Morderse las Uñas Puede Causar Enfermedades

Morderse las uñas puede causar problemas de salud estomacales y psicológicos, tanto en menores de edad como en adultos

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Ramkar Cruz

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Mujer mordiéndose las uñas preocupadamente

La onicofagia: un peligro desde la infancia. Foto: Getty Images

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La onicofagia, o el mal hábito de morderse las uñas, está ligado al estrés cotidiano y desencadena problemas de salud estomacales, psicológicos y daño en los dedos, tanto en menores de edad como en adultos.

“Existe un microtrauma en la lámina ungueal, particularmente en el tejido blando que rodea la uña, [...], principalmente hay distrofia ungueal, esto quiere decir que la lámina ungueal se modifica” explica Rossana Llergo, experta dermatóloga.

Las personas que tienen la costumbre de morderse las uñas corren el riesgo de provocar lesiones y dejar heridas expuestas a contaminantes, virus y bacterias.

La Onicofagía se presenta desde temprana edad y se mantiene en la madurez. Foto: Getty Images

La doctora Rossana explica que las lesiones pueden ser severas, “la presencia de paroniquia, que corresponde a una infección periungueal es frecuente [...] otras infecciones que pueden asociarse la presencia de panadizos que también son infecciones que son muy dolorosas, la asociación de infecciones virales como son el desarrollo de verrugas que son frecuentes en los niños”

Morderse las uñas es una costumbre que muchas veces se arraiga desde temprana edad y se vuelve muy difícil dejarlo.

El 45% de los menores de edad son susceptibles a morderse las uñas y por lo general empiezan desde los tres años de edad.

La especialista señala cómo va afectando esta situación en la vida cotidiana, “Es por estrés o ansiedad, realmente se relacionan muchos trastornos de conducta, es necesario que el manejo de alguien que tiene onicofagia sea por el dermatólogo pero también por un psicólogo o inclusive un psiquiatra dependiendo el nivel de ansiedad, si es posible con cierta terapia”

La onicofagia puede manifestar cambios que se reflejan en enfermedades cardiácas y pulmonares, así como en la deformación de los dedos.

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