Niños Migrantes Haitianos Sufren en México Doble Discriminación y Están en Mayor Riesgo
Los niños migrantes haitianos están expuestos a una doble discriminación por su condición de movilidad, pero también por el idioma y el color de piel.
Andrea Vega | N+
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En el albergue de Tláhuac, en Ciudad de México, que se dispuso para dar cobijo a población migrante, una niña de cuatro años procedente de Haití se acercó al personal de la Comisión de Derechos Humanos de la capital. Quería platicar con ellos y lo primero que les preguntó es, “¿de dónde creen que soy? Soy chilena”, respondió. La niña no quería que supieran su verdadero país de origen para no sufrir discriminación.
Así lo cuenta Nashieli Ramírez, presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos de la Ciudad de México, durante la conferencia de prensa en la que se presentó el informe Revertir el riesgo y la tristeza, un asomo a la realidad de las personas migrantes haitianas en México, de la organización Save The Children,
En este informe quedó de manifiesto que los temores de la niña del albergue de Tláhuac para tratar de ocultar su país de origen están totalmente fundados. En la encuesta que levantó Save The Children para su estudio, con 600 personas haitianas migrantes, estas destacaron discriminación y robo con violencia como los principales agravios sufridos, y en segundo lugar abuso de autoridad y violencia física.
De hecho, el informe revela que mientras los solicitantes de asilo de origen hondureño tuvieron un porcentaje de respuesta positivo de 85, 84 y 90 a su solicitud de refugio en México para los años 2020, 2021 y 2022; la tasa correspondiente para los solicitantes de origen haitiano fue de apenas 22, 23 y 12 por ciento para ese mismo periodo de tiempo.
“Más de la mitad de los migrantes encuestados dijo que ha vivido distinción en el trato por parte de las autoridades con respecto al que le dan a migrantes de otras nacionalidades; esto lo atribuyen al idioma y al color de piel”, explicó Ana Laura Nava de Save The Children México.
Los servicios a los que tienen limitados sus derechos y con respecto de los cuales sienten la mayor discriminación son en primer lugar el acceso a la vivienda, para 67 de cada cien, seguido en frecuencia por el maltrato en la búsqueda de empleo y en los trámites migratorios. Para las niñas, niños y adolescentes, los encuestados identifican la mayor discriminación en los impedimentos para ser recibidos en las escuelas.
Hay que considerar que hay 1.7 millones de haitianos que han tenido que dejar su país por razones climáticas, de trabajo o inseguridad, más de la cuarta parte de la población de la isla se ha tenido que mover.
“Para 2023, las personas haitianas son las primeras solicitantes de asilo”, dijo Giovanni Lepri, representante de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) en México.
A su vez, Nashieli Ramírez apunta que hay un cambio en el patrón migratorio en la última década. En menos de 10 años se ha pasado de los migrantes varones solos, que iban en tránsito, a las familias completas en condición de movilidad, y con México ya como un país de destino.
Empezar varias veces
Otros hallazgos del informe señalan que siete de cada diez migrantes haitianos salieron de su país por la inseguridad generalizada y dos de cada diez por persecución. Es el caso de Georgie Gregorg, de 33 años, quien actualmente se encuentra en Tijuana, México, esperando que la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) le conceda su estatus como tal.
En un video recabado por Save the Children cuenta que es ingeniero informático y economista, pero tuvo que salir de su país.
Allá aunque tu familia y tú no tengan dinero te secuestran y tienes que pagar; así que uno sale a la calle y no sabe si va a volver, por eso me fui para Chile, llegué allá en 2017 y encontré un trabajo, pero me pagaban muy poco y todo es caro allá, por eso me tuve que volver a mover, con todo y mi hija.
El caso de Georgie pone en sobre la mesa otro hallazgo del estudio de Save The Children, la migración haitiana no implica un traslado directo de Haití a México, prácticamente, en ningún caso; en cambio ocurre frecuentemente un fenómeno de re-migración.
Una parte importante de las personas en movilidad de origen haitiano cruzando por México estuvieron asentadas meses o años en países como Brasil, Chile o República Dominicana y fueron expulsadas por distintos motivos.
Esto tiene un impacto en la población adulta, que debe dejar su vida en un lugar y comenzar de nuevo en otro, pero sobre todo tiene un impacto para los niños. “Si para mí es difícil, para mi hija pequeña ha sido más, ella tuvo que dejar a sus amigos de la escuela y seguir migrando conmigo”, dice Georgie.
Las inclemencias de migrar
De las 600 personas que Save The Children encuestó para su informe, casi nueve de cada diez dijo haber padecido hambre en su trayecto; 88.1% dijo que padeció falta de techo; 77%, haber sido víctimas del delito; 63.3%, no haber contado con sanitarios, y 43.3%, haber estado enferma.
En tanto que cerca de cuatro de cada diez reportaron como cambio significativo en las niñas y niños que les acompañan en la migración la propensión al llanto, el estrés y la dificultad para dormir; uno de cada tres indica que notan falta de apetito y uno de cada cuatro que niñas y niños ahora juegan poco.
Dos tercios de las personas adultas encuestadas reconocen que no conversaron con niñas y niños la decisión de ponerse en movilidad y dejar el lugar donde nacieron. Más de la mitad afirma que la reacción de niños, niñas y adolescentes al plan de movilidad de la familia ha sido la tristeza.
Además, dos tercios de las personas encuestadas reconoce la insatisfacción de necesidades básicas para las niñas y niños a su cargo, como la alimentación o el descanso en un alojamiento digno, a lo largo de la ruta migratoria; la mitad comentó que las niñas, niños y adolescentes han padecido enfermedades y cerca de 40% señala que no asiste a la escuela.
A su vez, seis de cada diez reconocen que en la ruta hay riesgo presente de daño físico y enfermedades para niñas, niños y adolescentes; 38.4% ve la exposición a la violencia física y 13.2% a la violencia sexual como una posibilidad para los menores. Mientras, ocho de cada diez reconocen que no han realizado acciones para mitigar esos riesgos.
El estudio de Save The Children plantea una serie de recomendaciones entre las que destacan, explicó David Calderón, directivo de esta organización, una mayor inversión pública para la Comar y el Instituto Nacional de Migración (INM); programas específicos de habitabilidad y de reinserción escolar; la disponibilidad de información y de acompañamiento que atienda a la lengua materna.
Además, contempla difundir que a la niñez no nacida en México, por el mero hecho de ser niñas y niños, les corresponde el estatus de Visitantes por Razones Humanitarias.
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