El Cártel de Sinaloa, No Muere Solo Se Transforma

Algunos de los líderes del cártel han sido detenidos y extraditados a EUA, pero esto no ha terminado con el poderío de la organización, y esta es la razón

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Carlos Valle | N+

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El Cártel de Sinaloa ha cambiado de liderazgo

Joaquín 'El Chapo' Guzmán y Ovidio Guzmán, ambos detenidos por narcotráfico. Foto: Cuartoscuro | Archivo

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La detención de Ovidio Guzmán López es un golpe importante a la estructura del Cártel de Sinaloa, sin embargo, está lejos de ser definitivo.

Sí, Ovidio Guzmán era un objetivo importante en la lucha contra el narcotráfico, no sólo de México, también de Estados Unidos, además era una espina pendiente del gobierno de México. 

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Los Guzmán han sido protagonistas de hechos lamentables para los presidentes de los últimos dos sexenios, Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador. El primero, en julio de 2015, vivió la segunda fuga de Joaquín El Chapo Guzmán, en esa ocasión del penal de máxima seguridad del Altiplano, al que este jueves llegó su hijo. 

López Obrador enfrentó el llamado “Culiacanazo” en 2019, cuando luego de capturar a Ovidio Guzmán tuvo que liberarlo para evitar lo que pudo haber sido una jornada sumamente violenta en Culiacán, con múltiples bajas civiles y militares.

Así pues, se trataba de una cuenta pendiente, sin embargo, la captura de Ovidio Guzmán, no es definitiva ni desmantela la estructura del Cártel de Sinaloa, que no depende de liderazgos y tiene una inmensa red que lo soporta.

Cártel de Sinaloa en los Últimos Años

Un reporte del Servicio de Investigación del Congreso de Estados Unidos, fechado el 7 de junio de 2022, y que se titula México: Organizaciones de Tráfico de Drogas y Crimen Organizado, asegura que tras el fallecimiento, en 2014, de Juan José El Azul Esparragoza, quien tomó las riendas del Cártel de Sinaloa fue Ismael El Mayo Zambada.

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Pero el reporte asegura que “el Cártel de Sinaloa puede operar con una estructura de liderazgo más horizontal de lo que se pensaba anteriormente”. De hecho, explica, que antes de la segunda detención de Joaquín El Chapo Guzmán, éste ya había cedido el mando a El Mayo y a El Azul.

Después de la extradición de El Chapo Guzmán a Estados Unidos, comenzó la recomposición interna del cártel, que según el mismo informe del Congreso estadounidense “se ha dividido en cuatro facciones clave”. 

Uno está dirigido por El Mayo; otra del hermano del Chapo, Aurelio El Guano Guzmán Loera; una tercera por un cofundador del cártel de Guadalajara” de quien no se menciona nombre alguno y un cuarto grupo compuesto por “los cuatro hijos de El Chapo, conocidos colectivamente como Los Chapitos: Ovidio Guzmán López, Joaquín Guzmán López, Iván Archivaldo Guzmán Salazar y Jesús Alfredo Guzmán Salazar.

“La fricción entre dos facciones—Los Chapitos y el grupo liderado por El Mayo—fue intensa durante 2021”, dice el informe.

Otras versiones indican que más que fricciones, simplemente el cártel comenzaba un relevo generacional, pues Ismael El Mayo Zambada, uno de los últimos narcotraficantes de la vieja guardia ya rebasa los 70 años de edad. 

Una red gigante y benéfica para el negocio

El medio especializado en temas de crimen organizado y seguridad ciudadana, Insight Crime, refiere que la división del Cártel de Sinaloa entre El Mayo, Los Chapitos y El Guano, había permanecido en relativa armonía ya que “el cártel de Sinaloa no cuenta con una estructura jerárquica”, como señalan informes del Congreso de Estados Unidos. 

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Las facciones “tienen sus propias organizaciones autónomas que cooperan entre sí, mientras que las operaciones del cártel en el extranjero, e incluso en el interior de México, generalmente son tercerizadas a través de socios locales.”

Esto lo explica muy bien un artículo del Wilson Center, del académico Víctor Manuel Sánchez Valdez, titulado Redes Criminales y Políticas de Seguridad. 

El texto señala que en realidad el Cártel de Sinaloa es una gran red y esto tiene varias ventajas, la primera es que “no es una organización que esté presente en cada uno de los eslabones de la actividad delictiva, como el narcotráfico. Ha generado una gran red de socios con los que comparte riesgos y beneficios. Grupos criminales en Colombia, Perú y Hong Kong proveen las materias primas, las organizaciones centroamericanas y africanas trabajan con ellos transportando la droga, y las pandillas en Estados Unidos son responsables de su distribución local”. 

El artículo del Wilson Center revela que esta estructura representa un claro beneficio: si un eslabón falla, es sustituido por otro. Transportistas y traficantes son removidos constantemente y “a pesar de que el Cártel de Sinaloa tiene una posición central en la red, su relación con otras organizaciones no es vertical, sino horizontal”.

Según Víctor Manuel Sánchez, autor del artículo, esto es importante porque ofrece un equilibrio, delicado, pero finalmente útil para la operación diaria, “si bien todas las organizaciones son sus aliadas, ven entre ellos mismos una confrontación directa, que sería impensable en una estructura vertical (…) en una lógica horizontal, cada organización toma sus propias decisiones.”

Rupturas y detenciones pero el negocio crece

Pero estos equilibrios delicados son fáciles de romper, Insight Crime señala a un personaje que ha sido fundamental para sembrar la discordia al interior del cártel: Dámaso López Núñez, El Licenciado, quien según los reportes de inteligencia era un personaje muy cercano a El Chapo y al que se le atribuye un ataque en febrero de 2017 contra El Mayo y dos de Los Chapitos. 

El ataque no tuvo éxito, y meses más tarde El Licenciado fue capturado y en 2018 también fue extraditado a Estados Unidos.  

 

Actualmente la Administración de Drogas de Estados Unidos (DEA por sus siglas en inglés), tienen en su lista de los más buscados a Ismael El Mayo Zambada y Jesús Alfredo Guzmán Salazar quien se dice que en realidad es el líder de Los Chapitos, de hecho en la página del Departamento de Estado, en la lista de los objetivos clave de narcotraficantes mexicanos, quien aparece en la parte superior de la lista es Jesús Alfredo Guzmán, quien este año cumplirá 40 años.   

El reporte del Congreso estadounidense señala que a pesar de las divisiones el Cártel de Sinaloa sigue siendo poderoso por “su dominio internacional, su infiltración de los niveles superiores del gobierno mexicano” y sus distintas alianzas. 

Lo que sí ha mermado su poderío es la confrontación con el Cártel Jalisco Nueva Generación, el cual ha tenido la mayor expansión en los últimos años, según dicho informe.

El reporte señala que a pesar de lo anterior “el Cártel de Sinaloa demostró la mayor capacidad de fabricación de fentanilo en laboratorios ocultos; por lo tanto, la DEA estima que es un importante impulsor del tráfico de fentanilo a los Estados Unidos.”

Además, un artículo publicado por el Instituto Brookings de Washington en abril del 2022, por la investigadora especializada en temas de seguridad global, Vanda Felbab-Brown, revela que otro de los factores que explica la fortaleza del Cártel de Sinaloa, a pesar del paso del tiempo, y del CJNG, es que “sigue buscando sistemáticamente apoderarse de toda la cadena vertical de muchas economías de México y no solo de las ilegales”. 

Felbab-Brown dice que en su investigación más reciente encontró que “el Cártel de Sinaloa se ha apoderado despiadadamente de todos los aspectos de la pesca en México, desde la captura hasta el procesamiento y las ventas a los restaurantes, sin enfrentar ninguna resistencia.”

Las detenciones de alto impacto mediático, como son las de Ovidio Guzmán y en su momento la de Joaquín El Chapo Guzmán, generan una esperanza que no resulta coherente con lo que se vive en las calles.

Cuando El Chapo Guzmán fue declarado culpable de los 10 cargos federales que enfrentó en una corte de Nueva York, Richard Donoghue, fiscal federal para el Distrito Este de esa ciudad, dijo que Guzmán nunca más "derramaría veneno en nuestro país (EU), ni ganaría millones mientras se pierden vidas inocentes". 

En realidad, esto nunca sucedió. Por el contrario, el negocio siguió creciendo.

En un artículo publicado en 2021 por la revista Business Insider, titulado El Chapo lleva 5 años preso, pero el negocio nunca estuvo mejor para el cártel de Sinaloa se detallan cifras oficiales de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, que revelan que en “el año fiscal 2016, gran parte del cual Guzmán estuvo tras las rejas en México, las incautaciones de cocaína en EU pasaron de más de 23.5 toneladas en 2016”, a 28.1 toneladas para 2021.

“En 2015, con Guzmán aún prófugo, se recuperaron 13.1 toneladas de metanfetamina en Estados Unidos. Cinco años después, las incautaciones en EU aumentaron a 53 toneladas.”

Esta producción masiva de drogas y distribución en Estados Unidos, posiblemente no puede ser atribuible enteramente al Cártel de Sinaloa, sin embargo si demuestra que la caída de los grandes capos y su extradición, no necesariamente repercute en mayor seguridad o menor tráfico de drogas.