Los obispos de las diócesis de Ciudad Juárez, Chihuahua, El Paso, Texas y Las Cruces Nuevo México, se reunieron para oficiar una misa binacional junto al Río Bravo en memoria de los migrantes que han muerto al intentar cruzar la frontera.
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Pues es muy duro separarse de su familia, salir huyendo de la violencia que hay en nuestro país, llegar acá y pasar otro tramo difícil, pero gracias a dios estamos aquí bien, esperamos pasar con un permiso muy pronto
Dijo Jaime Vladimir Guerrero, migrante salvadoreño.
Para Dios, para la iglesia, no hay fronteras y hay puentes, puentes en que podemos compartir con las vidas de los dos lados como una familia, vamos a celebrar esta realidad, al mismo tiempo estamos recordado que muchos han perdido sus vidas, tratando de cruzar
Comentó Mark Seitz, obispo de la Diócesis de El Paso, Texas.
Para la Diócesis de Ciudad Juárez, es necesaria una reforma migratoria para acabar con los abusos contra los migrantes.
Les urgimos, les pedimos encarecidamente que hagan una reforma migratoria que ayude, que una regularización que facilite, que permita el libre tránsito, que permita visas de trabajo para que puedan darles trabajo”
Señaló José Guadalupe Torres Campos, obispo de la Diócesis de Ciudad Juárez, Chihuahua.
Esta es una ocasión en que, a través de la fe, ante tantos muros, aquí hay puentes, para nosotros la migración es algo digno, es algo normal que todo ser humano tiene derecho de hacerlo
Indicó Javier Calvillo, director de la Casa del Migrante de Ciudad Juárez, Chihuahua.
En la misa binacional que se realizó del lado Mexicano en Ciudad Juárez, participaron también el obispo de la diócesis de Las Cruces Nuevo México, Peter Baldachino, decenas de migrantes y representantes de diversas organizaciones defensores de derechos humanos en la frontera.
Con información de Francisco Carmona.
LLH
