El primer ministro haitiano, Ariel Henry, aceptó este lunes dimitir de su cargo, junto a su gobierno en cuanto haya un consejo presidencial de transición porque "ningún sacrificio es demasiado grande para nuestro país".
En un mensaje a la nación colgado en las redes sociales del Ejecutivo, Henry dijo que, ante la violencia, el gobierno que dirige no puede ser "insensible" porque "Haití necesita paz, estabilidad, un desarrollo duradero".
Esta decisión fue adoptada tras una reunión en Jamaica con representantes de otros socios internacionales como Estados Unidos y Francia, así como de la ONU.
Henry no asistió al encuentro y permaneció en Puerto Rico, donde lleva una semana varado ante la escalada de la violencia en Haití y las presiones para que renunciara.
El presidente de turno de la Comunidad del Caribe y líder de Guyana, Irfaan Ali, explicó en una rueda de prensa a última hora del lunes en Kingston que se ha acordado "la creación de un consejo presidencial de transición formado por siete miembros con derecho a voto y dos observadores".
Dicho consejo ejercerá las autoridades presidenciales durante la transición, operando por mayoría de votos.
Quedarán excluidos de ese grupo cualquier persona que esté acusada o haya sido condenada en cualquier jurisdicción, cualquier persona bajo sanción de la ONU o que pretenda presentarse a las próximas elecciones en Haití, y cualquier persona que se oponga a la resolución 2699 del Consejo de Seguridad de la ONU, que aprueba el despliegue de fuerzas de diversos países para ayudar a la policía haitiana.
Henry, que debería haber abandonado el poder en febrero, es muy cuestionado en su país, donde las pandillas y parte de la población exigían su renuncia.
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Con información de AFP
KAH | ICM