La acción del lomito salvó del grave peligro a los habitantes del inmueble. Las autoridades acudieron ante el temor de los vecinos y en las primeras investigaciones, se explicó que el artefacto explosivo fue colocado por profesionales.
Elementos de la Policía Nacional vigilaron la zona del incidente para proteger a los dueños de dicha casa.
Los agentes confirmaron que quedó el rastro de la orina del perrito en la zona indicada.
La dueña de la vivienda relató que solía rociar lejía para evitar que los canes orinaran la fachada, pero cuando ocurrió el incidente, no lo hizo, ocurrió y permitió que se acercara el perrito salvador de toda una familia.
Las víctimas aseguran que nunca habían recibido amenazas y consideran que el explosivo sería de presuntos extorsionadores.