Ichinono, el Pueblo Japonés Lleno de Marionetas donde Solo Vive un Niño

En Japón, un pueblo optó por colocar marionetas para compensar la sensación de vacío al no tener niños en su población

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Ichinono, el Pueblo Japonés Lleno de Marionetas donde Solo Vive un Niño

Marionetas de niños de tamaño real en un jardín en Ichinono, Japón. Foto: AFP

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En un pueblo de Japón lleno de marionetas vive Kuranosuke Kato, el único niño nacido en esa localidad en dos décadas.

El pequeño pueblo se ubica a 60 kilómetros de Osaka, y es uno de los municipios del país donde la mayoría de sus residentes tienen 65 años o más, de acuerdo con datos del gobierno.

Japón vive una crisis demográfica, con una política de inmigración restrictiva y que presenta la segunda población más envejecida del mundo después de Mónaco.

Una marioneta montada en un columpio en Ichinono. Foto: AFP

Ichinono en peligro

Pueblos como Ichinono están en peligro de desaparecer debido a que su población es solo adulta, pues la mayoría de sus pobladores jóvenes, hijos de sus residentes, decidieron irse a estudiar y trabajar fuera de ahí.

Debido a esta situación, sus habitantes tomaron medidas para compensar ese vacío y decidieron colocar marionetas recreando escenas de niños jugando.

Algunos de los maniquíes están puestos en columpios, otros empujan un carro con leña o muestran una sonrisa siniestra a los visitantes.

Ante estas escenas, Hisayo Yamazaki, una viuda de 88 años, bromea: "Probablemente las marionetas nos superan en número".

Marioneta de tamaño similar al de un niño.
Una pobladora de Ichinono junto a una de las marionetas colocadas para combatir la sensación de vacío. Foto: AFP

Llegada de familia Kato da esperanza

Pero esa situación cambió y da esperanza a sus pobladores pues en el 2021, contrario a la práctica de sus ciudadanos que acostumbraban irse a vivir lejos de ahí, la familia Kato, Rie y Toshiki, de 33 y 31 años, respectivamente, se mudaron de Osaka a Ichinono, lugar donde nació su hijo Kuranosuke.

Su hijo ahora es el más joven de los residentes y es adorado por sus vecinos que lo consienten con comida casera y cuidan entre todos de él.

El pequeño Kuranosuke se ha convertido en el orgullo de la localidad, asegura el jefe del municipio, Ichiro Sawayama, quien tiene 74 años, y que debido a la situación cree que si el pueblo sigue como está ahora lo único que les espera es la extinción.

La familia Kato, Rie, Toshiki y Kuranosuke en su hogar, en Ichinono. Foto: AFP

Ante esta problemática que tiene el país nipón, su primer ministro Shigeru Ishiba se ha comprometido a revitalizar las zonas rurales.

Las fuertes políticas de inmigración también han limitado las posibilidades de que la población se vaya a vivir a localidades como Ichinono, pues se necesitan varios requisitos para poder mudarse como ser aceptados por tres miembros de la comunidad y ofrecer sacos de arroz o dinero en efectivo.

Aunque el jefe del municipio aseguró que estas normas, implementadas hace tiempo para  "mantener el pueblo cohesionado", ya no se aplican para evitar asustar a la gente.

Ante el gran cariño con el que tratan a su hijo, Toshiki asegura que es bueno que Kuranosuke crezca en una localidad como Ichinono, donde ha implementado en paralelo a su trabajo en remoto un proyecto para renovar casas centenarias, pues asegura:

Mi humilde esperanza es ayudar a añadir valor a estas casas y mantener alejada la muerte de Ichinono

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Con información de AFP

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