Asesinato de Sacerdotes Jesuitas en Chihuahua Cumple Ocho Meses
Se cumplen ocho meses del asesinato de los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, en la comunidad de Cerocahui, en Chihuahua
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Funeral de sacerdotes jesuitas asesinados en Cerocahui, Chihuahua, realizado en junio de 2022. Foto: Cuartoscuro | Archivo
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Este 20 de febrero de 2023 se cumplen ocho meses del asesinato de dos sacerdotes jesuitas al interior de una iglesia de la comunidad de Cerocahui, municipio de Urique, en Chihuahua. Las víctimas fueron Javier Campos Morales, conocido como el “Padre Gallo”, de 79 años; y Joaquín César Mora Salazar, el "Padre Morita", de 81 años de edad.
Ambos sacerdotes eran conocidos por las décadas de trabajo en distintas comunidades de la Sierra Tarahumara, y de acuerdo con los primeros informes de la Fiscalía de Justicia de Chihuahua, fueron asesinados cuando prestaban auxilio a un hombre que había sido atacado a disparos y se refugió al interior de la iglesia, donde posteriormente ingresaron hombres armados que arremetieron contra los sacerdotes y el lesionado.
El papa Francisco, también jesuita, condenó el ataque a los sacerdotes.
“Tantas muertes en México, estoy cerca, con el afecto y la oración, de la comunidad católica golpeada por esta tragedia. Repito una vez más que la violencia no resuelve los problemas”, afirmó el papa Francisco en aquella ocasión.
Por su parte, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), expresó sus condolencias a la Compañía de Jesús y lamentó la agresión.
Las investigaciones del caso resolvieron que el presunto responsable del ataque habría sido José Noriel Portillo Gil, alias “El Chueco”, supuesto líder de la delincuencia organizada.
¿Qué ha pasado a ocho meses del ataque contra los sacerdotes jesuitas?
El pasado 1 de febrero, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) recomendó a las autoridades federales y de Chihuahua implementar medidas cautelares para 11 sacerdotes de la comunidad jesuita que realizan actividades religiosas en Cerocahui y otros municipios de la Sierra Tarahumara, donde de acuerdo con los propios religiosos, el miedo persiste.
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Javier Ávila, sacerdote jesuita, indicó que a ocho meses del asesinato de dos de sus compañeros, la gente de Cerocahui realiza sus actividades con normalidad, pero el miedo siempre está presente.
El pasado 6 de febrero, César Jauregui, fiscal general de Chihuahua, aseguró que se dará cumplimiento a la recomendación de la CIDH, además que pronto “habrán resultados de la investigación”.
Con información de N+
OAGL