¿Por qué las Mujeres Mexicanas Son Menos Felices que los Hombres?

Los datos más recientes del Inegi revelan que, en promedio, las mujeres son 8.8% menos felices que los hombres en México

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Omar Gutiérrez | N+

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Encuesta INEGI: Por qué Mujeres Son Menos Felices que Hombres en México

De acuerdo a un estudio, los hombres de 18 a 29 años de edad son más felices que las mujeres. Foto: Cuartoscuro | Archivo

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El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) presentó las cifras más recientes sobre "Tres Dimensiones del Bienestar Subjetivo de la Población Urbana Adulta en México", que contemplan balance anímico, satisfacción con la vida y la llamada eudemonía o bienestar espiritual.

De acuerdo con el Inegi, el balance anímico general está acompañado de cinco balances específicos, resultantes de ámbitos positivos y negativos. Y aunque los cinco balances positivos incrementaron respecto a 2022, salta el caso del balance anímico: en promedio, los hombres (6.8) son 8.8% más felices que las mujeres (6.2).

La estadística también muestra que la brecha es más pronunciada en la mediana edad, alcanzando una distancia del 11.5%: en los rangos de edad de 30 a 44 años y de 45 a 59, donde los hombres reportan un balance anímico de 6.9 mientras que las mujeres se ubican en 6.1. Para las mujeres en particular es la etapa de menor nivel de felicidad.

El nivel más alto para ambos sexos se ubica entre 18 a 29 años de edad y es cuando la diferencia es menos pronunciada, aunque apenas por debajo del promedio, con una diferencia de 8.5%. Los jóvenes varones reportaron un balance de 7.0 y las mujeres de 6.4.

El único grupo de edad en el que existe un empate en los balances es el de los 60 años y más, cuando las mujeres alcanzan su máximo nivel y los hombres su punto más bajo: 6.5.

En el rubro de satisfacción con la vida, también destaca que los hombres se sienten más complacidos que las mujeres, con un balance promedio de 8.5, superior al 8.3 de las mujeres.

En este caso el rango de edad con la mayor brecha de género es el de 18 a 29 años de edad, en el que los hombres reportan un 8.9, mientras que en el caso de las mujeres es de 8.4

La distancia se acorta en el grupo de 30 a 44 años, con un 8.6 en el caso de los hombres y un 8.5 para las mujeres, para volver a ampliarse en el grupo de 45 a 59 años con hombres en 8.4 y mujeres en 8.1.

También en este indicador la situación se empata en el grupo de 60 años o más, cuando ambos grupos tienen un balance de 8.2: el punto más bajo para los hombres pero no para las mujeres.

Para llegar al balance de este rubro, se evaluaron múltiples aspectos de la vida personal de las personas, como relaciones personales, vivienda, actividad u ocupación, logros en la vida, estado de salud, perspectivas a futuro, nivel de vida, vecindario, tiempo libre, ciudad, país y seguridad ciudadana.

Destaca que en apartados como logros en la vida, estado de salud, vecindario y ciudad hay empates en los balances generales, mientras que en ámbitos como tiempo libre, país y seguridad ciudadana hay diferencias de 0.2, favorables al balance masculino.

Eudemonía —o bienestar subjetivo de la fortaleza anímica y sentido de la vida— es el último aspecto evaluado por el Inegi. Para conseguir este dato, se plantean enunciados con los que la persona encuestada debe responder qué tan identificada se siente en una escala del 0 al 10, donde el 0 es 'total desacuerdo' y el 10 es 'total acuerdo'.

Un ejemplo de las afirmaciones que forman parte del estudio es "Soy una persona afortunada", donde se alcanzó un promedio de 9.2 en el total de los adultos encuestados, tanto mujeres como hombres. 

Pero también hay señales de retroceso en la población femenina en relación a la misma encuesta del año 2022, pues se registró un aumento en las afirmaciones de valencia negativa, mientras que en el caso de los hombres hubo una disminución en este sentido.

¿Qué Influye para que las Mujeres Sean Menos Felices que los Hombres?

Los factores que influyen en la felicidad y bienestar de las mujeres mexicanas son muchos y variados, pero uno que se ha cuantificado es el tiempo libre. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Uso del Tiempo 2019, realizada por el Inegi, a nivel nacional, las mujeres trabajan en promedio 6.2 horas más que los hombres por semana.

En la estadística se precisa que las mujeres trabajan un promedio de 59.5 horas a la semana, incluyendo trabajo remunerado, trabajo del hogar no remunerado y producción de bienes para consumo exclusivo del hogar. En contraste, los hombres trabajan seis horas menos: un promedio de 53.3 horas a la semana, considerando todos los rubros.

La encuesta resalta que en actividades como la preparación de alimentos, limpieza de la vivienda, limpieza y cuidado de la ropa y calzado, de nueva cuenta las mujeres dedican más tiempo al hogar, con 13.8, 10.1 y 4.9 horas a la semana, respectivamente, superando las 4.7, 4.6 y dos horas que dedican los hombres.

La desigualdad en el trabajo doméstico no remunerado es una de las razones de fondo que señala la Organización Internacional del Trabajo (OIT) por las que las mujeres siguen rezagadas en el acceso al empleo, de acuerdo con nuevas cifras que indican que esta situación en realidad no han cambiado tanto durante los últimos 20 años.

La agencia de las Naciones Unidas desarrolló un nuevo indicador que mide la tasa de desempleo y detecta a todas las personas sin empleo que buscan ejercer alguna actividad, y de acuerdo con los primeros resultados obtenidos, se proyecta un "panorama mucho más sombrío de la situación de las mujeres en el mundo laboral que la tasa de desempleo".

"Los nuevos datos señalan que las mujeres siguen teniendo muchas más dificultades para encontrar trabajo que los hombres", afirmó el organismo.

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La Felicidad Es Cuestión de Salud: Especialista

Isabel Santos Pérez, maestra en psicología, resaltó desde su experiencia clínica cómo la falta de tiempo libre conecta varios factores de riesgo para salud mental de las mujeres mexicanas:

"Imagina un cerebro que está trabajando día a día en sus actividades laborales, cubriendo un horario fijo, que está resolviendo problemas, aplicando sus conocimientos. Ahí hay niveles de estrés 'normales', pero todavía hay que llegar a casa donde hay un segundo turno, y el cerebro sigue pensando en que hay que resolver las necesidades de la casa. Entonces, de nuevo hay estrés. Va a llegar un punto en el que el cerebro a lo mejor se cansa, sufre desmotivación… y aumenta el riesgo de desarrollar un padecimiento de salud mental", explica.

Santos Pérez considera que al estrés de la doble jornada se suman situaciones de violencia, tanto en la calle como en trabajo y en el hogar, lo que aumenta aún más el riesgo de un trastorno como ansiedad o depresión. Una de las recomendaciones para evitar desarrollar alguna enfermedad mental es realizar actividades de esparcimiento, pero esto también es más difícil para las mujeres, porque sencillamente cuentan con menos tiempo libre.

Por eso, su siguiente recomendación no es para ellas, sino para los hombres: ser más empáticos, aprender a escuchar, a identificar comportamientos violentos y responsabilizarse de sus propias emociones:

"Es una cuestión de preguntar qué necesita la otra persona, ofrecer apoyo, dejar de normalizar la violencia. Hemos escuchado que se responsabiliza a la mujer por cómo se vistió, por ir sola, y no debe ser así. Estamos en nuestro derecho de hacer nuestras actividades, sin que nos agredan, nos violenten o incluso lleguen a quitarnos la vida".

¿Qué Piensan las Mujeres Mexicanas?

Para las mujeres mexicanas que diariamente salen de casa para trabajar, estudiar o incluso divertirse, el hecho de que sean menos felices que los hombres radica en "la opresión patriarcal".

Dahlia, música de 30 años de edad originaria de la CDMX, considera que "a las mujeres se les exige más y se les reconoce poco".

"Desde los cánones de belleza que nos llevan a modificar nuestro cuerpo hasta la maternidad, el trabajo y el hogar", señaló. La artista también denunció que en materia de salud, los doctores varones generalmente minimizan el dolor de las pacientes.

Ella, como compositora y artista, también denuncia que las ideas de las mujeres son minimizadas en comparación de lo que proponen los hombres.

Por otra parte, Yos, mercadóloga de 31 años de la CDMX, considera que se trata de una cuestión de perspectivas.

"Socialmente, la mujer esta determinada a ciertas cargas y deberes que empujan a que muchas de nosotras no cumplamos con el rol de 'la mujer perfecta y feliz', y cuando salimos de esas casillas que la comunidad nos adjudica, nos mandan a la etiqueta de 'la mujer loca' y siempre he dicho 'loca, pero feliz'.

"Sí, existen muchos factores sociales para que una mujer sea 'menos feliz' que un hombre en México, y sólo es por la mirada de los externos para 'cómo debe ser una mujer'. Pero si dejáramos de creer que la mujer 'debe ser' de cierta manera, estoy segura que esa perspectiva cambiaría", afirmó.

Los factores sociales y delegar las tareas domésticas exclusivamente a las mujeres también fueron una constante en las mujeres consultadas por N+, sin importar su edad.

Para Valeria, estudiante de secundaria de 13 años de edad, la imposición de estereotipos provoca que el esfuerzo realizado por las mujeres sea "poco valorado por el género masculino", afirmó.

Lolis, ama de casa de Nezahualcóyotl, Estado de México, también señaló que el trabajo doméstico es muy agotador y poco valorado.

"La presión social que aún tienen las mujeres que se les exigen más en las áreas del hogar y los hijos además de que aún los salarios no son igualitarios", fue la opinión de Itzel, geógrafa de 27 años.

Para Marlene, nutrióloga de 30 años de edad, un factor que puede influir en la percepción de felicidad de las mujeres mexicanas es el constante miedo con el que viven.

"Vivimos con miedo cada que salimos a la calle, no podemos caminar tranquilas por miedo que nos vaya a pasar algo, que nos vayan a decir algo. No creo que los hombres en su mayoría haya experimentado esa sensación, que nos hace estar siempre alertas y cuidándonos en cualquier lugar que vayamos. Todos los días salimos, es decir, por lo menos una vez al día tenemos esa sensación", afirmó.

Sarita, de 71 años de edad, lamentó que las mujeres tengan menos libertades que los hombres, y reconoció que aún así, hay muchas que no conocen límites.

"Yo le decía a mi marido: 'soy una mujer feliz', y él pensaba que porque él me hacía feliz, pero una vez le contesté: 'soy feliz porque hago exactamente lo que yo quiero, no hay quien me limite'", recordó.

Sarita recalcó que las mujeres mexicanas son constantemente controladas por diversos factores como la familia, y reconoce que en ocasiones son las propias mujeres se "meten el pie ellas solitas", pues no delegan otras responsabilidades a los hombres.

"No nos dejan hacer lo que queremos porque todo es malo: salir a la calle solas, ir al cine solas, ir a un bar solas o salir simplemente a tomar un café con las amigas tarde porque 'qué va a pensar la gente si vamos solas'", reprochó.

Para Rosi, docente de 60 años de edad, el hecho de que las mujeres sean menos felices que los hombres se debe a la carga excesiva de trabajo que presentan al tener la profesión más exitosa de todas, sin pago: ser mamá.

"Nuestro horario rebasa las 24 horas, razón por la cual nuestro estado de ánimo baja debido al cansancio que adquirimos por ser mujer", explicó.

"Aún así, no decaemos en el aspecto físico, pero sí en el aspecto emocional, ya que sin nosotras se acaban las familias", concluyó.

Adita, terapeuta de neurodesarrollo de 29 años, es necesario considerar los factores externos e internos de cada persona.

"Creo que no es que las mujeres estemos más tristes que los hombres, quizás es el hecho de que hay más apertura emocional en las mujeres y eso nos permite aceptar y ser más conscientes de nuestras emociones, sin necesidad de negarlas", reflexionó.

Añadió que la brecha de oportunidades entre hombres y mujeres sigue siendo muy amplica, a pesar de la apertura y consciencia que se debe reconocer.

"Los privilegios de la sociedad machista para los hombres, siguen siendo altos y al vernos envueltas en estas violencias escondidas el estrés, la frustración y la tristeza, son inevitables", añadió.