Sin embargo, la abuelita se ausentó por algunos momentos del hogar y su tía se quedó a su cuidado.
Una vez que volvió a casa, la adulta mayor halló a la tía tomando una siesta, por lo que al notar la ausencia del niño, comenzaron a buscarlo.
Debido a que su juego favorito era el “escondite”, creyeron que estaba por alguna parte de la vivienda esperando darles la sorpresa.
No obstante, mientras recorrían cada lugar donde solía jugar y no había rastro de él, la angustia crecía entre las mujeres.
Luego de algún tiempo, se dirigieron a la zona de lavado y al abrir la secadora de ropa, hallaron al menor inconsciente.
De inmediato pidieron apoyo a los servicios de emergencias, quienes al arribar intentaron todas las maniobras de reanimación, pero no consiguieron salvarle la vida.
El niño de 4 años, presuntamente, murió por asfixia dentro de la secadora.
Elementos de la Policía Judicial de la Guardia Civil, se encargan de la investigación, en la que ya han recabado varias pruebas.
Asimismo, buscan entender cómo fue que el menor quedó atrapado dentro del electrodoméstico, así como el tiempo en el que permaneció en ese sitio hasta que finalmente ya no pudo respirar.