Gobierno Incumple con Dar Medicinas Recetadas por Instituciones de Salud

Pacientes de los hospitales de alta especialidad, que no tienen acceso a seguridad social, refieren que aún no les surten las recetas en las farmacias de estas instituciones o las surten a medias

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Andrea Vega

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Pacientes de Hospital General acuden a consulta.

Pacientes de Hospital General acuden a consulta. Foto: Cuartoscuro | Archivo

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Nunca se sabe lo que Christian Roberto Prado Ciénega, de seis años de edad, va a hacer. Su hiperactividad, producto del autismo que presenta, lo pone en riesgo todo el tiempo. Ya tuvo un accidente grave cuando se cayó de una resbaladilla a la que se subió sin cuidado. “No mide el peligro”, dice su madre, María Cristina Ciénega.

Un medicamento le ayudaría a estar más tranquilo, pero en el Instituto Nacional de Pediatría (INP), donde lo atienden, no se lo dan y sus padres no pueden comprarlo. 

El medicamento que necesita Christian se llama Tradea. En las farmacias tiene un costo de alrededor de 350 pesos. María Cristina dice que para la familia ese es un precio alto. Ella trabaja limpiando casas y por ahora solo tiene trabajo los viernes. Su esposo es jardinero, pero no tiene empleo fijo, solo lo que consigue de vez en cuando. Así que las finanzas familiares son complejas. 

La única explicación que le han dado a María Cristina en el INP para no darle el fármaco es que es un medicamento controlado que no tienen. “Eso me dijo la trabajadora social y no me da más explicación”. Hay otros medicamentos que sí le dan a Christian en Pediatría de forma gratuita, como la Predisona y Risperidona. 

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N+ solicitó una entrevista con el INP, tanto a través de comunicación social de la Comisión Coordinadora de Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad (CCINSAHE) a la que pertenece Pediatría, como a la Secretaría de Salud, para saber cuáles son los criterios para otorgar unos medicamentos y otros no en el tercer nivel de atención médica, que son los institutos y hospitales de alta especialidad, pero hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta.

El 13 de enero de 2020, el entonces subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, señaló a medios, después de salir de una reunión con el presidente Andrés Manuel López Obrador, que a finales de ese año ya habría gratuidad total, en servicios y medicamentos, en todos los niveles de atención, incluido el tercer nivel, para quienes no cuentan con seguridad social. 

Este portal acudió al INP y al Hospital General de México para preguntar a los usuarios si ya les estaban otorgando todos los medicamentos que les recetan y encontró lo mismo que reporta María Cristina, en algunos casos sí se los dan y en otros les dan la receta para que pasen a farmacia y en esta no hay los fármacos en existencia. 

Esto pese a que en diciembre pasado, la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) determinó que, ante enfermedades que implican el suministro de medicamentos de forma periódica, el Estado tiene el deber de garantizar este derecho oportunamente, pues de ello depende la vida, la integridad y la seguridad de las personas. 

La resolución derivó por el amparo que una persona promovió contra la omisión de un Hospital Regional del IMSS de entregarle oportunamente el medicamento prescrito para el control de su enfermedad y que el paciente adquirió por su cuenta, ante la urgencia por la falta de suministro. 

Casi cuestión de suerte

Dana Romina, de un año y ocho meses de edad, tiene insuficiencia cardiaca y Síndrome de Apert, una enfermedad genética en la cual las suturas entre los huesos del cráneo se cierran más temprano de lo normal. Esto afecta la forma de la cabeza y la cara. Los niños con el síndrome de Apert a menudo también tienen deformidades en las manos y en los pies.

Toma varios medicamentos, entre estos: espironolactona, captopril, furosemida, fluticasona y ninguno se lo dan en el INP, donde la atienden. Su madre, Mónica Sofía Mesa dice que se gasta unos 300 pesos a la semana en los medicamentos para la niña. Ella es madre soltera y vive con su hermana. Para sostenerse le lava ropa a las vecinas. No puede trabajar en un empleo fijo porque debe cuidar a la niña. Dice que acuden en el INP desde que su hija nació y nunca le han dado los medicamentos. No sabe por qué. 

Bruno Gutiérrez Aparicio tiene 5 años y padece artritis juvenil. Toma varios medicamentos como ciclosporina, amlodipino, cisaprida, entre otros. Su madre, María del Rocío Aparicio Narciso, dice que a veces le dan los medicamentos para el niño y otras no, porque no siempre los tienen en existencia en la farmacia

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Cuando no hay, que es bastante seguido, ella los tiene que comprar. Dice que solo la ciclosporina le cuesta alrededor de 900 pesos y 500 pesos el amlodipino. Para ella, que no tiene empleo, y para su esposo, que trabaja en el campo, ese gasto es muy alto. Y es que además de los medicamentos tienen que gastar en el traslado al INP para las consultas del niño, porque ellos viven en la Sierra de Puebla. 

Ni lo básico

En el Hospital General de México, los pacientes refieren que les dan las recetas para que las surtan de forma gratuita en la farmacia de la institución, pero es muy frecuente que no haya abasto de los fármacos. 

Verónica García padece herpes, colón inflamado, dolor crónico, problemas de visión y varias otras dolencias. Toma varios medicamentos: gabapentina, amitripilina, metformina. Cuenta que adentro en el hospital hay una fila enorme para la farmacia. “Una señorita pasa y revisa la receta y te dice si hay o no medicamento. Ahorita me dijeron que ni metformina hay, lo más básico”. 

La mujer dice que cuando no hay los fármacos, les están pidiendo formarse en otra fila para dejar sus datos y que les llamen en cuanto lleguen.

Pero es una hora más formada para que después ni te llamen porque ya me ha pasado. 

Verónica asegura que ella opta por comprar los medicamentos cuando no hay, pero que se le complica mucho porque ya no puede trabajar tanto por sus padecimientos. “Hago limpieza en casas, pero ya solo voy tres días a la semana y con eso voy distribuyendo mis gastos”. 

Bertha Robles tiene problemas en la tiroides y toma Levotoroxina, dice que sí se la han dado de forma gratuita en el Hospital General, pero que otros medicamentos que necesita como losartan y metformina mejor los pide en el centro de salud donde se atiende porque ha sabido que acá no hay. 

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Andrés Castañeda, coordinador del colectivo Cero Desabaso, señala que para resolver el problema del desabasto de medicamentos y la falta de gratuidad de los mismos se debe elevar el presupuesto para el otorgamiento de fármacos, mismo que no se ha incrementado en años. De acuerdo con un análisis del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), en 2023 al programa de Atención a la Salud y Medicamentos Gratuitos para personas sin seguridad social se le asignó un presupuesto de 85 mil 846 millones, para este año, ya con el programa en manos del IMSS-Bienestar, se le dio exactamente el mismo monto. 

El problema de los psiquiátricos

N+ también acudió al Hospital Psiquiátrico Fray Bernardino Álvarez, que dependen de la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones (Conasama) de la Secretaría de Salud, para verificar si ya se daba a los pacientes todos los medicamentos que se les recetan de manera gratuita, y encontró una situación muy similar a la de los institutos y hospitales de alta especialidad. 

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Karen Meza padece depresión grado tres y ataques de pánico. Tiene un año con estas condiciones y nueve meses como paciente del Fray Bernardino. Tiene que tomar sertralina y alprazolam, fármacos que no le dan en el hospital, ella tiene que comprarlos por su cuenta. “La doctora me dijo que ya se estaban dando algunos medicamentos de forma gratuita, pero que la lista de estos es pequeña y no entran los que yo tomo”. 

Aurelia Ríos tiene trastorno de ansiedad generalizada y personalidad obsesiva. Hace más de dos años que se atiende en el Fray Bernardino, y este 15 de enero fue la primera vez que le dieron una receta para cambiarla en la farmacia de gratuidad del hospital. Fue para solo uno de los tres medicamentos que toma, el aripiprazol. Los otros dos, sertralina y clonazepam, tendrá que seguir comprándolos. La explicación que le dieron fue la misma, solo hay una lista de medicamentos que se están surtiendo gratis. 

En este caso también se pidió a la Conasama, a través de la oficina de comunicación de la Secretaría de Salud, una explicación de cuáles son los criterios para dar de forma gratuita unos fármacos sí y otros no y cuándo se darán todos de manera gratuita como prometió el gobierno federal, pero tampoco se obtuvo respuesta. 

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