Papa Francisco Preside Funeral de Benedicto XVI
Las exequias del pontífice alemán, quien renunció al trono de Pedro en 2013, fallecido el 31 de diciembre a los 95 años, fueron "solemnes pero sobrias"
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Por primera vez, en casi 600 años, un Papa en activo, Francisco, presidió los funerales del Pontífice Emérito Benedicto XVI.
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Esta ceremonia no tuvo el carácter de funeral de un Jefe del Estado Vaticano porque Benedicto XVI ya no estaba en funciones
La misa funeral por el Papa Emérito Benedicto XVI comenzó a las 09:24 hora local, en la plaza de San Pedro, ante decenas de miles de fieles, y fue presidida por Francisco y celebrada por el decano del Colegio Cardenalicio, Giovanni Battista Re.
En el centro del atrio de la plaza vaticana se colocaron los restos mortales de Joseph Ratzinger, fallecido el pasado sábado a los 95 años, tras una procesión desde el interior de la Basílica y después de que este miércoles, al cierre de una capilla ardiente que han visitado casi 200 mil personas, fueran introducidos en un féretro de madera de ciprés, como manda la tradición.
El Papa Francisco llegó minutos antes de la procesión en silla de ruedas y se sentó en un sillón colocado especialmente para él en el altar.
La misa estuvo presidida por Francisco, pero celebrada por el decano del Colegio Cardenalicio, el italiano Giovanni Battista Re, y concelebrada por unos 120 cardenales, 400 obispos y 4 mil sacerdotes.
Francisco no la celebró debido a sus problemas de movilidad. Sólo pronunció la homilía.
El secretario personal de Benedicto XVI, monseñor Georg Ganswein, y las cuatro mujeres de instituto Memores Domini que se han encargado de él durante este tiempo, estuvieron en primera fila, en un lateral del altar mayor.
Se modificaron las oraciones en las que se mencionaba la Sede Vacante o el fallecimiento de un pontífice reinante y eliminado la oración final del vicario de Roma.
Al no tratarse de un funeral de Estado, ya que Benedicto XVI dejó de ser el Jefe de Estado Vaticano tras su renuncia en 2013, sólo se invitó a las delegaciones oficiales de Alemania e Italia, pero varias autoridades políticas acudieron a título personal, como la reina emérita de España, Doña Sofía, y el rey de Bélgica, Felipe, y su esposa Matilde.
También estuvieron presentes numerosos representantes ecuménicos, entre ellos el metropolitano Emmanuel de Calcedonia y Policarpo de Italia, del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla, y Antonio de Volokolamsk, presidente del Departamento de Relaciones Eclesiásticas Exteriores del Patriarcado de Moscú, en representación del patriarca Cirilo.
Al final de la celebración, se incensó el féretro con restos de Benedicto en un ritual llamado Ultima commendatio et valedictio (Última recomendación y despedida) y se procedió a dar sepultura en privado al Papa Emérito, que fue enterrado en las Grutas Vaticanas, en la tumba que perteneció a san Juan Pablo II y, previamente, a Juan XXIII, también proclamado santo.
Última morada de Benedicto XVI
Al concluir el funeral, el ataúd de ciprés, antes de ser trasladado a las grutas del Vaticano, donde reposan los papas, fue acercado al papa Francisco que a manera de despedida, extendió su mano y lo tocó.
Decenas de miles de personas ingresaron a la plaza de San Pedro para asistir al funeral del Pontífice Emérito Benedicto XVI, presidido por su sucesor, el argentino Francisco, en una ceremonia inédita en la historia reciente de la Iglesia católica.
Entre los fieles figuraron muchos sacerdotes y monjas, quien hicieron fila para entrar desde la madrugada a la inmensa explanada cubierta por la neblina.
Las exequias del pontífice alemán, quien renunció al trono de Pedro en 2013, fallecido el 31 de diciembre a los 95 años, fueron "solemnes pero sobrias", tal como era su deseo.
En total, 195 mil personas desfilaron durante tres días, de lunes a miércoles, ante los despojos de Joseph Ratzinger, cuyo cuerpo yacía en un catafalco cubierto por una tela dorada, rodeado por dos guardias suizos vestidos de gala, frente al altar mayor de la Basílica de San Pedro.
El primer Papa alemán de la historia moderna, quien se retiró sus últimos 10 años de vida en un monasterio del Vaticano, fue enterrado sucesivamente en una ceremonia privada en la cripta de la Basílica, en la que fuera la tumba de Juan Pablo II hasta 2011.
Con información de AFP.
KAH