Funerales y Velorios para Perros y Gatos: Así los Despiden en Colombia
En Bogotá, Colombia, se realizan hasta mil 300 funerales para animales de compañía, aunque la cremación colectiva sigue siendo la opción predilecta por su bajo costo
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En Colombia se realizan la misma cantidad de funerales para personas que para animales. Con cementerios, lápidas personalizadas, velatorios para perros, hámsters e incluso gallinas, la oferta postmortem para mascotas que ha creado Funeravet se ha convertido en un negocio exitoso en, por lo menos, en Bogotá.
Mientras una familia se abraza devastada frente a dos funcionarios que entierran el ataúd de cartón con Dominic, su mascota, Sombra, un nuevo cachorro de bulldog francés, corretea arriba y abajo entre las tumbas del cementerio para mascotas en La Calera, a las afueras de la capital.
Aunque Dominic murió hace unos días, con apenas tres años de edad después de que le dieran convulsiones, su apoyo fue fundamental para Darwin Cárdenas, quien lo recordará como "un buen perro".
"Todo el mundo merece, a pesar de que sea bueno o malo, tener un entierro digno de ser recordado", dijo el joven durante una entrevista con la agencia EFE.
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En el cementario en el que Darwin optó por enterrar a Domic, las tumbas de otros animales tienen molinillos, juguetes raídos o recordatorios amorosos que rememoran a perros, gatos y otras mascotas. La administración atiende entre 28 y 35 servicios diarios, pero hasta ahora la mayoría prefiere la cremación colectiva, que es lo más barato.
Funeravet, un último adiós y un servicio digno
Funeravet, la empresa encargada de realizar estos servicios, comenzó a operar en 2001, "viendo la necesidad de las clínicas veterinarias porque no había quien hiciera una buena disposición de las mascotas", según lo Francisco Moreno, veterinario y coordinador de mercadeo de la empresa.
"Cuando a una persona se le moría un perro o un gato no había una disposición clara; la ley no era clara, entonces las personas lo que hacían era que las llevaban ellas mismas a la clínica y se hacía una disposición de desechos antropomórficos o el propietario se lo llevaba y lo acababa enterrando en la casa o botando a la basura", declaró a EFE.
El padre de Darwin, Edgar, de hecho cuenta ahora avergonzado -y aún con los ojos lloros por la muerte de Dominic- que el primer perro que tuvieron en la familia acabó en el río.
"Antes, como no había nada de esto, uno hacía lo que veía hacer a sus padres; yo no lo veía bien, pero pues lo lanzamos al río", confesó tras explicar que a él siempre le pesó ese recuerdo.
Sin embargo, ahora que su hijo pudo darle un último adiós a su can en una ataúd de cartón, dijo poder "estar más tranquilo".
Velatorios y funerales para los animales del hogar
En Colombia, en una de las sedes de las Funeraria Capillas de La Fe, que son de las más populares en este país, ya es habitual encontarse con velorios para animales, mientras que grupos de familias entran y salen del edificio principal donde se velan abuelos, tíos o amigos. En un anexo más chiquito dentro de estas instalaciones, yacen los cuerpos de los perritos Tony y Martina en dos ataúdes.
César Pachón, quien acompañó a Martina durante 13 años de su vida y ahora la despide tras una larga lucha contra el cáncer, afirma que velar a los animales "es duro porque uno se acuerda de muchos momentos con ella. En las mañanas llegaba cuando yo vivía con mis papás y se me arrunchaba en la cama". "La arreglaron bonita", resaltó su madre al ver el cuerpo de la mascota detrás de un vidrio y a modo de consolación.
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Las cifras de los funerales para animales en Colombia
Ya sea en velatorios como el de Martina o servicios más discretos como los de cremación, en esta funeraria -Capillas de La Fe- se atienden unos mil 300 servicios mensuales de animales. "En este momento estamos atendiendo el mismo número de mascotas que de servicios de humanos", apunta la gerente de operaciones, Johana Estrada.
De acuerdo con información de la funeraria, se estima que en Colombia 70 de cada 100 familias tengan por lo menos una mascota, razón por la que los velorios y funerales surgieron para brindar "un servicio digno en las mismas condiciones y con la misma humanidad que un servicio para las personas".
Pachón, quien no cree que la necesidad de realizar este tipo de actividades obedezca a la intensión de "humanizar a un animal", señala que después de tantos años de amor y compañía ellos simplemente "se lo merecen".
"Son un miembro más de la familia", aclaró.
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Con información de EFE
JCG