¿Cómo Afecta a los Niños Presenciar un Robo o Asalto?

En la Ciudad de México y el Estado de México cada día ocurren en promedio 30 asaltos en combis y camiones, según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, y estos son solo el 10% de los casos que se denuncian.

Los delincuentes roban por igual a adultos que a menores, pero en los niños y los adolescentes el impacto psicológico es mayor.

Ara Ramírez, usuaria de transporte público, comentó: “los asaltantes se suben y no les importa si traemos niños ni nada, te jalan, te gritan, te dicen un buen de groserías y pues los niños se espantan. Le ponen la pistola en la cabeza a mi niño y es muy traumante, tanto para la mamá como para el niño. Él se acordaba que le habían puesto la pistola en la cabeza y cada que se acordaba el empezaba a temblar”.

Los asaltos en los menores de edad son graves, causan traumas a corto, mediano y largo plazo, es decir hasta su vida adulta.

Esta experiencia puede detonar en el desarrollo de padecimientos psiquiátricos como depresión, trastornos de ansiedad, de la personalidad, y hasta fobias.

Alan Díaz, psiquiatra y paidopsiquiatra del Instituto Nacional de Psiquiatría, señaló: “Pueden desarrollar síntomas y desarrollar algunos signos desde el inicio. ¿Cuáles son estos? empezar a experimentar miedo, empezar a presentar dificultades para estar en lugares solos, tener dificultades para separarse de sus padres o de sus figuras de apego, tener sueños angustiosos, tener recuerdos de cómo ocurrieron los hechos, que empiecen a aislarse, que empiece a estar irritable”

Un asalto a un menor de edad afecta la confianza en sí mismo que apenas se está desarrollando. Ya no confían en nadie, incluso puede provocar que no quieran continuar sus estudios.

A los menores les preocupa que les roben las mochilas con sus cuadernos, el sándwich o sus monedas.

Nicole, menor de edad, dijo qué es lo que preocupa que se lleven los ladrones.

“Mis cuadernos más que nada y mi teléfono, porque ahí me contacto con mi mamá, me den un mal golpe o un balazo”, expresó

Los especialistas indican que asaltar a un menor acompañado de sus padres es una situación potencialmente peligrosa, porque el padre o la madre harán todo por defender a sus hijos

El psiquiatra Alan Díaz declaró: “Lo que sí se debe hacer es estar presente, que el menor sepa que están ahí, que hay alguien que le puede apoyar, que hay un adulto que se puede hacer cargo de la situación, eso es importante. Preguntar ¿cómo se siente?, ¿qué está pensando?, ¿qué está sintiendo?, validar las emociones es sumamente importante, y si perdió su libreta de matemáticas para él puede ser una pérdida importante y lo peor que alguien puede hacer es minimizarlo”

Después de un asalto a menores de edad es recomendable observarlos y si se presentan cambios notables en sus emociones y conducta, lo ideal es consultar a un especialista en salud mental para menores de edad.

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Con información de Irlanda Maya.

RAMG