El papa Francisco llegó a Lisboa y fue recibido al pie de las escaleras del avión por el presidente portugués Marcelo Rebelo de Sousa, para participar en la Jornada Mundial de la Juventud.

El pontífice estará en la ciudad hasta el próximo seis de agosto para realizar diferentes actividades, entre ellas, una visita al santuario de Fátima.

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El papa abandonó el aeropuerto en silla de ruedas y fue trasladado al Palacio Nacional de Belém, residencia oficial del presidente, donde miles de fieles lo esperan con música y en medio de un clima festivo.

La agenda del sucesor de Pedro cubre una reunión con el representante diplomático y de la sociedad civil, António Costa, y un encuentro con miembros de la iglesia, en la que se espera una mención a la investigación que destapó cuatro mil 800 abusos a menores en los últimos 70 años.

Además, se anunció una presunta reunión con víctimas, sobre la que no se han ofrecido detalles para proteger la privacidad de los participantes.

Protestas por la visita del papa en Portugal

Hace apenas unos días, el artista plástico Bordalo II, realizó una protesta criticando los gastos de la visita del pontífice al Estado portugués y la existencia de miles de casos registrados por abuso sexual a menores.

El autodenominado artivista ingresó al lugar en donde Francisco estará presente, haciéndose pasar por personal de mantenimiento y ahí colocó una alfombra de billetes de 500 euros.

Paseo de la vergüenza. En un estado laico, en un momento en el que muchas personas luchan por mantener sus hogares, sus trabajos y su dignidad, deciden invertir millones de dinero público para patrocinar la gira multinacional italiana

Protesta del artista Bordalo II en Lisboa, Portugal, el 28 de julio. Foto: Instagram @b0rdalo_ii

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Con información de EFE

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