En México hay 2 millones y medio de personas trabajadoras del hogar, pero sólo el 2% están afiliadas al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Esto a pesar de que es obligatorio inscribirlas, para que puedan acceder a los seguros por riesgos de trabajo, enfermedades y maternidad, invalidez, retiro y guarderías. Francisca Vázquez, trabajadora del hogar señala que las personas empleadoras son las responsables de afiliarlas.
Tenemos bastante información, pero de nada sirve si no se les hace ver a los empleadores, puesto que ellos son la fuente de nuestro trabajo y ellos son los que deben inscribirnos al seguro social.
Quienes realizan este trabajo también indican que uno de los obstáculos que enfrentan para acceder a la seguridad social es que las personas empleadoras desconocen que tienen la obligación de afiliarlas o en algunos casos prefieren no hacerlo.
A veces ellos refutan que les sale muy caro, que no es necesario, que ellos podrían pagar cualquier incidente en el área de trabajo.
Organizaciones de la sociedad civil como el Centro Nacional para la Capacitación de las Empleadas del Hogar advierten que las personas empleadoras se excusan en los costos que les implica registrarlas o que a cambio, les otorgan otros beneficios.
Entender que si tengo una trabajadora del hogar que trabaja por un día sí puede tener seguridad social y si trabaja de lunes a viernes o trabaja de planta también puede.
Esta omisión afecta de manera desproporcionada a las mujeres, pues ocupan 9 de cada 10 de estos trabajos, según el INEGI.
Desde noviembre de 2022, es obligatorio que quienes las emplean las deben inscribir ante el IMSS, y en diciembre de 2018, la Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó que la exclusión de personas trabajadoras del hogar del régimen del seguro social es discriminatoria.
Historias recomendadas:
Con información de Arturo de la Sancha, Noticias N+