Olvidan Atención Ginecológica de Internas en Cefereso 16; Solo 2% se Realizan Papanicolau
Las internas de este penal no tienen un adecuado acceso a la salud, les falta desde exámenes preventivos de rutina hasta asistencia médica regular
Andrea Vega
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Marisela Mares estuvo dos años privada de su libertad en el Centro Federal de Readaptación Social Femenil (Cefereso) 16, en Morelos. Asegura que en todo ese tiempo nunca le hicieron un papanicolaou, el examen de rutina con el que se detectan posibles lesiones que pueden evolucionar a cáncer cervical en las mujeres.
Tampoco se lo han hecho a su pareja, a quien llamaremos Liliana, para reservar su identidad, pues ella continua presa. Liliana estuvo en el Cefereso 16 más de cuatro años, hasta el sábado 24 de febrero, cuando la trasladaron a Escobedo, Monterrey.
Las dos son candidatas a realizarse un papanicolaou por edad, Marisela, que salió hace año y medio del Cefereso 16, tiene 36 años y Liliana tiene 32. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda hacerse esta prueba a partir de los 25 años. Pero estando bajo custodia del Estado no se las hicieron.
Ellas dos no son un caso aislado de falta de atención ginecológica en este penal federal, el único 100% femenil de todo el país y que saltó al escrutinio público a finales del año pasado por una ola de suicidios registrados entre las internas y por las quejas de falta de atención a necesidades básicas, como el acceso a la salud.
De acuerdo con una solicitud de información realizada por N+ al Órgano Administrativo Desconcentrado Prevención y Readaptación Social (OADPRS), del que dependen todos los Ceferesos, en 2023 solo se realizaron 27 papanicolaous entre las internas de este penal, esto pese a que mil 130 de ellas tienen 25 años o más; es decir solo se les hizo al 2.3% de la población en edad para realizárselos.
Es el segundo año con el número más bajo de pruebas realizadas en los últimos periodos, puesto que en 2020 se hicieron 298; en 2021, 0 (se argumenta que por la pandemia se suspendieron) y en 2022 se realizaron 47.
N+ solicitó una entrevista, a través de la oficina de comunicación de la Secretaría de Seguridad, a la que está adscrita el OADPRS, y a su vez el Cefereso 16, para conocer el por qué se realizan tan pocas de estas pruebas y de otras, como las mastografías, pero hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta. Lo único que se pudo obtener de fuentes del sistema penitenciario es que ya se acaba de comprar un mastógrafo.
Armando Miguel Roque, jefe del Departamento de Ginecología Reproductiva del Instituto Nacional de Perinatología (INPer), dice que la recomendación internacional es hacerse un papanicolaou cada tres años, pero esto solo aplica si se han tenido dos pruebas negativas y asegura que lo mejor es realizarlo cada 12 meses, para bajar aún más el riesgo de no detectar esas lesiones que podrían evolucionar a cáncer.
Eloisa Lascari, colposcopista clínica y académica de la UNAM, refrenda que en efecto lo ideal es hacerse un papanicolaou cada año, y no solo desde los 25 de edad, si no desde que inicia la vida sexual y sin tope de edad, porque a veces se pone un límite para las personas mayores, pero esto no es recomendable.
“Lo que pierdes al no hacer esta prueba es la detección temprana de un cáncer y la posibilidad de aplicar tratamientos sencillos, que ya no se pueden usar cuando esto ya evolucionó y entonces hay que avanzar a opciones más invasivas y riesgosas, y claro, está el riesgo de muerte de la paciente”, explica Roque.
El ginecoobstetra oncólogo y asesor en gestión de sistemas de salud, Santos Regino Uscanga, señala que en el caso del Cefereso 16, si se hiciera la prueba a las mil 130 mujeres que se les debería hacer, la posibilidad de que los resultados salieran alterados es del 4%, es decir saldrían alterados en 40 o 50 mujeres, o más, asegura, porque esta es una población de alto riesgo que probablemente no fueron vacunadas, con prácticas de sexo no seguro y quizás sin tamizajes previos.
Claro, no todos esos 40 o 50 casos con resultados de células alteradas evolucionarán a cáncer, pero sería importante detectarlos para darles seguimiento.
El otro gran faltante
Con las mastografías, otro examen de rutina para detectar en este caso el cáncer de mama, hay también falta de atención. Esta prueba debe realizarse a mujeres a partir de los 40 años, de esa edad en adelante hay 455 mujeres en el Cefereso 16, pero en 2023 solo se le hicieron en este penal a 181, lo que representa el 39.7%.
El número de mastografías realizadas en este penal ha venido fluctuando en los últimos tres años. En 2020, de acuerdo con la información proporcionada vía Transparencia se hicieron 298; en 2021 se realizaron 0 (otra vez bajo el argumento de que se suspendieron por la pandemia) y en 2022, se practicaron 147.
Armando Miguel Roque señala que lo ideal es realizarse este examen cada año y si hay factores de riesgo, como cáncer de mama en la familia, se deben hacer ultrasonidos de mama desde antes de los cuarenta años.
Lascari confirma que es desde los 40 años cuando este examen debe empezar a realizarse, y antes de esa edad con factores de riesgo, que se deben determinar, evaluar y darles seguimiento para evitar el desarrollo de cáncer.
Pese a esto, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) documentó antes lo que esta investigación confirma, que no hay el seguimiento adecuado a la prevención en las internas del Cefereso 16 ni se les garantiza su derecho a la salud.
A través del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura (MNPT), la CNDH refirió, en el Informe Especial 1/2023 del MNPT relacionado con las visitas de supervisión al Centro Federal de Readaptación Social Número 16, Femenil, Coatlán del Río, Morelos, que entrevistó a 59 personas privadas de su libertad en ese centro quienes aseguraron que desde hacía tres años no se les realizaba una revisión de prevención de cáncer cervicouterino y mamario, agregando que la indicación que se les brinda es que, si querían acceder a servicios especializados ellas los deben costear.
Falta de atención médica general
Tanto la CNDH, como el Instituto Federal de la Defensoría Pública (IFDP), como diversas organizaciones de la sociedad civil, entre ellas Documenta, han alertado sobre la falta de atención a la salud física y mental general en el Cefereso 16.
Por ejemplo, en el informe del MNPT de la CNDH se destaca que las 59 mujeres entrevistadas aseguraron que la atención médica relacionada con medicina general, odontología, psiquiatría y ginecología es inexistente.
Pese a eso, el OADPRS respondió, este febrero, a través de Transparencia que en el Cefereso 16 se cuenta con un amplio equipo médico, compuesto por 17 médicos (6 generales), 23 enfermeras, 10 odontólogos, un ginecólogo, 23 psicólogos, un psiquiatra y 6 nutriólogos. Pero no anexaron horarios ni contratos para sustentar esta información.
Ruth Zenteno, de Litigio Estratégico del IFDP, dice que ellos ingresaron una solicitud al respecto y la respuesta que obtuvieron en septiembre de 2023 fue que había un psiquiatra, un médico general, un cirujano partero, un médico cirujano y cuatro dentistas. Tampoco les dieron documentos adicionales con los que esto pudiera comprobarse.
“No creo que de septiembre para acá hayan contratado más personal, en las visitas recientes que hemos hecho no se ven ocupados los consultorios del edificio médico y las internas se nos acerca para decirnos que les hace falta atención a la salud”, señala Zenteno.
Marisela Mares se ríe cuando se le dice lo que respondieron las autoridades a la solicitud de información. “Es mentira, no hay ese equipo médico, mi pareja tiene meses con sangrado, a veces el periodo le dura hasta tres meses y no ha recibido atención”.
Getzuri Romero Jiménez, contó en entrevista con N+ que a su madre la habían trasladado hacía un año del Cereso de Chilpancingo, Guerrero, al Cefereso 16. “En la cárcel de Chilpancingo le habían dicho que probablemente tenga cáncer en la matriz, pero estaba por concluir el diagnóstico, y acá en el Cefereso 16 no la han mandado ni a consultas ni a estudios”.
La CNDH y otras organizaciones han documentado ampliamente la falta de atención a la salud mental en este centro, donde solo en el segundo semestre de 2023 se registraron diez suicidios. Tras las entrevistas a 59 mujeres detenidas, el 66 por ciento informaron tener alguna condición de salud mental que requiere un seguimiento especializado.
Pese a que algunas recibieron un diagnóstico psiquiátrico previo a su ingreso al Centro y otras fueron diagnosticadas tras su detención, todas fueron consistentes en manifestar que no se brinda un seguimiento médico de manera adecuada al interior del Cefereso
A quién le toca
Este penal fue concesionado, en 2010, y es operado por CRS Morelos S.A de C.V, cuyas acciones pertenecen actualmente a Capital Inbursa S.A de C.V de Carlos Slim. No es posible saber qué tipo de servicios le toca brindar a la empresa porque los contratos están reservados.
“El Cefereso 16 está bajo la figura de CPS (Centro de Prestación de Servicios, en el que una empresa construye y mantiene la infraestructura a cambio de una renta), hay entonces una participación pública privada. Los contratos para esto se firmaron hace más de diez años y la información de estos se reservó por una década, que ya venció en 2023, pero hubo una prórroga, y ahorita hay un litigio al respecto para poder conocerlos”, puntualiza Nayomi Aoyama, coordinadora del Programa de Sistema Penitenciario y Reinserción Social de la organización Documenta,.
Lo que sí se sabe, porque está en el artículo 4to de la Constitución y en la Ley Nacional de Ejecución Penal es que al Estado le corresponde brindar todos los servicios de salud que requieran las personas privadas de su libertad.
En su artículo 34 La Ley de Ejecución Penal señala que la autoridad penitenciaria en coordinación con la Secretaría de Salud Federal o sus homólogas en las entidades federativas y de acuerdo con el régimen interior y las condiciones de seguridad del centro penitenciario deberán brindar atención médica en los términos de la Ley General de Salud.
Es decir, explica Ruth Zenteno, “la ley establece que las personas privadas de la libertad deben tener el mismo acceso a los servicios de salud que quienes están en libertad, algo diferente sería discriminatorio”.
El IFDP pidió vía Transparencia que se le informara sobre los convenios firmados entre el IMSS o la Secretaría de Salud y el OADPRS para brindar atención médica en el Cefereso 16. El IMSS les respondió que sí hay un convenio vigente, pero que es un convenio marco que necesita específicos para operar, de los que no se dio más información. Por su parte la Secretaría de Salud declaró la inexistencia de la información.
Sobre el presupuesto que se destina en general a este centro penitenciario y en particular a la cuestión de la atención a la salud no es posible conocerlos, porque tanto en la Cuenta Pública como en el Presupuesto de Egresos de la Federación no está desglosado el monto por Ceferesos, solo se encuentra el general del programa E004 Administración del Sistema Penitenciario Federal que engloba a todos.
En solicitudes de información realizadas al OADPRS sobre este presupuesto específico, las respuestas que se dan es justamente que no se desglosa y que no es posible conocerlo.
“Hay un problema grave de transparencia y una dilución de responsabilidades por esto, desde que no se pueden conocer los contratos hasta que no se puede conocer el presupuesto, aunque en realidad la falta de atención a la salud no es solo una cuestión de recursos es problema de falta de articulación entre las autoridades y de falta de interés”, dice Nayomi Aoyama de Documenta.
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