Lo que Respira Monterrey

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Detrás de la nata gris que flota en el aire regiomontano, hay un problema que va más allá de lo estético

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Altos niveles de contaminación en Monterrey. Foto: N+

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Graciela se mudará de ciudad, ya no puede vivir en Monterrey. Un día antes del tercer aniversario del trasplante de pulmón al que se sometió en 2022 —debido a una fibrosis pulmonar derivada de la Covid-19-– asegura que la contaminación en el aire ha impactado negativamente su capacidad de respirar. 

No sale mucho de casa y cuando lo hace se fatiga muy pronto, a diferencia de cuando ha viajado fuera de Monterrey. Tomó la decisión de mudarse con su esposo a Mérida, Yucatán. Además de que el aire es más limpio allá, es una ciudad a 10 metros sobre el nivel del mar, por lo que espera una mejor calidad de vida. 

Uriel Chavarría, el neumólogo que atiende a Graciela, afirma que la población está sufriendo los efectos de la contaminación en la zona metropolitana de Monterrey, Nuevo León.

El aire que respiran todos los días más de 5.3 millones de personas está cargado de partículas tóxicas: polvo, metales, cenizas, ozono, dióxido de azufre y monóxido de carbono. Las imágenes de la ciudad empañada por una neblina gris se han vuelto comunes en redes sociales, acompañadas de mensajes de indignación y exigencias de cambio.

En febrero de este año, una campaña en redes sociales se dirigió casi exclusivamente a la presidenta Claudia Sheinbaum, quien por esas fechas visitó Nuevo León. El hashtag #NLNoPuedeRespirarClaudia se popularizó para exhortar a la mandataria a tomar medidas para resolver el problema.

En marzo, la ciudad se cubrió de polvo y vientos que, de acuerdo con el gobierno del estado, venían de Coahuila y Texas. Esto obligó a las autoridades a emitir una alerta de contingencia. La polución de la Zona Metropolitana de Monterrey se convirtió en este juego de papa caliente entre la industria, los gobiernos estatales, federales y municipales, los automovilistas y los comercios. Hasta las carnes asadas, tradición de la familia regiomontana, se han visto involucradas en este reparto de culpas.

Pero detrás de la nata gris que flota en el aire regiomontano, hay un problema va más allá de lo estético.

Foto: Cuartoscuro.

Crisis de salud pública

La contaminación del aire afecta la calidad de vida y, en los casos más graves, puede contribuir a la mortalidad prematura. Selene Martínez, directora ejecutiva del Observatorio del Aire en Monterrey, explica que la exposición prolongada a estos contaminantes puede generar inflamación generalizada y enfermedades respiratorias severas.

Los contaminantes en el aire se pueden dividir en dos categorías generales, explica Martínez: los contaminantes climáticos, que afectan al planeta, y los llamados contaminantes criterio, que inciden directamente en la salud de la población. Entre estos últimos destacan las partículas PM10 y PM2.5, clasificadas así por su diámetro, medido en micrómetros.

Las PM10, de mayor tamaño, pueden causar síntomas similares a un resfriado o alergias. En las calles de la ciudad, estos son los efectos a la salud más mencionados por la población: picazón en la garganta y en los ojos, así como resequedad en la nariz, que algunas veces lleva al sangrado. Quienes lo platican parecen habituados, hasta resignados, a esta realidad.

Sin embargo, las partículas PM2.5 son más peligrosas: su diminuto tamaño les permite llegar hasta los pulmones, penetrar los alvéolos, pasar al torrente sanguíneo y alcanzar distintos órganos, como el cerebro, donde pueden contribuir a enfermedades como Alzheimer o accidentes cerebrovasculares.

El neumólogo Uriel Chavarría, coordinador médico del Programa de Trasplante Pulmonar de Christus Muguerza, hace énfasis en lo complicado de afirmar que la causa de muerte de una persona es la contaminación. El especialista dice que hay estudios que encontraron asociación entre un fallecimiento y los contaminantes, pero no han podido confirmar que sean una causa directa. 

Por ejemplo, un acta de defunción podría indicar que un paciente muere por una condición de asma, que fue agravada por la contaminación del aire, pero es difícil afirmar que dicha contaminación lo mató.

Esa fue la lucha de la familia de Ella Adoo-Kissi-Debrah, una niña de 9 años, originaria de Londres, que falleció en 2013 por un ataque de asma. Después de una batalla legal de su familia, Ella se convirtió en la primera persona a nivel mundial en donde figura la contaminación del aire como causa de muerte en su acta de defunción.

Con ese caso como precedente, el Congreso de Nuevo León aprobó en febrero la posibilidad de incluir la contaminación del aire como causa de muerte en las actas de defunción. En ese momento, los legisladores que promovieron la iniciativa argumentaron que la contaminación aumenta el riesgo de ataques cardíacos y respiratorios, además de que empeora padecimientos como el asma o la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica, conocida como EPOC. 

Para Chavarría es importante que avancen los estudios científicos del impacto a la salud para así sostener, con más evidencia, que es urgente tener un aire más limpio en Monterrey. Y aunque incluir la causa de muerte en certificados de defunción le parece relevante, opina que su impacto será más cultural que material en la solución del problema.

En Monterrey se quedarán sus tres hijos y tres nietas, a quienes menciona con la voz quebrada. “Desearía llevármelos, porque es la gente que quieres.”, confiesa Graciela. “¿Cuántos empresarios ya se fueron?”

Casas entre fábricas

Foto: Cuartoscuro.
Foto: Cuartoscuro.

En un lapso de 30 minutos, varios vecinos llegaron en sus autos, acompañados de sus familias, para leer la carta y poner su firma. Una madre joven, con su bebé recién nacido en brazos, se dijo preocupada por el aire que respiran y se preguntó si, en el futuro próximo, podrá salir a jugar con su hijo.

Otro vecino, un hombre mayor, llegó para debatir las preocupaciones de la mayoría. Sin estudios médicos que determinen altos niveles de metales pesados en la sangre y una relación definitiva con las emisiones de Zinc Nacional, es difícil adjudicar toda la responsabilidad. Varios ya se organizan para pagarse los análisis.

La empresa rechaza los hallazgos del estudio difundido en medios y asegura que sus mediciones indican niveles seguros. A través de un intermediario, Zinc Nacional afirmó que su planta está siendo inspeccionada por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente y que ha avanzado un 70% en la construcción de un espacio cerrado para contener sus residuos.

El 21 de marzo de 2025, la Procuraduría Estatal de Medio Ambiente de Nuevo León suspendió las actividades de los hornos en la planta de Zinc Nacional. Según se lee en el comunicado, la dependencia tomó esa decisión después de hacer una inspección en sus instalaciones. Además, el gobierno estatal detectó irregularidades en otras instalaciones de la misma empresa, ubicadas en el municipio de García. 

De acuerdo con datos públicos de la Semarnat entre 2021 y 2023, Zinc Nacional se ubica entre las principales empresas contaminantes de Nuevo León. En el ranking estatal, aparece como una de las mayores emisoras de compuestos de níquel y cromo, ambos metales que pueden tener efectos adversos en la salud humana y el medio ambiente. Además, se encuentra entre las industrias con mayores emisiones de dióxido de carbono.

A este panorama se suma la refinería de Cadereyta, operada por Pemex, señalada por el gobierno del estado y organizaciones como el Observatorio del Aire como una de las mayores contaminantes del estado. Su producción de combustóleo, un derivado del petróleo altamente contaminante, ha sido denunciada frecuentemente por el gobernador Samuel García, quien incluso solicitó su reubicación. Un estudio de 2019 del Centro Mario Molina indica que el sector petrolero y petroquímico es el principal emisor de partículas PM2.5 en Monterrey.

Pemex emite distintos contaminantes en el aire de Nuevo León: plomo, níquel y arsénico, por dar algunos ejemplos. También formaldehído, una sustancia clasificada como cancerígena por el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, para trabajadores que tienen exposición cercana con el compuesto.

Esta empresa paraestatal también clasifica entre las más contaminantes en el estado de Nuevo Léon, entre 2021 y 2023, según los datos públicos de Semarnat.

Ante la creciente presión ciudadana, el 3 de marzo el gobernador Samuel García llegó a un acuerdo con la Semarnat para reforzar la vigilancia de la refinería y otras empresas en el estado. Como parte de este pacto, se anunció la instalación de sensores adicionales para monitorear la calidad del aire y una serie de inspecciones conjuntas para verificar el cumplimiento de las normativas ambientales.

Sin embargo, el subsecretario de Medio Ambiente de Nuevo León, Javier González-Alcántara, señala  que la regulación ambiental en el estado es un tema complejo. Dependiendo del giro de la empresa, su supervisión puede corresponder al gobierno estatal o al federal. “Si es del giro energético, de metalurgia o vidrio, es federal. Pero si es concretera o bloquera, es estatal”, explica.

En el caso de Ternium, Zinc Nacional y Pemex, la responsabilidad recae en la federación. Otras empresas que sobresalen en los datos de la Semarnat como emisoras de contaminantes en el estado son Iberdrola y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), ambas del sector energético.

Pemex emite distintos contaminantes en el aire de Nuevo León: plomo, níquel y arsénico, por dar algunos ejemplos. También formaldehído, una sustancia clasificada como cancerígena por el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, para trabajadores que tienen exposición cercana con el compuesto.

Esta empresa paraestatal también clasifica entre las más contaminantes en el estado de Nuevo Léon, entre 2021 y 2023, según los datos públicos de Semarnat.

Ante la creciente presión ciudadana, el 3 de marzo el gobernador Samuel García llegó a un acuerdo con la Semarnat para reforzar la vigilancia de la refinería y otras empresas en el estado. Como parte de este pacto, se anunció la instalación de sensores adicionales para monitorear la calidad del aire y una serie de inspecciones conjuntas para verificar el cumplimiento de las normativas ambientales.

Sin embargo, el subsecretario de Medio Ambiente de Nuevo León, Javier González-Alcántara, señala  que la regulación ambiental en el estado es un tema complejo. Dependiendo del giro de la empresa, su supervisión puede corresponder al gobierno estatal o al federal. “Si es del giro energético, de metalurgia o vidrio, es federal. Pero si es concretera o bloquera, es estatal”, explica.

En el caso de Ternium, Zinc Nacional y Pemex, la responsabilidad recae en la federación. Otras empresas que sobresalen en los datos de la Semarnat como emisoras de contaminantes en el estado son Iberdrola y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), ambas del sector energético.

¿Y la carnita asada?

González-Alcántara es un abogado joven que llegó en agosto de 2024 al equipo del gobierno de Nuevo León. Como subsecretario de Medio Ambiente, ha asumido la tarea de combatir la contaminación ambiental en el estado y hace un esfuerzo por demostrarlo en redes sociales. 

En una entrevista desde su auto, habló sobre cómo la administración actual busca hacer responsable a todos los niveles de gobierno y dejar en claro qué le toca a cada uno. Para involucrar a los gobiernos municipales, puso en marcha el plan “Top 10”, que implica identificar a los negocios más contaminantes de cada municipio y sancionarlos de ser necesario. 

Los comercios, especialmente los restaurantes, también contribuyen al problema. La carne asada, ícono de la gastronomía regiomontana, se cocina en asadores industriales que usan carbón o leña y generan grandes cantidades de emisiones. Son este tipo de negocios, además de crematorios o construcciones locales, por ejemplo, los que deben vigilarse a nivel municipal. 

Ahora, quienes deben hacer la lista de los comercios más contaminantes de un municipio son los propios gobiernos municipales. Ante el riesgo de que este sistema de denuncia se preste a favoritismos o venganzas locales, González-Alcántara afirma que el gobierno del estado después verifica, con sus propios medios, si efectivamente los negocios mencionados ensucian el aire más que otros. 

Pero incluso con medidas como esta, que se enfocan en fuentes contaminantes locales, el subsecretario está convencido de que toda la ciudadanía debe poner de su parte para solucionar el problema. Está consciente de que la ciudadanía enfoca sus quejas en las autoridades y las empresas, pero es de la idea de que cada uno debe reflexionar sobre cuánto contribuye a la crisis, por ejemplo, con el uso del coche.

El transporte es otro factor clave en cualquier ciudad grande. Con casi tres millones de vehículos en circulación, la emisión de monóxido de carbono y la generación de ozono en el ambiente son problemas constantes. Por esto, González-Alcántara no está cerrado a la implementación de medidas como la verificación vehicular obligatoria, como ocurre en la Ciudad de México desde los años noventa.

A finales de marzo de 2025, el gobernador Samuel García impuso una restricción a la circulación de tráileres que no tienen como destino el área metropolitana de Monterrey. Según se reportó en medios locales, el transporte de carga tendrá circulación limitada dentro de un polígono definido para evitar que emitan contaminantes dentro de la ciudad.

La geografía de la ciudad también juega en su contra. Rodeada por montañas y cerros como el Topo Chico, Chipinque y el Cerro de la Silla, la contaminación se queda atrapada en la zona metropolitana, afectando especialmente a municipios como García, Santa Catarina y San Pedro Garza García. 

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El 19 de marzo, la ciudad se vio envuelta en una ola de polvo y vientos que, de acuerdo con el gobierno estatal, venían de estados como Coahuila y Texas, en Estados Unidos. Las redes sociales se llenaron de imágenes donde una capa amarillenta de polvo lo cubría todo, limitando la visibilidad a tan sólo algunos metros. Este fenómeno fue catalogado por el gobierno estatal como una contingencia por contaminación “natural” compuesta de partículas PM10. La Agencia de la Calidad del Aire recomendó no exponerse al exterior y utilizar cubrebocas para evitar afectaciones a la salud. 


Si todos ponen su partícula

El Observatorio del Aire ha propuesto actualizar el programa de contingencias ambientales para mejorar la comunicación de los riesgos y alertar a la población en periodos críticos. También han promovido el uso de sensores de monitoreo de bajo costo para complementar la red de estaciones del gobierno, que actualmente cuenta con solo 15 puntos de medición en toda el área metropolitana.

Desde el gobierno estatal, el subsecretario de Medio Ambiente, Javier González-Alcántara, reconoce que la solución no depende solo de las autoridades. “Si todos los ciudadanos de Nuevo León redujeran sus emisiones en un 10%, la diferencia sería enorme”, afirmó.

Para la ingeniera y activista climática Frida Treviño, el problema no es solo ambiental, sino cultural. “Nos enseñan a trabajar para las grandes empresas o a convertirnos en empresarios como ellos”, dice. Cambiar el modelo de desarrollo de la ciudad implicaría cuestionar las bases mismas de la identidad regiomontana, algo que pocos están dispuestos a hacer.

En el caso de Graciela, tendrá que abandonar la ciudad en la que ha construido un patrimonio y donde ha visto crecer a sus hijos y nietas. La calidad del aire representa un riesgo para su salud y no ha sido cuidadosa hasta ahora, tres años después de su trasplante, para seguir exponiéndose de esa manera.

Con información de Emilio Sánchez

HVI