¿Quién Fue el Primer Presidente de Estados Unidos en Ser Arrestado?
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Antes de Donald Trump ya habían detenido a otro mandatario, aunque, en ese caso, todavía era presidente en funciones
El expresidente Ulysses S. Grant fue detenido en Washington en 1872. Foto: Librería del Congreso de EUA
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Hoy todo el mundo está atento a Nueva York, donde fue detenido Donald Trump, ex presidente de Estados Unidos, después de que el propio Trump se presentó para conocer los cargos en su contra.
Esta es la primera vez que un expresidente es acusado de un delito. Pero, mucho antes de este hecho, un presidente en funciones fue arrestado.
Se trata de un caso único en la historia de Estados Unidos, y aquí te contamos su historia.
¿Quién fue el primer Presidente de Estados Unidos en ser arrestado?
El primer presidente de Estados Unidos en ser arrestado fue Ulysses S. Grant, héroe de la Guerra Civil de Estados Unidos, quien, en 1872, fue detenido en Washington, muy cerca de donde vivía el mandatario.
¿Por qué fue arrestado el Presidente de Estados Unidos?
La razón detrás del arresto es curiosa, debido a que se trató de un delito menor.
Grant fue arrestado por exceso de velocidad. Ahora bien, el presidente no conducía un auto, sino su carruaje tirado por caballos.
Hoy sabemos que Grant era un aficionado a los caballos, y pasaba su tiempo libre corriendo a todo galope. Y esta afición le jugó una mala pasada.
El presidente fue detenido por William H. West, un policía afroamericano que también había luchado en la Guerra Civil.
West estaba encargado de no permitir los excesos de velocidad, sobre todo porque días previos se había reportado un accidente, en la que una madre y su hijo fueron atropellados por unos jinetes que iban a exceso de velocidad.
Mientras el policía realizaba la investigación del caso, el presidente pasó a su lado con su carruaje a exceso de velocidad.
Según cuentas los registros de la época, West detuvo al presidente y lo amonestó:
Quiero informarle, señor presidente, que está violando la ley al conducir a toda velocidad por esta calle. Su conducción rápida, señor, ha sentado el ejemplo para muchos otros caballeros.
El presidente se disculpó, prometió que no volvería a suceder y se alejó a galope. Pero Grant no pudo frenar su necesidad de velocidad.
La noche siguiente, el presidente volvió a sus excesos, y West no tuvo más remedio que arrestarlo. Se sabe que, antes del arresto, dijo:
Lamento mucho, señor presidente, tener que hacerlo. Porque usted es el jefe de la nación y yo no soy más que un policía, pero el deber es el deber, señor, y tendré que hacerlo.
En la comisaría, el presidente de los Estados Unidos pagó 20 dólares como garantía y salió libre.
Un juicio contra todos los jinetes que corrían demasiado aprisa con sus caballos se llevó a cabo al día siguiente de la detención, se les impuso “altas multas” y el juez los regañó con una “reprimenda mordaz”. Curiosamente, entre los caballeros que fueron acusados no estaba el presidente, que gracias a sus 20 dólares de garantía no fue molestado.