No Quieren Tantos Turistas: La Fuerte Medida en Japón para Frenar Visitantes
Varios comercios de Japón se están sumando a la medida, ante el incremento de turistas extranjeros
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Turistas en el barrio tokiota de Asakusa, uno de los más visitados de la capital nipona. Foto: EFE | Archivo
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En Japón, negocios y atracciones turísticas comenzaron a aplicar una fuerte medida para frenar la llegada masiva de turistas.
La medida consiste en aplicar un sistema dual de precios más altos para visitantes extranjeros, que llegan al país atraídos en parte por la debilidad del yen ante otras divisas.
Este sistema dual de precios para visitantes extranjeros ha despertado cierta preocupación en el país por la posibilidad de que socave la estrategia del Gobierno nipón para promocionar este sector, con expectativas de atraer a 60 millones de turistas anuales para 2030.
Sin embargo, al menos 12 municipios ya aplican un impuesto para los turistas extranjeros que quieran pernoctar y más de cuarenta estudian introducirlo para recaudar fondos destinados a infraestructuras.
Cabe recordar que en 2019, el gobierno central ya había aplicado un impuesto internacional a los pasajeros turísticos que salen del país de 1,000 yenes (casi 120 pesos mexicanos), una tasa que las aerolíneas añaden al precio del boleto y pagan al Estado.
Sistema dual de precios, ¿una nueva alternativa?
La aplicación de un sistema dual de precios, más caro para extranjeros que para residentes, está cobrando fuerza entre los comercios de Japón, donde cada vez más negocios se suman a la iniciativa.
Tal es el caso de Tamatebako, un restaurante bufet situado en el concurrido distrito de Shibuya, en Tokio, Japón, que ofrece hasta 60 tipos diferentes de pescados y mariscos y que abrió el pasado mes de abril con un sistema dual de precios con una diferencia de 1,100 yenes (poco más de 131 pesos mexicanos) entre visitantes extranjeros y residentes en el país.
“El objetivo del precio doble es cubrir la subida del costo en personal, porque requiere más recursos explicar a los visitantes (y en otro idioma distinto al japonés) el sistema del restaurante y cómo se come la comida”, aseguraron fuentes de la empresa propietaria.
La misma fuente señaló que el 20% de los clientes son turistas y subrayó que los residentes extranjeros pagan el mismo precio que los japoneses.
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Además de negocios privados, varios operadores de atracciones turísticas alrededor del país valoran cobrar más a los turistas extranjeros, ya que la llegada de este tipo de visitantes ha supuesto un incremento en los gastos de mantenimiento y renovación.
El icónico castillo de Himeji, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), planea cobrar una entrada aparte a los turistas extranjeros que cuadruplicará la tarifa para los locales.
El alcalde de Himeji, al oeste de Japón, declaró recientemente que valoran esta tarifa para contrarrestar el auge turístico que vive el país. La entrada al castillo cuesta actualmente 1,000 yenes, para mayores de 18 años de edad.
Nuevas tarifas en gobiernos locales
Además de negocios y municipios, los gobierno locales también se suman a la iniciativa, pues son regiones niponas que acogen un gran número de turistas extranjeros y que se verían beneficiadas con el cobro dual.
El Gobierno de la prefectura de Osaka, al oeste de Japón, analiza la posibilidad de introducir un impuesto específico para visitantes extranjeros, posiblemente en torno al inicio de la Exposición Universal, en abril de 2025.
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Otro de los ejemplos más recientes es la prefectura de Okinawa, sudoeste del archipiélago nipón, que espera introducir una medida similar en 2026 para apoyar “una industria turística sostenible con una nueva fuente de ingresos independiente”, según el propio gobierno regional.
La emblemática isla de Miyajima, en el oeste de Japón, empezó también a cobrar un impuesto de entrada de 100 yenes (casi 12 pesos mexicanos), que se suma a la tarifa del billete de ferry necesario para llegar al lugar y del que se excluye residentes, trabajadores en la isla y estudiantes.
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Con información de EFE
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