8M: Desigualdad También en el Mundo Digital
Las mujeres no solo enfrentan acceso desigual a las tecnologías, también reciben menos oportunidades de capacitación y apoyos para desarrollarse dentro de las TI
Roberto Hernández | N+
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La participación de las mujeres en el mundo digital aún es baja y los motivos no ayudan a su inclusión: brechas en desarrollo de carrera, falta de acceso a tecnologías, desigualdad en ofertas salariales y desinterés de empresas por capacitarlas son las barreras que deben sortear.
De acuerdo con Manpower, hay un déficit de 68% de personal en general para cubrir las vacantes de Tecnologías de la Información (TI), sin embargo, "pese a que hay una alta demanda de personal, persiste la desigualdad laboral", señala Carlos Bueso, director de Experis, una filial de Manpower.
El especialista en análisis de negocios considera que el mundo digital está en un muy buen momento para romper las brechas de desigualdad y volverse ejemplo para otros sectores comerciales.
En México hay un promedio de 20% de participación de las mujeres en TI, es decir, una de cada cinco plazas en cualquiera de las áreas es ocupada por mujeres
Pero destaca dos datos que llaman la atención y alejan la participación de las mujeres: la desigualdad salarial y la falta de oportunidades de desarrollo dentro del campo laboral.
"A nivel de salarios hay una brecha que incluso tiene que ver también con gastos generales, pues de acuerdo con datos del IMCO las mujeres perciben 18% menos de salario que los hombres".
Por otra parte, hace énfasis en la falta de paridad de género al momento de abrir oportunidades de crecimiento dentro de las empresas.
"(En un estudio que realizamos) el 67% de las mujeres comentaron que sienten y experimentan que tienen menos oportunidades de capacitación laboral, es decir, las empresas hacen selección de personas para capacitación y entrenamiento y no cumplen con la meta de paridad".
Por lo anterior, señala la necesidad de que las compañías trabajen en la educación interna y con ello brinden capacitaciones para que cada vez más mujeres puedan acceder a posiciones vinculadas con la tecnología, aunque su formación académica sea distinta.
Es una buena oportunidad para tener una mayor inclusión femenina en los roles de tecnología, pues no hay situaciones en las cuales se requiera de un género en específico (para realizar actividades dentro de las TI)
Persiste desigualdad académica
De acuerdo con UNICEF, en México apenas 35% de las mujeres estudian carreras relacionadas con las ciencias, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas.
“Los prejuicios y la desigualdad en torno al acceso a tecnologías y habilidades digitales clave para el aprendizaje y el futuro desempeño profesional están dejando atrás a millones de niñas y adolescentes en México”, señaló en un comunicado Fernando Carrera Castro, representante de UNICEF en el país.
Ponerle fin es una meta clave para el futuro de las niñas y las adolescentes y para el desarrollo sostenible del país
Por otra parte, alerta acerca de las cifras que reveló Inmujeres sobre la inseguridad que viven en el mundo digital.
"El acceso a nuevas tecnologías sin políticas de protección adecuadas resulta en mayores riesgos para las mujeres, las niñas y las adolescentes: entre las mayores de 12 años, nueve millones han sufrido acoso cibernético en el país, con mayores niveles de exposición entre las adolescentes y las más jóvenes. Insinuaciones y propuestas sexuales (36%) son las situaciones más frecuentes".
Los datos no son muy distintos a los que presenta PwC en torno al acceso de las mujeres a la tecnología: para el 3% de las mujeres las áreas de tecnología son su primera opción de carrera, 78% no pudo nombrar a una mujer famosa que trabaje en TI y solo el 5% de equipos en áreas relacionadas con tecnología son liderados por mujeres.
Remar contra el 'Club de Toby'
Mónica Talán es fundadora de CryptoConexión, desde donde busca dar herramientas a mujeres para que incursionen en la Web3 y el Metaverso.
Hay una brecha amplia en la inclusión de mujeres en Web3, apenas un estudio reveló que solo el 13% de la inversión se destinó a mujeres emprendedoras y, además, solo 4% de los equipos en Web3 los lideran mujeres
La Web3 tiene como objetivo que los usuarios se vuelvan dueños de su contenido y su identidad digital. "Es el poder del consumidor porque es dueño de su identidad y activos en la parte digital".
Pese a señalar que las oportunidades dentro de Web3 para las mujeres deben verse con optimismo, reconoce la importancia de los círculos sociales al momento de formar equipos de emprendimiento.
"Normalmente, tú vas a trabajar con las personas que conoces y están a tu alrededor, entonces, si son hombres quienes reciben los apoyos de los proyectos y la gran mayoría de su círculo social está integrado por hombres, ahí se irán los recursos".
Además, puntualiza las situaciones que considera alejan a las mujeres de la Web3.
Ya existe una brecha en la parte digital porque hay poca participación (de mujeres) en las carreras universitarias. Además, hay cierto temor ante la creencia de que no califican con todos los criterios de contratación. También persiste el mito de que deben ser desarrolladoras, pero hay gran variedad de opciones, como la creación de contenido o la evaluación de la experiencia del usuario
Sin embargo, aclara que los datos aún no son del todo claros. "Desde nuestra iniciativa Wagmi Latam, además de ofrecer talleres y herramientas de capacitación, estamos realizando una investigación para saber cuál es la barrera principal que no permite que las mujeres entren a la Web3".
La barrera geográfica salarial
Laura Patricia Martínez Rodríguez es editora técnica en Bishop Fox, una empresa de ciberseguridad con presencia internacional. La seguridad, el sueldo y la posibilidad de trabajar desde casa la motivaron a cambiar la enseñanza de inglés por el lenguaje especializado para la programación.
"El factor salarial es uno extremadamente grande, aunque mi contexto académico era excelente para lo que hacía en ese momento, el rango salarial y las oportunidades eran muy limitadas, por lo que influyó no solo moverme a un rango salarial más alto sino una posición con más movilidad, que es una ventaja que realmente ofrece el mundo de la tecnología".
Aunque reconoce que la remuneración también depende del tipo de contrato que se logre.
Definitivamente hay una brecha geográfica porque, aunque las oportunidades laborales en el campo de la tecnología en México tienen rangos salariales más altos con respecto a otras industrias, no se pueden comparar con el rango salarial que hay en países como Estados Unidos
Explica que su esposo trabaja para empresas de Estados Unidos y ella está contratada en una división en México. "No se puede comparar el rango salarial, aunque tenemos más o menos los mismos años de experiencia, trabajamos en la misma área y tenemos títulos profesionales, simplemente la brecha tiene que ver más con la ubicación geográfica".
Por otra parte, asegura que en el área en la que se desempeña no ha sufrido algún tipo de discriminación o violencia de género.
"Es poca la experiencia uno a uno, es un campo con menos cabida para estereotipos, pero sí ha sido un campo que me ha dado bastante apertura y oportunidades sin importar el factor del género".
En cambio, pone sobre la mesa una condición laboral que ahora considera determinante: home office.
En el año 2014 vivía a dos cuadras de mi (anterior) trabajo; mi última clase terminaba a las 8:30 de la noche, entonces, de camino de la escuela a mi casa me asaltaron y golpearon, fue una experiencia realmente traumática
Considera que el tema de la seguridad física es extremadamente importante para ella y señala que es un factor que influye en su decisión para entrar a esta industria.
"Permite trabajar de una manera segura en cuanto a que no tenemos que trasladarnos a un lugar que está lejos de casa; si no tenemos un vehículo lo que implica el transporte público. Si es muy temprano está oscuro, si es muy tarde también".
Además, asegura que el trabajar desde casa le permite mantener una relación cercana con su familia y su pareja, "eso ayuda a la salud de las relaciones"; seguir levantando pesas y conocerse a sí misma. "Darte cuenta de tus prioridades y mejorar tu ética de trabajo".
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