La noche del viernes un poderoso tornado azotó una zona rural en Misisipi, dejando al menos 23 muertos, varios heridos, amplios daños materiales, interrupción del servicio eléctrico y un rastro de destrucción a lo largo de 160 kilómetros, mientras avanzaba rumbo a Alabama a 113 kilómetros por hora.
Además, la caída de granizo del tamaño de pelotas de golf, obligó a las autoridades a advertir a la población sobre una "situación de riesgo letal".
El Servicio Meteorológico Nacional informó que las localidades más afectadas fueron Silver City donde hay 7 muertos, seguido del condado de Carrol con 3, dos más en Monroe y uno en Humphreys.
Posteriormente la Agencia de Gestión de Emergencias de Misisipi, aumentó el número de decesos a 23 sin precisar las localidades de las demás víctimas fatales y agregó que 4 personas se encuentran desaparecidas, confirmó también decenas de heridos.
Asimismo, aseguró que continúan trabajando con los equipos de búsqueda y rescate.
La noche del viernes, el Servicio Meteorológico Nacional estadounidense, emitió un mensaje alertando sobre la peligrosa situación, para que la ciudadanía buscara refugio, debido a que escombros en el aire y la destrucción de casas móviles podrían ser mortales.
Eldridge Walker, alcalde de Rolling Fork, dijo a medios locales que no pudo salir inmediatamente porque había cables caídos afuera de su casa y el presidente de la organización humanitaria United Cajun Navy, Todd Terrell, dijo que la localidad de Rolling Fork "ha quedado prácticamente devastada".
Servicios de emergencia intentaron llevar a los heridos a hospitales cercanos, se desconoce el número de personas lesionadas y se cree que la cifra de muertos pueda aumentar dada la magnitud de las operaciones de búsqueda y rescate.
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Con información de AP.
MV