Bosques de Kelp: Selvas en las Profundidades Marinas

En el desierto de la península de Baja California se ve impensable que exista un inmenso bosque de 40 metros de altura lleno de vida como los que existen al sur del país.

Estos son los bosques de kelp, también conocidos como bosques de sargazo gigante: kilómetros enteros de algas pardas gigantes, un ecosistema marino en el que especies de todo tipo, desde la más diminuta como el plancton hasta la enorme ballena gris conviven y pasean para desovar, criar, alimentarse, descansar y protegerse de sus depredadores.

Pero aunque parezca imposible, estos enormes bosques se mueven. Cada año se desplazan alrededor de cuatro kilómetros hacia el norte debido al incremento en la temperatura, como si estuvieran caminando lejos.

¿Por qué los bosques de kelp se están moviendo?

En la Isla Cedros, ubicada en el Pacífico, se encuentran los bosques de kelp y allí es donde se entiende lo que sucede en este ecosistema.

Los bosques de kelp se encuentran en el 25% de las costas del mundo, desde zonas templadas hasta cerca de los polos con aguas frías ricas en nutrientes y claras que permiten la entrada de la luz del Sol.

Esta zona del Pacífico cumple con estas características.

Los bosques de kelp son auténtico motor para la vida en los océanos y tan importantes para la vida marina como la selva del Amazonas es para la vida terrestre.

Lo más llamativo de este ecosistema son las enormes algas pardas o laminarias, que van desde el fondo hasta la superficie. Su capacidad de desarrollo es tal, que crecen hasta 40 centímetros por día, parecen verdaderos árboles en el fondo del mar.

Los bosques de kelp no solo son importantes para la vida en el mar; ayudan a los seres humanos a mitigar el cambio climático al absorber toneladas de bióxido de carbono todos los años.

Esta alga, cuyo nombre científico es Macrocystis pyrifera, puede capturar 200 gramos de carbono por metro cuadrado por año. Podría parecer poco, pero se observa su extensión, significa que capturan muchísimo dióxido de carbono.

Se estima que los kelp a nivel mundial pueden capturar en tan solo un año hasta 200 millones de toneladas de dióxido de carbono.

El doctor José Ángel Zertuche, del Instituto de Investigaciones Oceanológicas, de la Universidad Autónoma de Baja California, señaló que representan un ecosistema muy productivo que dan un servicio ecológico, porque son importantes para pesquerías comerciales como la del abulón, el erizo, de la langosta y peces.

En México, la cosecha de algas relacionadas a estos bosques es importante para la economía. Cada año se obtienen 40 mil toneladas para la elaboración de sustancias como los alginatos con los que se hacen productos industriales y de uso cotidiano.

Riqueza del mar a la industria

El doctor Zertuche destacó que México tiene una industria de algas:

Hay tres principales: los alginatos que salen de las algas pardas, los agares que salen de algas rojas, y los carragenanos que también salen de algas rojas. Estos carbohidratos, que tal vez se escuchan por primera vez, todos los mexicanos los hemos consumido

Desde helados, mermeladas, cremas cosméticas, hasta impresiones dentales, los alginatos son importantes en muchas industrias, tanto así, que ya se fabrican en laboratorios.

A pesar de su gran importancia ecológica y económica, no se realizan los suficientes esfuerzos para su protección.

El especialista indicó que cuando la causa es el cambio climático, particularmente el mar, que no solo implica el calentamiento del agua, sino el incremento en el nivel del mar, es difícil pensar que se puede regresar a que los ecosistemas sean como antes.

Al calentarse el planeta, llegan ondas de agua caliente. Entre más caliente es el agua, menos nutrientes contiene. Esta combinación entre altas temperaturas y bajos nutrientes comprometen la supervivencia de los bosques de kelp.

No se sabe en qué medida el ecosistema será capaz de adaptarse o no a este cambio

Si este bosque desapareciera, el hogar de muchos animales marinos también desaparecería. Además se compromete la migración de las especies pues se forman corredores entre ellos que les ayudan a viajar a través de las costas sin el peligro de ser depredadas.

Posiblemente lo que va a pasar es que esos mantos dominados por Macrocystis serán sustituidos por otra alga, pero van a ser ahora diferentes.

En las Channel Islands, California,  Estados Unidos, han logrado implementar una área marina protegida equivalente a 3 mil 809 kilómetros cuadrados para la protección de los bosques de kelp.

Un manejo integrado, basado en ecosistemas es usado para promover la conservación a largo plazo.

Se debe trabajar en conjunto en una visión que beneficie a estos bosques y a los diferentes sectores que los aprovechan.

La visión Penta Helix es que justamente la comunidad, el gobierno, las ONGs y la academia trabajen juntos para hacer un proyecto sostenible, permitiendo al mismo tiempo usos humanos compatibles.

El santuario ha protegido y recuperado una biodiversidad admirable, ecosistemas productivos y especies sensibles, un patrimonio marino que no se encuentra en en otro lugar del planeta. Gracias a estos esfuerzos de conservación los bosques han incrementado su persistencia.

¿No será que es momento de crear refugios para la protección de los bosques de kelp del cambio climático?

Esta pregunta fue el eje de Selvas en las Profundidades Marinas, capítulo uno de la Segunda Temporada de la serie 1.5 Grados para salvar al planeta, contenido exclusivo de N+Media, en el que se abordó el tema de los bosques de kelp.

¿Qué es 1.5 Grados?

Es la serie exclusiva de N+Media de periodismo de ciencia que busca explicar de manera clara y didáctica, las causas, consecuencias y potenciales soluciones del cambio climático. La segunda temporada de este producto arrancó este 19 de abril de 2023.

LLH