Trata de Personas: Ser Víctima sin Saberlo
El 30 de julio es el Día Mundial Contra la Trata de Personas, un delito que ha evolucionado y tiene un dato oscuro: hay personas que no saben que están siendo explotadas
Por Roberto Hernández | N+
COMPARTE:
La trata de personas es un delito que en ocasiones puede estar oculto en prácticas cotidianas y, peor aún, presentarse en la misma casa de las víctimas. Un especialista en temas de crimen organizado, de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés), habla al respecto y lanza una alerta: “la trata de personas puede estar presente en muchos más lugares y espacios de lo que pensamos”.
Las cifras para dar cuenta de este delito suelen estar rodeadas de desconocimiento por parte de las víctimas y falta de confianza hacia las autoridades; sin embargo, la organización internacional A21, que define a la trata de personas como la esclavitud moderna, calcula que una de cada 150 personas es víctima de algún tipo de este delito.
¿Puedo ser víctima sin saberlo?
La respuesta concreta es sí. Las formas de enganchar a las víctimas han evolucionado y los explotadores se valen de recursos tecnológicos y dinámicas psicológicas para conseguir sus objetivos.
“Los tratantes se aprovechan de las necesidades de las personas: económicas, psicoafectivas y de trabajo, por ejemplo, entonces, las y los tratantes ‘llenan’ estas necesidades (con el fin de obtener un beneficio)”, señala Mario Cordero Véjar, titular de los programas de crimen organizado y drogas en UNODC.
Además, considera que hay señales de alerta en las cuales se debe prestar atención para saberse víctima de este delito.
Por ejemplo, pone sobre la mesa un posible caso de alguien que realiza una actividad y un tercero es quien se dedica a cobrar por el trabajo o servicio.
Cuando uno no recibe la ganancia (por el trabajo realizado) ya es un indicador de que hay una posible explotación y caso de trata
Explotación en plataformas digitales
Las plataformas digitales no solo son una opción para abrir oportunidades de trabajo y generar recursos económicos, también tienen ciertos huecos en los que se debe poner atención y ver la manera de evitar algún tipo de explotación.
Aunque algunas plataformas se han acercado con UNODC para llevar a cabo estrategias y solicitar asesoría técnica, conforme a estándares internacionales para saber cómo reducir la vulnerabilidad de las personas y evitar que sean explotadas, Mario Cordero expone que siempre existe el riesgo de que se presente explotación de algún tipo.
Algo muy importante es escuchar las experiencias de las personas: hay casos en donde una persona está vendiendo contenido sexual (a través de plataformas digitales), pero la ganancia no va para esa persona sino para el tratante
Cordero Véjar señala que el riesgo de ser víctima de trata se puede presentar, incluso, en las relaciones de pareja, pues la difusión de contenido explícito sin consentimiento se puede dar por una de las partes, quien lucra con ello sin que la ganancia sea compartida. “Es más, las personas pueden ni siquiera estar enteradas de ello”.
Por otra parte, considera que la manera en la que las plataformas digitales han abierto oportunidades a personas para emprender negocios o solicitar algún servicio, “son una maravilla y al mismo tiempo pueden difundir este contenido que va en contra de las personas”.
Te recomendamos: Policías Están Involucrados en Trata de Personas, Alerta Consejo Cívico de NL
Tratantes captan víctimas sin necesidad de salir de casa
A raíz de la pandemia, el modus operandi de las personas tratantes ha evolucionado, ahora se apoyan en la tecnología, principalmente, en las redes sociales.
“Ya no necesitas salir de casa para ser captado”, señala Mario Cordero Véjar.
Para ejemplificar esta dinámica plantea un escenario: “Imaginemos una niña que tiene problemas en casa, no se siente escuchada y hay violencia familiar. Entonces, necesita cubrir esta necesidad humana psicoafectiva y conoce a alguien (en internet)”.
Una vez que comienza la convivencia, “esta persona, detrás de la pantalla, no es quien dice ser y al ganarse la confianza empieza a pedirle fotos, videos, y esta persona (tratante) vende material de abuso sexual infantil. Entonces, está explotándola sin salir de casa”.
Y lo que puede ser aún más grave: “Puede que los papás de esta niña ni siquiera saben (que ella envía ese material y otra persona lucra con él) y ella no sabe que está siendo víctima”.
Para llamar a la prevención de este delito detalla dos modus operandi en concreto:
- Pesca (phishing). Los y las tratantes dejan alguna publicación en una red social de un supuesto trabajo súper atractivo, esperando a que la persona responda con interés, lo cual después resulta falso, y transportan a la víctima al norte del país para, por ejemplo, explotarla en un campo agrícola.
- De Caza (hunting). El o la tratante está activamente buscando potenciales víctimas, viendo perfiles, quién está en una mayor situación de vulnerabilidad, quizá accediendo a plataformas de videojuegos, para captar gente.
El gran problema de estos tipos de enganchamiento es que en la mayoría de los casos las víctimas son menores de edad.
Además, se ha identificado el uso de menores de edad en actividades ilícitas, donde los obligan a participar como halcones, en narcomenudeo o tráfico de armas. Esto se ha visto incrementado en los últimos 10 años
Menores de edad, los más vulnerables
En México, niñas y mujeres son las personas más vulnerables frente a la trata de personas, de acuerdo con el especialista de UNODC, además, destaca que a nivel poblacional están en mayor situación de vulnerabilidad las comunidades indígenas y las afromexicanas.
Hay muy poca visibilidad de estas comunidades en el país, (culturalmente están) relacionadas a discriminación y desigualdad histórica, por lo que no se les ha dado la atención de las necesidades esenciales
Y, precisamente, carecer de la atención de necesidades esenciales las pone en una situación de vulnerabilidad, la cual es aprovechada por tratantes para explotarlas de alguna manera a cambio de migajas económicas o psicoafectivas.
Menores de edad, concretamente entre 12 y 17 años, constituye un rango poblacional que está en riesgo por las distintas circunstancias (de carencias que puedan tener)
Además, señala que la mendicidad forzosa, además de la explotación sexual y laboral, es una práctica que prende focos rojos y se presenta tan cotidianamente que se puede volver invisible.
Hay tal desigualdad (en México) que no volteamos a ver (la mendicidad forzada) y lo normalizamos: una niña o niño en la calle, no sabemos si es víctima (...) Estamos acostumbrados a coexistir con la pobreza
Por otra parte, no deja de lado la relevancia que cobra el reclutamiento de jóvenes para participar en actividades delictivas.
Combatir la trata de personas requiere dos cosas: "Coordinación interinstitucional, pues es un delito que puede suceder en múltiples escenarios como turismo, campo, avión, barco, y formación constante, sobre todo de autoridades, para poder reconocer el delito".
Otra de las formas para informar a las personas acerca de este delito es mediante corazón azul, donde UNODC, de la mano con artistas y organismos gubernamentales alerta de los riesgos y las formas de prevenirlo.
¿Ha evolucionado la manera en la que enganchan los tratantes?
De acuerdo con Mario Cordero Véjar, el enganche se puede ver en dos sentidos: a través del perifoneo, anuncios en periódicos y medios locales, para promover trabajo falso y enamoramiento, pero por otra parte se le apuesta al uso de tecnologías, justo a través de redes sociales.
A medida en que aumenta la conectividad aumentan los factores de riesgo de que personas sean enganchadas
Sin embargo, los grandes retos son, por un lado, que las víctimas sepan que lo son y, por el otro, que las autoridades ofrezcan cifras más claras.
Cordero Véjar retoma datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP): en 2020 hubo 681 víctimas, en 2021, 753, y en 2022, 936. A lo que va de 2023, hasta junio, se han detectado 488; sin embargo, critica la falta de claridad en el tema.
Las cifras oficiales no desagregan el motivo por el cual (las víctimas) están siendo explotadas, (entonces, las investigaciones que se hacen derivan de) un cruce de información entre organizaciones no gubernamentales, organismos de derechos humanos y reportes periodísticos
Por otra parte, reclama que la falta de datos de calidad, y dimensionar un delito de esta naturaleza, “es muy complejo porque (la trata de personas) sucede en la clandestinidad y usualmente pensamos que solo es por grupos de la delincuencia organizada y transnacionales, pero también puede suceder dentro de las familias”.
Mario Cordero explica que en alrededor de 30 y 40 % de los casos, la víctima es explotada por alguien que conoce: amigos, familia o pareja.
En tu propia casa puedes ser explotado, te pueden obligar a pedir dinero o grabarte en alguna situación sexual y (el material) venderlo
Por último, señala que en México existe una fórmula que alimenta la impunidad:
Es importante recordar que en México hay una cifra de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) que dice que más del 90% de la población no reporta delitos debido a la desconfianza en las autoridades. Si aplicamos una fórmula, hay muchísimos más casos que no están identificados, pero existen
Sigue leyendo:
- Aseguran Inmueble por Trata de Personas en Metepec; Liberan a 6 Mujeres
- Trata de Personas Aumenta Casi 70% en México: Estudio
LECQ