El Terror de Trujillo en "La Fiesta del Chivo": Así Es la Novela Más Cruda de Vargas Llosa

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Mario Vargas Llosa revive con crudeza los horrores del régimen de Leónidas Trujillo en su novela más política

Mario Vargas Llosa es autor de “La Fiesta del Chivo”, novela sobre Trujillo

Mario Vargas Llosa es autor de “La Fiesta del Chivo”, novela sobre Trujillo. Foto: Cuartoscuro

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En su novela La Fiesta del Chivo, publicada en el año 2000, el Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa reconstruye con precisión escalofriante la dictadura de Leónidas Trujillo en República Dominicana, un régimen que marcó a toda América Latina. La historia se sitúa entre las décadas de 1930 y 1960, y ofrece una mirada íntima y aterradora al poder absoluto, la corrupción y el miedo impuesto por uno de los dictadores más crueles del siglo XX.

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El regreso doloroso de Urania: una víctima más del régimen

La protagonista es Urania, una mujer dominicana que regresa a su país natal después de treinta años de exilio. El punto de partida es un hotel en Santo Domingo, antiguamente llamada Ciudad Trujillo, a inicios de los años noventa. Urania simboliza a todas las víctimas del régimen, marcadas por las humillaciones y la represión.

A través de su historia personal, Vargas Llosa construye un retrato feroz de los 31 años de dictadura de Trujillo, un régimen sostenido por el terror y un culto desmesurado a la personalidad.

Vargas Llosa retrata en La Fiesta del Chivo la dictadura de Leónidas Trujillo en la República Dominicana. A través de Urania, una víctima del régimen, el escritor desvela la corrupción y violencia

Trujillo: el dueño absoluto de un país

Pedro Arturo Aguirre, historiador y escritor, explica la forma en que Trujillo se convirtió en el verdadero poder en República Dominicana.

Trujillo surge en los años 30 en un país mucho muy inestable. Va a ser presidente a veces, a veces va a dejarle la presidencia a personajes títeres, pero él siempre fue el jefe absoluto. Tenía un profundo culto a la personalidad. Su título favorito era ‘Guardián Anticomunista de América’. Fue un aliado incondicional de EUA, aunque en los años 50, su dictadura se volvió tan proterva que hasta EUA se empezó a hartar de él.

Trujillo gobernó como si el país fuera su hacienda personal. Controlaba tierras, empresas y personas. Tenía incluso un perverso “derecho de pernada” sobre las esposas de sus ministros y allegados.

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Una novela que denuncia la brutalidad del poder

La Fiesta del Chivo no sólo denuncia la violencia, la corrupción y el autoritarismo. También muestra las emociones de quienes vivieron bajo ese yugo: desde las víctimas silenciadas hasta los fieles seguidores que, por miedo o fanatismo, defendían al régimen sin cuestionarlo.

Iván Ríos Gascón, escritor y periodista, destaca la riqueza de perspectivas que ofrece la novela.

Por un lado, tienes la mirada de aquel hombre omnipotente, pero por otro la de los débiles, los que sufrieron hasta lo indecible. También están esos personajes incondicionales, quizá los más patéticos, pero también los más entrañables, porque creen en esos mitos y forman parte de un rebaño que va directo a su piedra sacrificial.

Terrorismo de Estado: el precio de oponerse al régimen

Durante el régimen, cientos de opositores fueron asesinados, desaparecidos o torturados. Trujillo utilizaba el aparato estatal para eliminar cualquier resistencia.

Pedro Arturo Aguirre detalla esta faceta aterradora del régimen.

Sí hay terrorismo de Estado. Muchos opositores fueron masacrados o desaparecidos. Trujillo, como Anastasio Somoza y su familia, tomó a su país como una hacienda personal. Algunas rebeliones contra él terminaron con los protagonistas asados en parrillas.

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El final de un dictador: una emboscada mortal

El 30 de mayo de 1961, Leónidas Trujillo fue emboscado y asesinado mientras se dirigía a una de sus casas, donde lo esperaba una joven. Su vehículo fue atacado a balazos por un grupo de conspiradores, muchos de ellos hijos del trujillismo beneficiados por el régimen. Se presume que contaron con apoyo de la CIA.

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