Buscó a su Hija por Ocho Años... Sus Restos Estaban en el Semefo
Durante casi una década, los restos de Lupita estuvieron en el Semefo; su madre la buscó ininterrumpidamente desde su desaparición, en marzo de 2016
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Peritos de Jalisco realizan su labor en un predio en El Salto donde fueron hallados restos humanos. Foto: Cuartoscuro
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Ocho años permaneció el cuerpo de Lupita en el Semefo... fueron más de tres mil días de búsqueda por parte de su madre, quien no dejó de buscarla desde el 24 de marzo de 2016.
A los 16 años de edad, María Guadalupe Alcalá Macías desapareció. Fue el jueves 24 de marzo de 2016 cuando sus familiares no supieron más de ella. Seis meses después, en septiembre del mismo año, su cuerpo fue encontrado y llevado al Servicio Médico Forense.
Apenas este martes 16 de julio de 2024, más de ocho años después de su desaparición, le informaron a su familia que había un cuerpo que había dado positivo en las pruebas de ADN.
María del Rosario Macías, madre de Lupita, agradeció que finalmente halló a su familiar: "Gracias a Dios encontré a mi hija, sea como hayan sido los avisos, que te hayan notificado, pero fue por el Semefo".
El último contacto con Lupita
La última vez que se tuvo contacto con Lupita, estaba en su domicilio en la colonia Los Eucaliptos, en Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco. Cuando la señora María del Rosario regresó del trabajo, la adolescente ya no estaba. Ahí comenzó el viacrucis.
El dolor por la desaparición de su hija no fue lo único a lo que se enfrentó la señora María del Rosario en los últimos ocho años, ya que también sufrió por la burocracia. Así lo explicó Gabriela Cruz, del colectivo Madres Buscadoras de Jalisco.
Se presenta para dar la denuncia, pero en la fiscalía le dicen que ya no pueden hacer nada porque ya había pasado prácticamente medio año. Le dijeron que tenía que ser inmediatamente
Casa por casa, así fue la búsqueda de Lupita
Preguntando casa por casa y posteriormente acompañada del colectivo Madres Buscadoras de Jalisco, la señora María del Rosario buscó a Lupita.
Este miércoles acudieron a la Comisión Estatal de Atención a Víctimas para solicitar apoyo y poder darle una digna sepultura. La incertidumbre terminó, aunque el dolor sigue presente. La señora María del Rosario afirmó:
Es una tortura, un dolor muy grande que no te deja tranquila por ningún lado. Si estás haciendo tus cosas o estás trabajando, la mente la tienes en otro lado, en tu hija. Siempre tienes la esperanza de que regresen con vida
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