En la ciudad de Jindires, se realizan entierros masivo. Además, se observan tumbas recién excavadas y personas que rezan sobre los restos de sus seres queridos.
Mientras que en Turquía, entre el frío, el hambre y la desesperación, los sobrevivientes también comenzaron a sepultar a sus seres queridos, en la provincia de Pazarcik.
Decenas de personas lloraron y rezaron cerca de una hilera de tumbas recién abiertas, donde serán depositados los cuerpos de las víctimas.