Crisis Hídrica en el Cutzamala Amenaza a Valle de Bravo

Una sequía histórica, el cambio climático y una mala planeación urbana han llevado al sistema Cutzamala a un punto sin precedentes

|

Fernando Rodríguez

-
Así es como agoniza la presa Miguel Alemán en Valle de Bravo, es parte de las crisis de agua que enfrenta el Valle de México. Ambientalistas exigen soluciones a las autoridades

Así es como agoniza la presa Miguel Alemán en Valle de Bravo, es parte de las crisis de agua que enfrenta el Valle de México. Ambientalistas exigen soluciones a las autoridades

COMPARTE:

"Valle de Bravo está muriendo, y si muere todos los vallesanos moriremos con él, y eso es lo que no queremos", Camilo Ruiz mira la presa Miguel Alemán, en Valle de Bravo, en donde desde hace décadas ofrece sus servicios como lanchero gracias al atractivo turístico de la zona, pero que hoy ha menguado con la presa al 34% de su capacidad.

La sequía que vive la presa es un reflejo de la crisis hídrica en toda la cuenca del Cutzamala, que afecta a los habitantes de esta zona y del Valle de México, para quienes estos embalses suministran el 30% del agua potable.

El Cutzamala es uno de los sistemas hídricos más grandes del mundo, integrado por 7 presas, 6 plantas de bombeo y una potabilizadora, y que cada año suministra 489 hectómetros cúbicos de agua al Valle de México.

La presa de Valle de Bravo está al 34% de capacidad, un nivel nunca visto. Foto: Fernando Rodríguez

Pero ha quedado rebasado por el crecimiento urbano, combinado con una sequía que afecta al 95% de la cuenca.

“La sequía prolongada, que puede estar asociada probablemente al cambio climático y un abandono total del sector ambiental por parte de los tomadores de decisiones y de la infraestructura del sistema Cutzamala”, explica Sandro Cusi, de la organización Pro cuenca Valle de Bravo.

La crisis hídrica en el Cutzamala es algo que los expertos habían advertido desde hace décadas.

Federico Llamas, de la Universidad del Medio Ambiente, señala que “esto es una predicción que se viene anunciando a través de los estudios del cambio climático desde hace cuando menos 20 años, lo que pasa es que el clima es muy incierto y no sabes cuándo se va a juntar con otros factores y lo que está sucediendo es que se está juntando con el factor del Niño y la Niña”.

Estos fenómenos naturales, que provocan cambios en las precipitaciones, se han combinado con un fenómeno causado por el hombre: el cambio climático, y con una mala planeación del sistema hídrico de las ciudades.

En la Ciudad de México, el 40% del agua que llega del sistema Cutzamala se desperdicia en fugas. Además, la ciudad no aprovecha el agua de lluvia que cada año inunda varias zonas, ni tampoco cuenta con un sistema de tratamiento de aguas negras que permita reutilizar el líquido eficientemente.

“No hay ciudad de 20 millones de habitantes que aguante tener un desperdicio de arriba del 40% del agua que consume, eso es insostenible no en el largo plazo, sino en el corto plazo”, asegura Sandro Cusi.

Otro factor es el crecimiento de la mancha urbana y el desarrollo inmobiliario, un fenómeno que no solo se vive en el valle de México, sino también en la propia cuenca del Cutzamala.

Ese desarrollo inmobiliario sigue creciendo sin una lógica de cuidar el agua como debe de ser, seguimos pavimentando de manera sellada, estamos cambiando bosque y vegetación nativa por pasto. En la parte agrícola seguimos manteniendo una lógica de monocultivos en dónde se pierde el suelo, se erosiona y no hay suficiente cobertura forestal para que se absorba esta agua y llegue a los ríos y a los mantos acuíferos, explica Federico Llamas.

En 2022, organizaciones civiles de la cuenca del Cutzamala presentaron un amparo para obligar a las autoridades atender el problema y obtuvieron una sentencia favorable de un juez.

“Lo que dice esta sentencia es que se debe de emitir un programa conjunto para preservar el suministro y saneamiento sustentables de estos recursos hídricos en la subcuenca, y no sólo se debe de implementar, sino que las autoridades responsables deben de determinar conjuntamente su programa de trabajo para poderlo implementar. Algo muy interesante es que se busca que se convenga un esquema de financiamiento para aplicar este programa conjunto", explica Samantha Namnum, del observatorio de la subcuenca de Valle de Bravo.

También buscan que mediante mecanismos internacionales se obligue a México a cumplir con estas responsabilidades.

“Ingresamos una petición ante el órgano ambiental del TMEC, del Tratado de Libre Comercio entre Canadá, Estados Unidos y México en contra del gobierno mexicano por omisiones en la aplicación efectiva de la normatividad ambiental y de agua. La petición está revisándose en el marco de la Comisión de Cooperación ambiental.

Historias recomendadas: