CJNG, su Organización, Estrategias y Violencia para Dominar México

El CJNG es el grupo criminal más poderoso del país, con capacidad de sostener "pequeñas guerras" de forma simultánea, capacidad de operación y logística para traficar; poder económico para sobornar; y armamento para combatir a grupos rivales y a las fuerzas armadas.

El análisis El Cártel Jalisco Nueva Generación: El mayor reto de seguridad en la relación México-Estados Unidos, escrito por Raúl Benítez Manaut y Josué González para Small Wars Journal, detalla que en la actual administración las operaciones del cártel se afianzaron y hay evidencia de que se está expandiendo territorialmente.

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A decir de estos expertos en seguridad, el CJNG se ha beneficiado de los golpes que el gobierno le ha dado al Cártel de Sinaloa, en especial de las capturas y los juicios en Estados Unidos de Joaquín 'El Chapo' Guzmán Loera, y a miembros de su familia.

De acuerdo con datos de la DEA, el Cártel Jalisco tendría cerca de 19 mil miembros, asociados, facilitadores y corredores en todo el mundo, y en México tiene presencia en 21 de los 32 estados. Además, para EUA este grupo criminal tiene un papel importante en el tráfico de fentanilo.

En un mapa que acompaña este análisis, se puede observar la evolución del CJNG en México: en 2009, cuando era conocido con el sobrenombre de Matazetas, apenas tenía presencia en dos entidades. Para 2022, su presencia se extendía a 28 estados de la República mexicana, es decir, solo en cuatro no "está".

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Claves del poder del CJNG

Los puntos clave de esta organización criminal, según Raúl Benítez Manaut y Josué González, son los siguientes:

• Diversificación de actividades, pues va del tráfico de drogas, extorsión, secuestro, robo de hidrocarburos, tráfico de personas, migrantes al tráficos sexual de mujeres.
• Tiene capacidad logística para el tránsito de drogas. Producción de fentanilo y la instalación de laboratorios para su producción en Michoacán, Nayarit, Colima y Jalisco.
• Operaciones con amplio nivel de violencia a través de estructuras paramilitares (sicarios) y su capacidad para el lavado de dinero.
• Tácticas de combate urbano para evitar la captura de sus líderes, vengar su muerte o detención.
• Uso de elementos de identidad y operación de corte militar y su amplia capacidad para enfrentar a las fuerzas del Estado.
• Operaciones de insurgencia, contrainsurgencia, encubiertas, de sabotaje, guerra psicológica, combate urbano y enfrentamiento de milicias locales afines.
• Se organiza en células armadas, con tácticas de tipo terrorista y con distinto nivel de complejidad, según sea el estado del país y el tipo de modalidad criminal.
• Alta capacidad para sobornar autoridades; lo que le permite operar con impunidad, obtener información sobre operativos en su contra y sobre otras bandas.
• No solo combate a otros grupos criminales, también ha dirigido actos terroristas contra la población civil, policías y funcionarios de gobierno.

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Entre las reflexiones finales, los autores de El Cártel Jalisco Nueva Generación: El mayor reto de seguridad en la relación México-Estados Unidos, publicado en Small Wars Journal, establecen que la capacidad de sostener "pequeñas guerras" en el país:

(...) se debe a su capacidad económica, armamento y logística, así como a las alianzas construidas mediante corrupción y la capacidad para ejercer gran violencia

Respecto a por qué el CJNG se convirtió en un tema relevante para la seguridad entre México y EUA, se debe a que es la organización criminal más importante en este momento, tras el debilitamiento del Cártel de Sinaloa, y que juega un papel relevante en el tráfico de fentanilo, el cual fue declarado en la Unión Americana como el principal problema de salud pública y de seguridad binacional.

El problema es que la estrategia conjunta no ha funcionado, y en ambos países las raíces sociales y económicas que favorecen al crimen "no han sido atacadas con fuerza"; hay un mercado consumidor y otro de distribución, además de la existencia de otro que abastece de precursores para elaborar la droga.

Al final, los autores señalan que es necesario tener enfoques más amplios e integrales, que tengan que ver con la reconstrucción de comunidades y ciudades afectadas por la violencia; así como estrategias de reconstrucción social y política, entre otras alternativas para combatir al crimen organizado.

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Con información de Small Wars Journal

ICM