Más De 9,000 Menores De Edad Asesinados En 4 Años
Ninguno de los proyectos estratégicos del actual Gobierno federal está dirigido a niños ni a homicidios de menores
Laura Alanís Villafuerte | N+
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Entre los miles de homicidios que se registran diariamente, hay otra cifra que va en aumento: los asesinatos de niños, niñas y adolescentes. Ejemplo de esto son los más de 9,000 menores asesinados en lo que va del actual Gobierno Federal, según cifras de la Red por los Derechos de la Infancia, REDIM.
Estimaciones de organizaciones civiles especializadas en este sector aseguran que hoy en México siete menores de edad mueren asesinados cada 24 horas; cifra que manifiesta el grado de vulnerabilidad y extrema violencia en la que vive la población más joven del país.
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Esto sería solo “un síntoma” de la guerra contra la delincuencia organizada que se vive desde hace años, dice Juan Martín Pérez, Coordinador en México de Tejiendo Redes Infancia, proyecto que promueve los derechos de la niñez en América Latina y el Caribe.
“El homicidio de infantes no puede verse como un delito aislado, dado que va de la mano con otros de alto impacto como desaparición infantil, explotación infantil, y feminicidios, entre otros”, agregó Martín Pérez.
Del 1o de diciembre de 2018 al 30 de septiembre del 2022 se han asesinado a 9,213 niñas, niños y adolescentes, de acuerdo con cifras de REDIM.
Al analizar las cifras proporcionadas sobre homicidios de menores de 0 a 17 años de edad, se le preguntó al activista por qué en cifras de homicidios dolosos (intencionales) se incluyen los culposos (por accidente o negligencia).
A lo que respondió que organizaciones civiles han documentado que las autoridades han “intentado maquillar homicidios infantiles con la categoría de 'culposo'” en últimas fechas, por ello ahora suman ambos tipos de delitos.
Sobre estas cifras, N+ buscó la opinión de la Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes de la (SIPINNA), organismo desconcentrado de la Secretaría de Gobernación, sin embargo no obtuvimos respuesta: la dependencia solo dijo que no cuenta con un titular del área.
Guerra contra el narco
En la opinión de Juan Martín Pérez, los homicidios de menores de edad en México no es un problema sólo del actual gobierno. Considera que esto arrancó a raíz del recrudecimiento de una guerra que se vive desde el año 2006 en nuestro país; “Aunque los gobiernos federales en turno se nieguen a reconocerlo”, dijo.
Con la declaración de la Guerra contra el narcotráfico hecha por el entonces presidente Felipe Calderón los delitos de alto impacto no sólo se dispararon sino que también modificaron su composición, explicó.
“[Entre 1980 y el año 2002] los homicidios con armas de fuego representaban dos de cada diez en promedio. [Hoy] este delito representa siete u ocho de cada diez, según la entidad federativa” dice Martín Pérez.
Y añade que antes este delito se registraba casi en su totalidad en zonas urbanas, mientras que ahora se ha “expandido por todo el territorio mexicano”.
Por su parte, Nancy Ramírez, Directora de Incidencia Política de la organización Save the Children, puso el dedo en 2015, año en el que su organización comenzó a detectar concretamente el incremento de homicidios de niñas, niños y adolescentes en México.
Y esto va relacionado directamente al “contexto de violencia que impera en el país”. Va en el marco de esta lucha generalizada y frontal contra la delincuencia organizada; con el ingreso del Ejército Mexicano en labores que antes correspondía a policía y que está generando enfrentamientos violentos en todo el país.
Con base en lo anterior, prosiguió, el resultado de tal escenario es que esto “trastoca la vida de niñas y niños porque finalmente ellas y ellos viven en las comunidades donde están ocurriendo los hechos violentos”. La infancia de esas comunidades muchas veces está presente durante los enfrentamientos.
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Y otra cosa que se olvida, continuó, es que a veces se olvida que las y los menores de edad están inmersos dentro de familias (de adultos) que pertenecen a grupos delincuenciales.
“Viven en familias donde está el crimen organizado; niñas y niños que son reclutados por el crimen organizado ante las propias circunstancias difíciles que enfrentan sus familias”. Y en vez de comprender el contexto social de muchos de éstos adolescentes (y de un probable reclutamiento obligado) lo que se hace es criminalizar.
Se comete el grave error de criminalizar “a quienes padecen esta violencia; sin comprender que hay toda una serie de situaciones detrás que se están viviendo desde la niñez y adolescencia y que muchas veces los obligan a estar en contextos de crimen organizado incluso participando dentro”.
Asesinatos de menores no son daños colaterales
Respecto a la reiterada declaración de autoridades de los tres niveles de gobierno, quienes han señalado —en los últimos tres sexenios— que el asesinato de menores de edad son parte de los “daños colaterales” en la lucha contra criminales, el también psicólogo Juan Martín Pérez, dijo que este tipo de declaraciones son “incorrectas”.
El daño colateral es una figura del derecho internacional que no puede aplicarse en México, dijo. Sobre todo porque en nuestro país “no ha declarado o reconocido un conflicto interno”. Y aunque lo usen coloquialmente políticos, eso es incorrecto, es irregular. Por lo tanto, subrayó, se llaman “homicidios y así tenemos que tratarlos”.
Por otra parte, al cuestionar a ambos especialistas sobre si han observado algún tipo de política pública implementada por el actual Gobierno lopezobradorista para proteger a infantes y adolescentes en este contexto de violencia, ambos coincidieron en que más que acciones aisladas, urgen estrategias integrales.
Nancy Ramírez, de Save the Children, señaló que en tanto no exista una estrategia integral de Estado que aborde y atienda la pobreza y desigualdad social que identifique dónde están y quiénes son los infantes que enfrentan riesgos, o que están inmersos en situación de violencia para activar los mecanismos de protección especial, el crimen organizado seguirá violentando o usando a infantes y adolescentes.
“Vamos a seguir teniendo una proliferación de crimen organizado que recluta a niñas y niños como un medio de supervivencia, porque no hay otras condiciones para sobrevivir, ésta es una de las tantas aristas que se tienen que resolver”.
En la opinión de Juan Martín Pérez, de Tejiendo Redes, el Estado mexicano actualmente no sólo no está cumpliendo con su mandato de ley en cuanto a la protección y derechos de infantes y adolescentes, sino que además prevalece una idea anticuada sobre este sector.
Ejemplo de esto es que cuando el Presidente López Obrador presentó sus 25 proyectos prioritarios al inicio de su administración, en ninguno de éstos incluyó a menores de edad, sostuvo.
“Los niños no votan, por eso es que en los 25 proyectos estratégicos no los incluyeron, porque reflejan esta visión del viejo patriarca, adultocéntrico, machista, que no los ve como sujetos de derecho”.
Aunado a lo anterior, enfatizó, y conforme ha avanzado esta administración federal se ha ido perdiendo comunicación entre el gobierno y organizaciones civiles especializadas en temas de infancia. “Cada vez se niegan más a hablar con la sociedad civil”, sostuvo.
Y aunque hemos tenido comunicación con funcionarios sensibles al tema como el Subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas; la Comisionada del Sistema Nacional de Búsqueda, Karla Quintana; o Constanza Tort, encargada de despacho de SIPPINA, lo que necesitamos, dijo, es “al Estado”.
En su momento se tuvo el compromiso de la entonces secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, y se logró incorporar una estrategia de atención a la violencia armada. Sin embargo, dijo, con su salida, ya no se le ha dado continuidad al tema.
Y aunque dicha estrategia está reconocida en una comisión para atender la violencia contra niñas, niños y adolescentes, lo cierto es que no se está atendiendo este tema. “Y los indicadores y las muertes” demuestran que “no hay disposición para cambiar esto”, finalizó.