tregua a Pemex, aplicando el efecto cucaracha: mientras los elementos de seguridad cuidan algunos tramos de los ductos, los criminales se trasladan a otros puntos a continuar con el ilícito.

Tan sólo del total de las 99 mil 584 tomas clandestinas que se han registrado en estos poco más de 13 años, 51 mil 508 corresponden al gobierno de la Cuarta Transformación, es decir que se perforó de manera ilegal un ducto cada hora.

En tanto la paraestatal destinó durante lo que va de su administración al menos 2 mil 389.4 mdp en reparaciones de tomas de ordeña –más de la mitad de lo desembolsado en estos 13 años. Para muestra es que se destinaron 555.6 millones de pesos, en 2019; luego 489.1, en 2020; después 509.5, en 2021; al siguiente año en 2022 fueron 686.7, y en los primeros tres meses del año en curso 148.3 mdp.

Pero el huachicoleo no sería posible sin la participación de autoridades, trabajadores de la petrolera mexicana en colusión con el crimen organizado y la sociedad que adquiere el combustible a precios muy inferiores, puesto que se ha vendido desde puestos semifijos en carreteras, camionetas repletas de galones y establecimientos clandestinos como bodegas o casas, a la vista de cualquier ciudadano y autoridades.

Aunque eso no es todo, empresarios gasolineros se han visto involucrados con la delincuencia –y algunos otros obligados a adquirir el combustible– para vender el huachicol en apariencia de forma legal.

Por otra parte, la Fiscalía General de la República (FGR) informó a través de una solicitud de transparencia que mil 898 personas han sido detenidas por el delito de robo de hidrocarburos, entre diciembre de 2018 a febrero de 2023, respecto a los años anteriores no dio información.

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Los focos de atención donde se han registrado el mayor número de tomas clandestinas, se han situado en Hidalgo, con más de 24 mil.

En esta entidad ocurrió la tragedia de Tlahuelilpan, el 18 de enero de 2019, donde la explosión de un ducto de una toma clandestina dejó 137 personas muertas, luego de que los habitantes se aglomeraron para recolectar en bidones los miles de litros incontrolables que expulsaba.

A esta le siguen Guanajuato, con 12 mil; Puebla, con 11 mil 900; Estado de México, con 9 mil y el estado fronterizo de Tamaulipas, con 7 mil 600.

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